ECONOMÍA
La economía española en América, durante
la Colonia, se basó principalmente en la minería, el comercio, la ganadería y
la agricultura.
La minería. Las necesidades del capitalismo europeo
llevaron a que España centrara su atención sobre su producción. Los principales
centros mineros se encontraban en los virreinatos de Perú y Nueva España
(México), aunque otros territorios, como la Nueva Granada, también producían
metales preciosos. España requirió de ellos para sostener los gastos que le
demandaban las guerras que sostenía en Europa.
La agricultura. Se desarrolló notablemente, de manera
especial con la introducción de técnicas europeas y el cultivo de nuevos
productos como el trigo, la cebada y la caña de azúcar.
La
agricultura estaba en función de abastecer las necesidades de la gran cantidad
de mano de obra que tenían las minas. Con la decadencia de la explotación
minera en la segunda mitad del siglo XVII, aparecieron grandes haciendas y
plantaciones cuya producción se exportaba.
La ganadería. Se desarrolló
intensivamente en las regiones en donde no había una producción minera o
agrícola, o en donde las condiciones del terreno lo favorecían. Este fue el
caso de las colonias del río de la Plata, al sur del continente, o en los
Llanos Orientales.
El comercio. Generalmente estuvo
monopolizado por España bajo el control de la Casa de la Contratación de
Sevilla. Sólo hasta el siglo XVIII se desarrolló un intercambio comercial más
activo y con menos obstáculos.
Mano de obra gratuita
El éxito de estos aspectos económicos fue
posible gracias a la explotación de la mano de obra. Durante los primeros
siglos de la Colonia, los españoles organizaron la encomienda. Se
trataba de la entrega de un grupo de indígenas a un español para que los
evangelizara, pero en realidad fueron utilizados como mano de obra en la
producción agrícola y minera. Este abuso ocasionó grandes conflictos sociales
en la Colonia. Una vez suspendida la encomienda se organizó la mita.
La
mita
El sistema llamado mita, en Perú, o
Coatequil, en México, consistía en que cada grupo de indígenas estaba obligado
a enviar algunos de sus miembros a trabajar en diferentes actividades
económicas, rotando la mano de obra durante semanas o meses. Las tareas más
fuertes y que acarrearon la muerte de muchos indígenas fueron las de las
pesquerías de perlas en el mar Caribe y la minería en la región Andina.
Las
minas de Potosí
Esta mina, ubicada en Bolivia, fue
célebre por la producción de plata y por la excesiva explotación de mano de
obra indígena, lo que generó muchas muertes. En la década de 1570, se utilizó
el mercurio para aglutinar la plata. Los indígenas eran forzados a caminar
sobre grandes pozos para que el mercurio se mezclara con el mineral y separara
la plata. Por ser un elemento muy venenoso, el mercurio causó muchas pérdidas
humanas.
La
esclavitud
El sistema económico de la Colonia diezmó
gravemente a los indígenas. La codicia de los europeos por los metales
preciosos requería del trabajo de muchos hombres, por eso esclavizaron a miles
de africanos para llevarlos a las colonias americanas.
La trata o el comercio de personas
sometidas a esclavitud ya era conocida en España antes del siglo XV. Desde el
principio, el tráfico estuvo controlado por comerciantes portugueses que tenían
enclaves o factorías sobre la costa africana. La llegada de esclavizados a
América fue aceptada por la Corona como una forma de disminuir la explotación
de los indígenas y de compensar su amplia mortandad.
En el siglo XVI, mediante licencias
reales, se permitió la entrada de unos 4.000 esclavizados por año a las
colonias. La Corona recibía impuestos por cada uno de ellos. Pero la escasez de
los ingresos generados por este negocio llevó a la Corona a idear otro sistema
llamado asiento, que abrió este tráfico a particulares. Se estima que unos
300.000 africanos fueron transportados a América española entre 1550 y 1640
LA
SOCIEDAD COLONIAL
El encuentro de tres grupos tan
distintos: indígenas, africanos y europeos, fue constituyendo una sociedad
mestiza. La estructura social colonial se estratificó de acuerdo con los
colores de la piel.
En
la punta de la pirámide se encontraba el español y desde allí se iba
ramificando la sociedad de acuerdo con la “pureza” de la raza y la sangre. Así
se crearon las castas. Esto permitió a los españoles, como minoría, dominar
las inmensas mayorías.
Para consolidar la sociedad colonial fue
importante que estas mayorías de negros, indios y mestizos se unificaran con
los españoles aprendiendo su lengua, su religión y sus costumbres.
