domingo, 27 de febrero de 2011

Culturas de los períodos formativo y clásico en América

Culturas del período formativo en América
Las regiones más importantes de América en donde se ubicaron y desarrollaron culturas del formativo son:
En la región central de México se estableció la cultura del Teotihuacán y los olmecas.
La región andina de Perú, Bolivia y Colombia se destacan: la cultura Chavín, Paracas, San Agustín.

Cultura del Teotihuacán
Esta cultura se estableció en la meseta central de México, ubicada entre la Sierra Madre Occidental y la Sierra Madre Oriental. Esta ubicación le per­mitió gozar de todos los pisos térmicos y por con­siguiente de variedad de productos y animales. La ciudad de Teotihuacán se inicia en el 400 a. C. y llegando hasta el 800 d. C, en cuatro períodos.
El hombre de Teotihuacán conformó una ciu­dad monumental de casi 200 mil habitantes, con edificios, palacios y pirámides, como lo demues­tran los restos arqueológicos hallados. Dentro de la ciudad, sobresalen las pirámides de la Luna y el Sol, que tienen un templo en su parte superior Esto hace pensar en una clase sacerdotal, que regía el culto a los dioses. Además, la decoración de los edificios muestra personajes con extrañas vestiduras y complicados tocados de plumas. To­do esto permite asegurar que Teotihuacán fue un centro religioso que sirvió de base al desarrollo de los pueblos de la planicie.

Los olmecas
Los olmecas se ubicaron en las tierras bajas del golfo de México.
Fue la sociedad del formativo que alcanzó ma­yor grado de desarrollo agrícola, estratificación social y construcciones ceremoniales.
De esta cultura se han hallado montículos dis­persos en el cerro de las mesas.
En La Venta se descubrió un conjunto de pirámides elaboradas en barro y adobe, alrededor i una plaza y de una gran tumba.
En Tres Zapotes se han hallado monumentales cabezas esculpidas en piedra. Para algunos antro­pólogos los rasgos físicos esculpidos en estas pie­dras se asemejan a los de raza negra, llegando asegurar contactos culturales con pueblos de África.
Estas excavaciones permiten afirmar la presencia de una poderosa clase sacer­dotal; que tuvo el manejo político y administrativo del pueblo; se dice que conformaron una teocracia.
Algunos antropólogos aseguran que formaron parte del último imperio Maya. La influencia que por esto ejerció sobre todos los pueblos de Centroamérica, ha hecho que se le dé el nombre de "Cultura madre de América".

El formativo en Suramérica
Ubicados en la región andina peruana, a más de 3.000 metros de altura sobre el nivel del mar, floreció la cultura Chavin. La ciudad representa­tiva de este pueblo es Chavin de Huantar, carac­terizada por sus imponentes edificios, con galerías subterráneas alrededor de patios.

Culturas del clásico

El período clásico se caracteriza por la organi­zación de la sociedad. Claramente se distinguen los gobernantes y sus colaboradores; la clase sa­cerdotal y el pueblo con actividades muy especia­lizadas que son el sostén de la organización eco­nómica de cada cultura.
Surge en este período, otro grupo social muy importante; los militares. Son ellos quienes con­forman el ejército permanente encargado de mantener el orden impuesto por el gobernante, así como la defensa de su territorio contra el ata­que de pueblos vecinos o de grupos invasores.
Durante el clásico, la religión es básica para el control político y social de la población. Se organi­za una clase de sabios muy privilegiada, encarga­dos por su rango y sabiduría de comunicarse con los dioses, de ordenar y celebrar los ritos y cere­monias, de observar el universo, de elaborar los calendarios, de inventarse algún sistema de escri­tura, de diseñar y ordenar la construcción de ciu­dades, templos, palacios, pirámides y tumbas. Fi­nalmente se aseguran que el pueblo obedezca y acepte la voluntad de los dioses que los mismos sacerdotes han divulgado.
Mesoamérica se constituyó en el centro difusor de estas culturas, porque fue en esta región donde muchos grupos del formativo se proyectaron ha­cia el clásico. De esto son ejemplo:

