La paz en nuestro país en ocasiones
parece una verdadera utopía, ya que los colombianos damos la imagen de amar más
la guerra que la paz, ya que en nuestras
acciones optamos más por el rencor, la venganza y el odio generalizado. Pero, si observamos la historia de nuestra nación, ésta ha estado enmarcada en una constante lucha de poderes, en la cual las clases altas se disputan el poder utilizando a los más desfavorecidos para que luchen entre ellos y de esa menea puedan continuar con el poder. Aunque muchos no lo crean en la actualidad se está viviendo una de las etapas de menor violencia causada por el conflicto interno, motivo por el cual las otras problemáticas se volvieron más visibles, llegando a que la sociedad colombiana se polarizada entre los que desean volver al pasado y aquellos que quieren un cambio total.
acciones optamos más por el rencor, la venganza y el odio generalizado. Pero, si observamos la historia de nuestra nación, ésta ha estado enmarcada en una constante lucha de poderes, en la cual las clases altas se disputan el poder utilizando a los más desfavorecidos para que luchen entre ellos y de esa menea puedan continuar con el poder. Aunque muchos no lo crean en la actualidad se está viviendo una de las etapas de menor violencia causada por el conflicto interno, motivo por el cual las otras problemáticas se volvieron más visibles, llegando a que la sociedad colombiana se polarizada entre los que desean volver al pasado y aquellos que quieren un cambio total.
Es claro que anteriormente los gobiernos
de turno tapaban todos sus escándalos, promovían sus reformas, fomentaban la
corrupción utilizando como pantalla y sofisma de distracción, la guerra que se
vivía en las montañas y en las ciudades de nuestro país, llegando al punto de
ocultar masacres o asesinatos de políticos, líderes sociales, falsos positivos,
genocidios por filiaciones políticas, entre otros, con la finalidad de acallar los
contradictores u opositores y así de esa manera continuar con su poder.
Diálogos de Paz
(Recuperado de: http://www.colombia.com/actualidad/especiales/dialogos-de-paz/antecedentes/)
ANTECEDENTES
Nacimiento de las guerrillas revolucionarias
La historia del conflicto armado colombiano y la de
sus procesos de paz tienen su origen en la segunda mitad del siglo XX, cuando
una serie de hechos marcaron el rumbo que tomaría el país y serían el inicio de
una época denominada como “La Violencia”.
En 1953 el General Gustavo Rojas Pinilla asume la
presidencia tras un golpe de Estado y es durante su mandato que se produce la
primera amnistía en la que cientos de guerrilleros liberales del llano,
entregaron sus armas bajo el mando de Guadalupe Salcedo.
Con el objetivo de acabar con la dictadura y buscar
nuevas alternativas para darle fin al conflicto, nace en 1958 el Frente
Nacional, mecanismo que consistió en turnarse la Presidencia durante los
próximos dieciséis años. Su naturaleza excluyente y las pugnas por la posesión
de tierras ocasionaron el surgimiento de los principales grupos guerrilleros
como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, el Ejército de
Liberación Nacional, ELN, el Ejército Popular de Liberación, EPL y el
Movimiento 19, M-19.
Belisario Betancur
En 1982, con Belisario Betancur como Presidente de
la República, se impulsó un proyecto de amnistía que se convirtió en ley el
mismo año y que buscaba la desmovilización de los grupos insurgentes de la
época, a su vez, se creó la Comisión de Paz encargada de propiciar
acercamientos con los principales líderes guerrilleros.
El 28 de marzo de 1984 en el municipio de La
Uribe-Meta, la Comisión de Paz formada por el Gobierno de Betancur selló el
primer acuerdo de cese al fuego con las FARC. El compromiso buscaba promover la
modernización de las instituciones, fortalecer la democracia y establecer las
garantías para ejercer la actividad política por parte de los integrantes de la
guerrilla.
Bajo este Gobierno se reconoció a la oposición como
un actor político y como fruto de los diálogos nace la Unión Patriótica,
partido político de las FARC del cual también hacían parte comunistas,
indígenas, estudiantes, etc., sin embargo, durante esos años el partido sería
exterminado por diferentes sectores radicales del país.