Zapotecas
Se ubicaron al S.E de México. Como cultura estu­vo influenciada por los hombres del Tiahuanaco en relación con la construcción de templos y pirámides.
Los centros culturales más importantes de esta civilización son Mitla y Monte Albán.
Monte Albán llegó a tener 35.000 habitantes: la cima del cerro donde se construyó fue nivelada haciéndose una plaza pavimentada a cuyo alre­dedor se levantaron edificios, como el templo de los danzantes.
También en Monte Albán se han encontrado esculturas de gran riqueza y tumbas puntadas, así como inscripciones o signos que permiten afir­mar que corresponden a un tipo de escritura.
Los dioses adorados por los zapotecas alcanzan a 38; distinguiéndose dioses femeninos y masculi­nos. Se destacan los dioses de la lluvia y la serpien­te, los cuales fueron representados en barro con muchos detalles y adornos.

Los mixtecas
Fueron un pueblo invasor procedente del norte de México, que obligó a los zapotecas a establecerse en Tehuantepec; quedándose ellos en Mitla y Monte Albán.
El pueblo mixteca desarrolló una importante civilización; de ellos se han encontrado notables trabajos en piedra, metales, madera, hueso y ce­rámica de variados colores.
Elaboraron vasijas tripoides de gran colorido; con representaciones de serpientes o cabezas de águila. El trabajo en oro se especializó en pendien­tes, brazaletes y coronas.
El aporte sobresaliente de los mixtéeos son sus códices o libros, ricos en pinturas que recogen las características del pueblo y sus principales cos­tumbres. Sin embargo, todavía no se ha logrado una traducción adecuada de ellos.

Los Toltecas
Llegados del Norte, pertenecían al grupo lingüís­tico nahua. Después de una breve conquista, fun­daron la ciudad de Tula, cuyas ruinas están a 80 kms de ciudad de México, junto al cerro Xicoco (Estado de Hidalgo).
Los restos arqueológicos correspondientes a es­ta cultura, como las esculturas hechas en piedra y que hacen el papel de columnas, son muestra de su actividad guerrera. Se tiene por seguro que las columnas representan soldados equipados para el combate.
También se observa fácilmente el culto a qüetzacoalt (dios creador) pues en todas las paredes de los templos está esculpida su imagen.
Otros dioses ocuparon el interés tolteca: el dios del fuego; del maíz y del sol. Estos dioses fueron tomados para su cultura por los aztecas, quienes vendrían luego a conquistar la planicie.

Chichimecas
Fue un pueblo conquistador de los toltecas que estableció su centro en Tenayuca. Para los pue­blos de la meseta, los chichimecos fueron bárba­ros; la guerra fue su arma de dominación sobre pueblos sedentarios y organizados, hasta que en 1428 d. C. los aztecas lograron dominarlo y anexarlos a su imperio.

San Agustín
La cultura de San Agustín enclavada en un pe­queño valle de la cordillera central, en el Depto. del Huila (Colombia), es el sitio arqueológico más espectacular de la región.
San Agustín es de gran valor por el número de estatuas elaboradas en piedra y por la variedad de tumbas y entierros hallados. Las estatuas mues­tran gran variedad de formas; algunos tienen as­pecto de seres monstruosos, otras representan reptiles, aves y en casi todas las estatuas se apre­cian expresiones de felinos y dientes de jaguar.
Es frecuente ver representaciones de guerre­ros, con sus armas y casquetes, colocados en las entradas de las tumbas.
Las tumbas son de diferentes formas y tama­ños. Algunos son profundos pozos cuadrangulares con una cámara que guarda la sepultura; otras tumbas presentan una serie de la jarras de piedra, en forma de cajón donde se han encontrado esquele­tos y otras son simplemente enterramientos con esqueletos, colocados en posición fetal, es decir curruca o acurrucados.
Las obras civiles encontradas como terraple­nes, ramplas y allanamientos, llevan a pensar a los antropólogos que San Agustín fue una zona de invasión de muchos pueblos que pudieron esta­blecerse sin ningún problema; atraídos por la facilidad de llegada, ya que su ubicación geográfica permite el paso de occidente a oriente o de norte a sur. Además las características del clima facilita­ron el cultivo del maíz, en terrazas de cultivo con sistemas de irrigación.
Al formativo pertenecen también la cultura de Pichalo en Chile y Preguaguala en Ecuador.

Culturas clásicas de Suramérica

Otro foco de radiación cultural clásica en Sura­mérica es el altiplano boliviano-peruano.

Cultura Mochica o Moche
Ubicada en la costa norte del Perú, alcanzó gran esplendor entre los años 600 y 700 d. C.
Los restos arqueológicos hallados muestran una fuerte jerarquización política y religiosa y una intensa actividad guerrera.
Los mochicas cultivaron maíz y tubérculos (pa­pa). Para hacer más productivas sus tierras, utili­zaron canales de irrigación.
Tejieron en lana de llama o vicuña y trabajaron el oro, la plata y el cobre; pero es su cerámica la muestra más representativa de su desarrollo. A través de ella se ha conocido lo más importante de los mochicas, ya que en la decoración de sus vasi­jas aparecen pintadas escenas de la vida cotidia­na. La escultura en madera del pueblo y sus go­bernantes fue tan importante como la cerámica. Los colores más utilizados en estas dos activida­des fueron: rojo, ocre, negro y anaranjado.
La arquitectura tuvo importancia en la cons­trucción de tumbas y templos, de esta cultura se destaca la pirámide de Moche, donde se hallan los huacas del sol y la luna, realizadas en ladrillo coci­do, muy parecidas a las de mesoamérica.
Los huacas eran divinidades tutelares a quienes se les daba como lugar de residencia algún lugar natural como una piedra o un monte.

Cultura Nazca
Floreció en la costa sur del Perú y es famosa por su cerámica y sus tejidos. Aunque la cerámica no tiene diversidad de formas, es muy rica en colori­do, decoración y terminado. Los temas favoritos de su decoración son: serpientes, pájaros marinos, peces y motivos geométricos predominando los colores negro, azul, gris, verde, blanco y anaran­jado. También son frecuentes las represen­taciones mitológicas como dioses en forma de felinos, pájaros y demonios de dos cabezas.
Los tejidos hechos en lana de llama, alpaca o vicuña, presentan motivos muy parecidos a los realizados en la cerámica.
Este pueblo no presenta edificaciones monu­mentales y solo Cahuachi tiene algunos edificios, por lo que se piensa que pudo ser un centro cere­monial. La escasez de agua en la zona, los llevó a construir obras hidráulicas de gran envergadura que le permitieron desarrollar la agricultura y especializar la artesanía en cerámicas y orfebrería.

También se distinguieron por los trabajos en plumas de aves exóticas. Por no existir en la región se piensa que son muestra de un intenso comercio con los pueblos vecinos.
Hoy se estudian las líneas de Nazca, gigantescos diseños de animales estilizados que aparecen so­bre una región entre el valle de Nazca y Palpa. En esta área geográfica la lluviosidad es muy escasa, lo que ha permitido que estas líneas se conserven.
Son muchas las explicaciones que se le han da­do: se ha dicho que son calendarios, formas de medición del tiempo, figuras sagradas para propi­ciar lluvias u otros fenómenos favorables, y no han faltado lo sensacionalista que en un afán co­mercial, hablan de pistas de aterrizaje para los extraterrestres.

Cultura Chimú
El reino de Chimú se localizó en la orilla derecha del río Moche, estableciendo su centro político y económico en la ciudad de Chanchán.
Es un medio ambiente árido pero con una eco­nomía agrícola, complementada con la pesca. Fue necesario
construir complejos sistemas de cana­les que permitieran almacenar y distribuir el agua. La red hidráulica estaba vigilada en trechos por pequeños cuarteles siendo la clase dirigente quien distribuía el agua.
La calidad de sus productos artesanales fueron la base de su comercio; la cerámica de color negro y rojo, los trabajos en oro, plata, cobre y bronce en el que fueron grandes maestros, tanto que mu­chas de sus obras artesanales fueron llevadas por los Incas al Cuzco.
Adoraban el Sol y la Luna y para tener conten­tos a los dioses les ofrecían sacrificios de niños.
La cultura del Tiahuanaco
Estuvo situada a 3.800 mts de altura, en la vertien­te oriental del lago Titicaca (hoy Bolivia). Fue un gran centro ceremonial en donde sobresalen grandes edificios como el palacio de Kalasasaya. De él hace parte la puerta del sol, enorme monu­mento cuyo dintel presenta decoraciones en relieve.
La cultura del Tiahuanaco fue organizada so­bre la base de una economía artesanal con pro­ductos de gran calidad en cerámica, textiles y manufacturas en bronce.