Por su parte, el M-19 se alió con el EPL para
llevar a cabo negociaciones con el Gobierno de manera conjunta. Los diálogos se
establecieron en El Corinto (Cauca) y El Hobo (Huila) y concluyeron en un
acuerdo firmado el 24 de Agosto de 1984 en el cual se establecía el cese al
fuego.
Sin embargo, tras años de conversaciones, treguas y
acuerdos, los procesos de paz adelantados con los diferentes grupos
guerrilleros llegaron a su fin en el año 1985, siendo su detonante el
incumplimiento a lo pactado por parte de Gobierno y guerrilla, la falta de
garantías para ejercer la oposición, los ataques a la población civil y el
accionar de los grupos paramilitares.
Virgilio Barco
El Gobierno de Betancur abrió el camino a su
sucesor, Virgilio Barco (1986-1990) quien bajo un programa denominado como
“Iniciativa para la Paz” logró la desmovilización del M-19 el 9 de Marzo de
1990 y del EPL el 16 de Mayo del mismo año.
Pese a que la violencia se había intensificado en
los años que precedieron la administración Barco, las intenciones de llegar a
un acuerdo pacifista con las guerrillas no finalizaron. Inicialmente, el
gobierno, a través de la Consejería para la Paz, se acercó a conciliar con las
organizaciones guerrilleras, reunidas en aquel momento en la denominada
Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar.
El M-19, fatigado por la lucha y debilitado
militarmente, se acogió a las políticas pacifistas del gobierno. Entre enero de
1989 y marzo de 1990, luego de varias conversaciones, el gobierno de Barco
logró la desmovilización y disolución de esta organización armada.
Después del armisticio, los miembros del M-19, bajo
nuevas condiciones, participaron en las elecciones de alcaldes y Cámara de
1990, en las cuales obtuvieron más de 95.000 votos, tres alcaldías y un escaño
en la Cámara.
Los resultados, evidenciaron la acogida que el
extinto M-19 despertaba en algunos sectores de la población. Precisamente, esta
acogida contribuyó, más tarde, para que algunos movimientos de izquierda se
agruparan junto al M-19, y conformaran un nuevo partido: la Alianza Democrática
M-19.
Cesar Gaviria
En 1990 llega a la Presidencia del país Cesar
Gaviria (1990-1994), quien en medio del desarrollo de la Asamblea Nacional Constituyente
posibilita nuevos diálogos con la guerrilla a pesar del bombardeo a “Casa
Verde”, cuna de las FARC y detonante de la intensificación del conflicto en los
años siguientes.
Entre Abril y Junio de 1992 el Gobierno estableció
las negociaciones de paz con la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar
(conformada por las FARC, ELN y el EPL) en Tlaxcala, México. La agenda abarcaba
diez puntos, sin embargo, tras el secuestro y posterior muerte del ex ministro
Argelino Durán por parte de guerrilleros del EPL los diálogos llegaron a su fin
el 4 de mayo de 1992.
Gaviria y su Gobierno lograron acuerdos de paz con
el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), el Movimiento Indígena
Armado “Quintín Lame”, una fracción del ELN y el EPL, por su lado, las FARC
continuaron su lucha armada.
Ernesto Samper Pizano
Durante el gobierno de Ernesto Samper (1994 - 1998)
el proceso más destacado se intentó con el ELN y el EPL, en las llamadas
conversaciones de Maguncia, nombre tomado del lugar de reuniones, la ciudad de
Maguncia, en Alemania.
Este diálogo fue posible gracias a la activa y
directa participación de la sociedad civil. Tanto el ELN como el EPL tenían a
importantes líderes presos en la cárcel de Itagüí.
Cabe recordar que un actor importante en ese
proceso fue el facilitador alemán Werner Mauss, quien en noviembre de 1995
sostuvo una reunión con jefes del ELN, quienes le pidieron que acordara con el
gobierno un viaje a Europa. En 1996, Antonio García, acompañado de varios
insurgentes visitó varios países, en un periplo que incluyó al Vaticano, donde
se le dio al plan de paz una bendición de la Iglesia Católica.
Luego se realizaron encuentros en España donde en
febrero de 1998 se firmó un preacuerdo en el Palacio de Viana, de Madrid, el
cual finalmente no se concretó luego de que se filtrara a medios de prensa.