La clase sacerdotal era la encargada de admi­nistrar los cultivos y sus técnicas. Utilizaron cana­les de riego, terrazas y un preciso manejo de las épocas de siembra y recolección. Como en tantas otras culturas, eran los sacerdotes quienes hacían las veces de científicos y médicos, pues eran quie­nes conservaban y producían el saber.

Las culturas colombianas
En Colombia las culturas tairona y chibcha pue­den considerarse clásicas por el auge que presen­taron en la metalurgia del oro, en la riqueza de la cerámica y de los tejidos.
Con el descubrimiento en 1976 de Ciudad Per­dida, centro de la cultura Tairona, otro elemento cultural se hace presente para complementar el estudio de nuestros pueblos más representativos.

sábado, 26 de febrero de 2011

Movimientos de independencia en las colonias españolas

La independencia de las colonias ameri­canas fue el resultado complejo de una situación histórica en que factores exter­nos unidos a causas internas generaron la ruptura del sistema colonial europeo.
  
La ideología de la Ilustración con persona­jes como Rousseau, Bentham, A. Smith fue decisiva para motivar ideológicamen­te a las colonias en su lucha por la libertad. Precursores como Francisco Miranda,
Camilo Torres, Mariano Moreno, José Artigas, Camilo Henríquez imbuidos de la filosofía de la ilustración, propagaron sus ideas conformando el proceso ideológico de la revolución. Fueron inicialmente las ideas de libertad, igualdad, lucha por la independencia las generadoras de un cambio y su influencia se percibía en todos los ámbitos.

La revolución de las colonias españolas en América tuvo unos antecedentes en unos hechos previos que mostraban el descon­tento dé las colonias ante el dominio de la metrópoli y el monopolio comercial ejer­cido a través de sus reformas. Estos movimientos se manifestaron en subleva­ciones indígenas como la de Tupac Amaru y sublevaciones de pobladores contra el Cabildo como el movimiento de los comu­neros en Nueva Granada.
Entre las causas directas que desencade­naron la lucha en las colonias por la independencia tenemos las Reformas Borbónicas que habían determinado el monopolio comercial de la metrópoli y que con el decreto de libre comercio hacía ver a las colonias las inmensas posibili­dades de un comercio libre. Administrativamente se ejercía un mayor control de las colonias y había exclusión de los criollos de los cargos públicos.

La reforma comercial impuesta por los Borbones hizo que desde Veracruz a Buenos Aires, el dominio de los merca­dos locales estuviera en manos de comer­ciantes venidos de la península, siendo desplazados los criollos. Era una afirma­ción del monopolio español donde se consolidaba la hegemonía mercantil y el avance industrial de la metrópoli.
A raíz de estas reformas se fue manifes­tando el descontento y se fueron organi­zando los movimientos independentistas, que fueron aprovechados por los ideólo­gos precursores de la independencia que veían propicio el momento para el cam­bio.

Proceso de la lucha revolucionaria
La revolución de las colonias españolas en América no se llevó a cabo súbitamente. Tuvo un proceso que se inició con la llamada etapa prerrevolucionaria, donde se dieron los antecedentes de la lucha. En esta primera etapa se manifestaron las revoluciones previas que reflejaban el descontento ante los problemas plantea­dos: se rebelaron los negros contra la esclavitud, los comuneros contra los im­puestos y cargas fiscales, los indígenas contra abusos de la mita y el obraje.
En esta fase se organizaron los precur­sores y comenzaron su campaña ideológi­ca. Fue la etapa en que Mariano Moreno en Argentina, Camilo Henríquez en Chi­le, Camilo Torres y Antonio Nariño en Nueva Granada, Francisco Miranda en Venezuela, Artigas en Uruguay, Morelos en México, avivaron el sentimiento pa­triótico a través de sus proclamas. Era el momento en que la ideología en torno a los derechos humanos, la libertad, la igual­dad, la independencia iban formando una mentalidad, se promovía el cambio.

Hubo una segunda fase en la cual se gestó la lucha revolucionaria. Fue la etapa de las campañas. Esta se llevó a cabo en dos núcleos: el de Nueva España que abarcaba las colonias de México y Centroamérica; y el de Suramérica, que abarcaba las colonias del Virreinato de Nueva Gra­nada, el Perú y Río de la Plata.
Esta etapa culminó con la independencia de las colonias españolas exceptuando Cuba y Puerto Rico. En ella se llevaron a cabo las luchas entre realistas y patriotas y a su vez se dividió en varias fases:

1 - Entre 1808 y 1811 cuando se consti­tuyeron las Juntas Regionales que procla­maron la independencia respecto del go­bierno afrancesado de José Bonaparte. En 1809 se presentan los primeros movimien­tos de insurrección americana, en Char­cas y en La Paz, que fueron fácilmente derrotados. En 1810 se producen las Actas de revolución, originadas en las Juntas en las cuales se proclama la decisión de conservar gobiernos autónomos, conser­vando los dominios para el rey Fernando VII. En este año, se presenta una insu­rrección en México, de tipo rural indíge­na, propiciada por el cura Miguel Hidalgo, donde se proclama la libertad. Sin embar­go son derrotados y fusilados sus líderes; continuando la lucha el cura José María Morelos, quien proclama la independen­cia en Chilpancigo en 1813.
2- La segunda fase comprende entre 1811-1814 y es cuando se conforman las primeras repúblicas en lo que se denomi­na como Patria Boba en Nueva Granada y Patria Vieja en Chile. En esta fase surge la anarquía con las pugnas políticas entre federalistas y centralistas.
3- Comprende el período de 1814 a 1816 cuando se presenta la reconquista española.
4- Entre 1816 y 1825 se llevan a cabo las campañas libertadoras que culminan en 1824 con la batalla de Ayacucho. En esta fase se enfrentan los realistas luchando por la unidad del imperio español y los patriotas por independizarse de la metró­poli.

En 1819 se crea la Gran Colombia, un estado nacional integrado por la unión de Cundinamarca, Venezuela y Quito.

A continuación unos esquemas que resumen esta temática: (para ver mejor las imágenes haga clic sobre ellas)


martes, 15 de febrero de 2011

DESCUBRIMIENTO DE NUESTRO CONTINENTE

Los portugueses inician los descubrimientos geográficos

El país más preparado para encontrar la ruta ma­rítima hacia las Indias era Portugal porque sus ma­rinos exploraban las costas africanas desde princi­pios del siglo XV. El propulsor de tales viajes fue el príncipe Enrique el Navegante (1394-1460) que perseguía un doble propósito: encontrar el reino cristiano de Etiopía para hacer una alianza religiosa-militar contra los musulmanes, y obtener oro y otros productos del África.
Después del bloqueo turco al comercio, los portu­gueses concentraron todas sus energías en encon­trar el extremo sur de África para llegar al Oriente. Así prosiguieron sus descubrimientos de la costa africana alcanzando sucesivamente la desemboca­dura del Congo (1482), el cabo de Buena Esperan­za (1487) en el extremo sur del continente, hasta que finalmente Vasco de Gama dobló dicho cabo, re­corrió el océano Indico y llegó felizmente a la costa de India (1498). Después de este éxito, los portu­gueses alcanzaron las islas de las Especias, mono­polizaron dicho comercio y fundaron un imperio colonial en las costas de África, India e islas del su­reste asiático.

Descubrimiento de un Mundo Nuevo que no figuraba en los mapas
Pocos años antes de que los portugueses llega­ran a las Indias, Cristóbal Colón propuso al rey de Portugal un atrevido proyecto de llegar hasta ellas no por el camino que intentaban seguir sino por el occidente. Su proyecto se fundamentaba en que la Tierra era redonda y por consiguiente la distancia entre Europa y Asia tenía que ser muy corta. Su error al igual que el de todos los navegantes y geó­grafos, consistía en ignorar la existencia de Améri­ca y, por tanto, en calcularle a la Tierra un volu­men seis veces menor del que tiene. Tal proyecto fue considerado una locura pues no se sabía de al­guien que se hubiese atrevido a recorrer el océano (los portugueses navegaban bordeando las costas de África).
El rey de Portugal no prestó atención al plan y Co­lón pasó a España donde con la ayuda de los frailes franciscanos fue escuchado por los Reyes Católicos. Pero la lucha final que sostenían estos contra los musulmanes y las exigencias de derechos y di­tero que reclamaba Colón para dirigir la empresa, demoraron varios años las negociaciones. Al fin triunfó la tenacidad de Colón y se firmaron entre él y los soberanos de España las Capitulaciones o contrato por el cual se le nombraba Almirante de la mar Océana, y virrey y gobernador de las tierras que descubriere, con derecho al décimo de los me­tales y al quinto de los productos que obtuviere.
En agosto de 1492 partió Colón con tres carabelas un centenar de hombres. Después de dos largos meses de travesía y ansiedad, la expedición llegó a la isla de Guanahaní, del archipiélago de las Bahamas, el 12 de octubre de 1492. Habían descubierto a América pero Colón creyó haber arribado a las indias  orientales del Asia y por eso llamó indios a los nativos.