Sin embargo, los contactos se mantuvieron y en
julio de 1998 se firmó el famoso acuerdo de Puerta del Cielo, en la ciudad de
Maguncia, que contemplaba el desarrollo de una propuesta impulsada por los guerrilleros
para realizar lo que llamaron una Convención Nacional. Dicho proceso no fue más
allá de la formulación de buenas intenciones, pues no logró mayores avances.
Andrés Pastrana
Pastrana presidente entre 1998 y 2002, llevó a cabo
el último diálogo formal con las FARC, encaminando desde el inicio su política
de Gobierno hacia la búsqueda de la paz, denominado el Proceso de Paz del
Caguán.
Se creó una zona de distención en la cual fueron
despejados 42.000 kilómetros cuadrados que equivalían a cinco municipios de
Meta y Caquetá (San Vicente del Caguán, La Macarena, Uribe, Mesetas y Vista
Hermosa).
La agenda acordada contenía diez puntos y fue
llamada “Política de paz para el cambio”, en ella se contemplaban temas sobre
derechos humanos, reformas políticas y agrarias, paramilitarismo, derecho
internacional humanitario, entre otras.
El proceso se caracterizó por su falta de
organización, las irregularidades en la zona de despeje, la falta de voluntad
de las Farc y la improvisación del Estado. A su vez, se incrementó
significativamente la actividad paramilitar, los secuestros, extorsiones,
asesinatos y ataques a la población civil.
El 20 de Febrero de 2002 el proceso Pastrana - FARC
llegó a su fin tras el secuestro del ex congresista Luís Eduardo Gechem, además
en el acto, realizado en San Vicente del Caguán, el presidente Pastrana se
quedó esperando al jefe máximo de las Farc, Manuel Marulanda, quien finalmente
no llegó y su silla se quedó vacía.
Este proceso comenzó a gestarse incluso antes de
que Pastrana asumiera el cargo y se instaló formalmente el 7 de agosto de 1999.
Pese a ese tropiezo, el proceso continuó con
múltiples tropiezos generados por las acciones bélicas de los guerrilleros,
quienes cometieron múltiples atentados, secuestros y otros hechos que llevaron
a varias congelaciones. El mayor avance fue una "agenda común"
denominada "por el cambio hacia una nueva Colombia" y que fue
suscrita entre gobierno y Farc el 6 de mayo de 1999.
En el año 2000 las Farc declararon una tregua
unilateral, lo que permitió que algunos de sus miembros, encabezados por Raúl
Reyes, viajaran por varios países de Europa acompañados por el entonces Alto
Comisionado para la Paz, Víctor G. Ricardo.
Sin embargo, poco después volvieron las acciones
terroristas, como el caso del "collar bomba" colocado por un comando
guerrillero a una mujer campesina de Boyacá, para presionarla a que pagara una
extorsión. Cuando un artificiero intentó desactivarlo, la carga estalló y causó
la muerte de esta señora, Ana Elvia Cortés. Las Farc negaron su autoría, pero
el gobierno las culpó.
Posteriormente vinieron las "leyes de las
Farc", que buscaban regularizar la extorsión a los colombianos e imponer
sus propias normas a los ciudadanos, incluidos funcionarios públicos implicados
en corrupción.
El proceso finalmente se rompió el 20 de febrero de
2002 cuando los guerrilleros dinamitaron un puente por donde pasaba una
ambulancia, hecho ocurrido en Antioquia, y una célula insurgente desvió un
avión comercial, obligó a la tripulación a aterrizar en una carretera del
departamento del Huila y secuestró al congresista Jorge Eduardo Géchem.
Álvaro Uribe Vélez
Durante la administración de Álvaro Uribe, quien
gobernó en dos periodos entre 2002 y 2010, el mayor proceso fue realizado con
las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Este proceso fue enmarcado en las
conversaciones de Ralito, Córdoba, y logró la desmovilización de varias
estructuras paramilitares.
Durante su mandato se da inicio a la
desmovilización de alrededor 30.000 integrantes de las Autodefensas Unidas de
Colombia, AUC, y la entrega de los principales jefes paramilitares.