Descubrimientos de Colón
Colón prosiguió hacia el sur descubriendo otras islas de las Bahamas, Cuba y Haití a la que llamó La Española, y regresó a España donde los Reyes Católicos le tributaron un solemne recibimiento. El Gran Almirante realizó tres viajes más continuan­do los descubrimientos de las Antillas y las costas venezolana y centroamericana.
Hombre de gran talento y excelente marino, Co­lón no tuvo éxito en el gobierno de la naciente colonia de La Española, porque en su afán de encontrar las fabulosas ciudades del Japón y Chi­na continuó las exploraciones y confió la adminis­tración a sus hermanos. Llegó a perder la simpatía de los Reyes quienes le quitaron el gobierno de la is­la y hasta le prohibieron desembarcar en ella. Mar­ginado de la corte y enfermo de artritis, Colón falle­ció en Valladolid (España) en 1506, dos años des­pués de su protectora la reina Isabel. Murió sin sa­ber o sin admitir que había descubierto un nuevo mundo pero su hazaña cambió el curso de la historia y produjo trascendentales consecuencias. Por ello, aunque Colón no fue el primer europeo que llegó a América sí fue el primero que la dio a conocer al resto del inundo y por tanto podemos continuar considerándolo el descubridor de nuestro conti­nente.

El Papa reparte las tierras y los mares descubiertos entre portugueses y españoles
En aquella época se consideraba que el Papa, co­mo vicario de Cristo, era la única autoridad de de­recho internacional que podía conceder tierras no poseídas anteriormente por príncipes cristianos. Por esta razón y para evitar competencias, los portu­gueses habían obtenido del sumo pontífice de la cris­tiandad la soberanía sobre las tierras descubiertas y que descubrieron navegando por las costas de África. Al regresar Colón de su primer viaje, los Reyes Católicos se apresuraron a solicitar del Pa­pa Alejandro VI iguales derechos sobre las tierras descubiertas y que se descubrieron navegando por el occidente. El Papa accedió pero para evitar un conflicto entre ambos reinos cristianos dictó tres bu­las (3 y 4 de mayo y 26 de septiembre de 1493) lla­madas Bulas de Demarcación por las cuales deli­mitó los dominios coloniales de España y Portugal trazando sobre el mapamundi un meridiano que pa­saba a 100 leguas al oeste de las islas de Cabo Ver­de y Azores. Todas las tierras situadas al occidente de la línea pertenecían a España; las del oriente a Portugal.

Como esta división no satisfizo al monarca portu­gués, los Reyes Católicos firmaron con él el Trata­do de Tordesillas (1494) por el cual la línea diviso­ria se corrió más al oeste: a 370 leguas de las islas de Cabo Verde. España creyó haber obtenido un gran triunfo diplomático y Portugal también pero el resultado fue inesperado: como se creía en el error de que Colón había llegado a las Indias y los portugueses aún no habían logrado llegar a ellas (todavía faltaban 4 años para la expedición de Vas­co de Gama) y como ni el Papa, ni los reyes, ni los geógrafos conocían los contornos de América ni de los océanos, la línea de demarcación no dividió las Indias ni la totalidad del océano Atlántico sino que atravesó una parte del continente suramericano. Así resultó que la ignorancia sobre las tierras y mares descubiertos benefició a Portugal que adquirió de­rechos sobre el Brasil. No demoró el monarca por­tugués en conocer el dato y envió al navegante Álvarez de Cabral quien en 1500 se posesionó de las costas brasileñas en nombre de su soberano.

Otras exploraciones confirman que América es un nuevo continente
Sin respetar los derechos exclusivos concedidos a Colón, los Reyes Católicos autorizaron viajes de exploración a otros marinos, a fin de afianzarse en la parte de las Indias que creían corresponderle por las bulas y el Tratado de Tordesillas. A estas ex­ploraciones se les llama los viajes menores y tuvie­ron lugar entre 1499 y 1500.
Alonso de Ojeda, Juan de la Cosa y Américo Vespucio recorrieron las costas de Venezuela, dán­dole este nombre al país, y las de la península de La Guajira, siendo, en este viaje cuando se descu­brió a Colombia.
Alonso Niño y Cristóbal Guerra navegaron tam­bién por las costas venezolanas y la isla Margarita con cuyas perlas se enriquecieron.
Vicente Yáñez Pinzón descu­brió y exploró las costas brasileñas y la boca del Amazonas.
Rodrigo de Bastidas bordeó nuevamente la costa venezolana, continuó hacia Colombia y descubrió la desembocadura del Magdalena.
Américo Vespucio exploró posteriormente las costas del Brasil.
Estos viajes convencieron a los Reyes Católicos, co­mo ya lo suponían muchos pilotos españoles, que Colón estaba en un error.
• Años más tarde (1513), desde la colonia fundada en el istmo de Panamá, Vasco Núñez de Balboa y sus hombres, guiados por indígenas amigos, llega­ron hasta las costas del océano Pacífico o Mar del Sur como lo llamaron. Al comprobarse que Amé­rica estaba rodeada por dos océanos no quedó duda alguna de que no era Asia sino un nuevo continente.

En búsqueda de un paso entre el Atlántico y el Pacífico se completa el conocimiento de las costas del sur
Cuando los españoles se convencieron de que América no era Asia, se dieron cuenta también de que era un obstáculo en el camino hacia las codi­ciadas islas de las Especias. Había que buscar có­mo bordearla y llegar al Asia sin navegar por las rutas y las posesiones de los portugueses. La solu­ción pareció darla el descubrimiento del Pacífico hecho por Vasco Núñez de Balboa (1513). La cerca­nía entre el Atlántico y el Pacífico a esa latitud los llevó a pensar que tenía que existir un paso o estre­cho entre ambos océanos y se dedicaron a encon­trarlo. Juan Díaz de Solís viajó hasta el sur, descubriendo y recorriendo el río de la Plata (1515) pero pereció al ser atacado por los indios; los so­brevivientes regresaron a España convencidos de que allí no estaba el estrecho buscado pero, en cam­bio, habían echado las bases de la futura conquis­ta de Argentina, Uruguay y. Paraguay.
Años más tarde (1519), Hernando de Magallanes, portugués al servicio de España partió con una gran expedición, en busca del estrecho y con el propósito de llegar a las islas de las Especias (Molucas) ya que él sostenía que tales islas pertenecían a España según el meridiano de demarcación trazado por el Tratado de Tordesillas. En 1520 encontró el anhe­lado estrecho (que lleva su nombre) en el extremo meridional del continente y en cuyo recorrido de­moró un mes. La expedición continuó por el Pací­fico (nombre que le dio Magallanes) durante varios meses de penalidades hasta tocar las islas Filipinas donde Magallanes fue muerto por los nativos. La expedición reducida a un barco y 18 hombres bajo la dirección de Juan Sebastián Elcano, regresó a Es­paña siguiendo la ruta de los portugueses. Esta he­roica hazaña tuvo un doble resultado: localizar el paso entre el Atlántico y el Pacífico, y darle la vuelta al mundo comprobando así su esfericidad.

Exploraciones de los ingleses y franceses
Inglaterra y Francia quisieron también partici­par en el reparto de las nuevas tierras descubiertas, haciendo caso omiso de las bulas papales. Así en 1497 y 1498, Sebastián Caboto y su hijo Juan, am­bos venecianos al servicio del monarca inglés, explo­raron las costas de Terranova y Labrador sin resul­tados prácticos, por lo cual Inglaterra las suspen­dió ya que no estaba en condiciones de financiar tales expediciones. Trascurrirían más de ochenta años antes de que intentara establecer colonias en América.
El rey de Francia envió al italiano Juan Verrazzano (1524) quien exploró las costas orientales de Es­tados Unidos. Diez años más tarde confió a Jacobo Cartier la búsqueda del paso entre el Atlántico y el Pacífico por el norte. Cartier realizó tres expedi­ciones en las que descubrió el río San Lorenzo y to­mó posesión del Canadá en nombre de Francia pero tuvo que regresar al fracasar en su intento de fundar colonias. Francia tenía muchos problemas in­ternos, y escasos recursos por lo que hasta el siglo XVII no reanudaría sus exploraciones al nuevo con­tinente.