Los únicos acercamientos que se produjeron entre
Gobierno y Farc fueron acuerdos humanitarios con el fin de liberar
secuestrados. Por otro lado, se intentó dialogar con guerrilleros del ELN pero
resultaron fallidos por discrepancia entre las partes.
El proceso de desmovilización de paramilitares tuvo
permanentes cuestionamientos desde diversos estamentos nacionales e
internacionales por temas de impunidad, porque poco se informó a la opinión
pública sobre lo acordado, y porque muchas estructuras de esas organizaciones
no se desmovilizaron o volvieron a delinquir.
Juan Manuel Santos
El
presidente que en la actualidad gobierna desde el 2011 un año después de su
mandato sorprende al mundo con el anuncia de diálogos de paz con las Farc,
catalogada como una de las guerrillas más fuertes del país y la más antigua del
continente.
El
4 se septiembre del 2012 por medio de una alocución se dan a conocer el inicio
de las reuniones con los cabecillas más buscados por las autoridades.
Países
garantes del mundo como Noruega dan la aprobación y el seguimiento para que la
mesa de conversaciones inicie en La Habana, Cuba.”
Proceso de paz con las FARC
Nuestra nación ha vivido
desde hace más de 70 años un período de gran violencia, en el cual hemos tenido
más de 8 millones de víctimas, la mayoría de los cuales son
civiles. Esta violencia sin tregua ha tenido diversos actores, entre los que
encontramos guerrilleros, paramilitares, movimientos políticos, fuerzas
armadas, Bandas criminales, narcotraficantes, entre otros.
En la actualidad se está
viviendo el denominado proceso de paz con las guerrillas de las FARC, proceso
que ha dividido a nuestra nación, especialmente por la desinformación reinante
y uso de sofismas por parte de aquellos están a favor o en contra de dicho
proceso, que han llevado a un desconocimiento del mismo. No es extraño
encontrar en las redes sociales personas que se insultan constantemente debido
a las posiciones de los unos o los otros, pero lo más impresionante es que la
mayoría de las personas que han sufrido estos flagelos, especialmente en lo
referente al conflicto con las guerrillas son las primeras en elevar su voz de
esperanza, soñando con que el proceso llegue a un final satisfactorio.
EL NUEVO ACUERDO DE PAZ
(Recuperado de:
http://comunacuerdo.co/metodologias/nuevo-acuerdo-de-paz-bien-explicadito/)
Colombia tiene la oportunidad
de acabar un conflicto armado que vive hace más de cincuenta años, en el que
las principales víctimas hemos sido quienes pertenecemos a la población civil.
Guerrillas, paramilitares y Estado, han producido más de 8 millones de
víctimas, y cada día la cifra y el dolor siguen aumentando.Esta historia está llegando a su final. El 24 de noviembre de 2016 se firmó el nuevo Acuerdo Final para la terminación del conflicto armado y la construcción de una paz estable y duradera, y luego fue refrendado por el Congreso en los días 29 y 30 de noviembre. Desde que se perdió el plebiscito el 2 de octubre, miles de personas salieron a las calles a pedir Acuerdo Ya, el Acuerdo fue revisado, se incluyeron algunos temas y se hicieron precisiones para así lograr que pudiera avanzarse en la construcción de una paz estable y duradera en Colombia.
Se logró concertar una salida negociada al conflicto armado con las Farc, ahora lo que sigue es el proceso de implementación de lo acordado en La Habana, que además del fin de los enfrentamientos armados con esa guerrilla, incluye transformaciones de Colombia hacia la paz, en los temas de: (1) Reforma Rural Integral, (2) Participación Política, (3) Fin del Conflicto, (4) Drogas Ilícitas y (5) Víctimas (Acuerdo - Reparación de víctimas – Comisión de verdad – implementación y verificación – enfoque de género – Capítulo étnico).
Gracias a estas negociaciones, todos los responsables de graves violaciones a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario, incluidos algunos civiles y funcionarios del Estado, serán investigados y llevados a la Jurisdicción Especial para la Paz en un proceso que privilegia a las Víctimas, quienes obtendrán verdad, reparación y garantías de no repetición.
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