Consecuencias del Descubrimiento
El descubrimiento de América y los otros des­cubrimientos geográficos realizados por los portu­gueses, trasformaron de tal manera la vida que los historiadores toman estos acontecimientos como iniciales de una nueva edad histórica: la Edad Mo­derna.
Las principales consecuencias para Europa fueron:
Europa, y con ella la civilización occidental, ini­ció su expansión por todo el mundo imponiendo sus formas de gobierno, sus sistemas económicos, su religión, sus lenguas y sus costumbres.

España y Portugal se enriquecieron y convirtie­ron en las primeras potencias del mundo. Más tar­de otros países, Inglaterra, Francia y Holanda, tam­bién se enriquecieron al conquistar territorios americanos.
El capitalismo comercial se desarrolló más aún con oro, plata y otros metales preciosos proceden­tes de América que inundaron los mercados y los bancos europeos aumentando así el poder de los burgueses (comerciantes y banqueros).
El Atlántico se convirtió en el océano comercial por excelencia decayendo el Mediterráneo en im­portancia mercantil.
Las ciencias alcanzaron gran desarrollo: la geo­grafía y la cartografía por el conocimiento de conti­nentes y océanos, la comprobación de que la Tierra es esférica, la rectificación de límites, accidentes y cálculos equivocados que se tenían; el descubrimien­to hecho por Colón
 de que la brújula o aguja mag­nética no señala exactamente hacia el norte sino que tiene una ligera desviación hacia el noroeste, etc. La astronomía se benefició al conocerse las cons­telaciones del hemisferio austral; y la comprobación de que la Tierra es esférica influyó en las observa­ciones de los sabios que llegaron a descubrir que la Tierra es la que gira alrededor del Sol y no a la inversa como erróneamente se creía. La botánica y la zoología se enriquecieron por el conocimiento de nuevas plantas y animales.
• Las técnicas de navegación se superaron hacien­do posible los viajes oceánicos con más seguridad.

En cuanto a América el descubrimiento ocasionó:
• El proceso de conquista y colonización por los europeos que puso fin a la época indígena. El con­tinente dejó de pertenecerle a los indios y sus pro­cesos de evolución cultural independiente quedaron inconclusos.
• El reparto de América entre las potencias euro­peas siendo España la que dominó las mayores su­perficies y poblaciones.
• El fin del aislamiento de América, que desde entonces quedó incorporado al resto del mundo y de manera especial al desarrollo, los intereses y los conflictos de los países europeos.
 La formación de nuestras actuales poblaciones y con el trasplante cultural de Europa se crearon instituciones sociales, económicas, políticas y reli­giosas que han influido en nuestro desarrollo has­ta el presente.

Cronología del descubrimiento:
1492 Descubrimiento de América.
1493 Bulas de demarcación y segundo viaje de Colón.
1494 Tratado de Tordesillas.
1497 Caboto recorre costas norteamericanas bajo pa­trocinio inglés.
1498 El portugués Vasco de Gama llega a las costas de la India.
          Tercer viaje de Colón.
1499 Viajes menores.
1500 Viajes menores.
          El portugués Alvarez de Cabral llega al Brasil.
1502 Cuarto viaje de Colón.
1506 Muerte de Colón.
1507 Publicación de mapas y relatos de Américo Vespucio.
1508 Se inician fundaciones en Tierra firme.
1513 Balboa descubre el Océano Pacífico.
1515 Juan Díaz de Solís descubre el Río de la Plata.
1519 Magallanes inicia su viaje.
1520 Magallanes encuentra el estrecho entre los Océanos.
1524 Verrazano explora Norteamérica en nombre de Francia.

AMÉRICA LATINA EN EL SIGLO XX

América Latina durante la primera mitad del siglo 20 . Desde principios del siglo 20, los sistemas sociales, económicos y culturales...