El español siempre ocupó un lugar
privilegiado en la sociedad. Sólo ellos podían acceder a los puestos de
funcionarios. Esta situación creó el recelo de los criollos, quienes eran
hijos de españoles nacidos en América, lo cual provocó en el siglo XVIII el
ambiente propicio a la independencia.
El otro poder que favoreció el
sostenimiento de esta sociedad fue la Iglesia. La Corona estableció un pacto
con el papado que recibió el nombre de Patronato Regio, mediante el cual la
Corona podía organizar la Iglesia en Indias. La evangelización fue su misión
principal. También la inquisición formó parte de las funciones de la Iglesia.
El
mestizaje en la colonia
En
los países colonizados por España, se produjo un continuo procese de mestizaje.
Esto quiere decir que los españoles tuvieron encuentros sexuales que produjeron
hijos con los indígenas y, más tarde, con los africanos esclavizados.
Los mestizos recibieron una herencia
combinada, pues biológicamente juntaban rasgos de su padre y su madre. El
mestizaje también generó múltiples combinaciones en cuanto a la herencia social
y cultural, pues se crearon nuevas maneras de clasificar a las personas, al tiempo
que las cosmovisiones y los saberes de los pueblos se intercambiaban y surgían
nuevas tradiciones. El mestizaje se dio sobre la base de relaciones de poder
muy desiguales, con expresiones claras de la violencia que caracterizaron a la
conquista y la colonización y, en gran medida, como producto de la imposición
de la voluntad de los hombres españoles.
La
vida cotidiana de las mujeres en la sociedad colonial
Las
criollas españolas tenían una vida asociada al matrimonio, se dedicaban a su
papel de madres, esposas y a enseñar los valores culturales y morales a su
familia. Aquellas que ingresaban al convento tenían la oportunidad de educarse
y desarrollar aptitudes para la música y la literatura. En algunos casos
excepcionales, algunas ejercieron labores administrativas en los negocios que
heredaban de sus maridos tras quedar viudas.
Las
mestizas, aparte de cuidar su hogar, tenían labores productivas en el comercio,
en las tareas agrícolas, o en el trabajo doméstico como sirvientas, lavanderas,
costureras y fabricantes de velas o cigarros.
Muchas
mujeres indígenas eran separadas de sus grupos y se empleaban como sirvientas o
tenían actividades en el comercio, en el que aprendían a usar la moneda y el idioma
español. Esto se debió a que la organización social de los grupos nativos fue
desestructurada por los españoles.
Las
mujeres esclavas africanas eran matronas o cuidadoras de leche de los niños,
blancos, a quienes amamantaban por igual que a sus propios hijos. Algunas
laboraban como panaderas o lavanderas en las ciudades. En el campo trabajaban
junto con sus esposos o como sirvientas de los dueños de las
haciendas o las minas. Eran propiedad de las mujeres criollas y consideradas
como objetos por la sociedad colonial, hasta la abolición de la esclavitud.
La administración colonial
La colonización fue controlada por el
Estado español a través de dos aspectos: las Leyes de Indias y un rígido
aparato burocrático.
Durante la Conquista se establecieron las capitulaciones,
que fueron contratos establecidos entre la Corona y el conquistador, los
cuales comprendían títulos, tierras y poder.
Con la organización de la Colonia
aparecieron las Leyes de Indias. Era un código jurídico mediante el cual
se sistematizaron las instituciones que organizaron la sociedad colonial. Estas
leyes concretaron la tendencia del Estado español en las colonias: el
centralismo.
Se creó para tal fin un amplio sistema
burocrático que dependía directamente del rey. Los principales organismos de
este sistema fueron:
El Consejo de Indias. Fue creado
en 1525 por Carlos V, a semejanza de otros que ya existían en España. El
consejo dictaba las leyes, vigilaba su ejecución mediante inspectores,
reglamentaba la organización administrativa y protegía a los indios. En él se
resolvían los asuntos de las colonias y nombraba a los funcionarios más
importantes.
La casa de la
Contratación. Creada en 1503 por los Reyes Católicos. Esta institución
dirigía desde Sevilla el comercio y la navegación.
La Real
Hacienda. Estaba
encargada de la administración económica y la recolección de los impuestos en
las colonias.
Para que el sistema administrativo
funcionara, se crearon inicialmente dos virreinatos: Nueva España (México) en 1534 y Perú en 1543. Los virreinatos eran extensas demarcaciones
territoriales gobernadas por un virrey,
quien era nombrado directamente por el monarca. Constituía el reemplazo
del rey en las colonias. Sólo hasta el siglo XVIII se crearon dos nuevos
virreinatos, el de la Nueva Granada y
el del Río de la Plata. Los dos
fueron segregados del Perú, por ser éste muy extenso.
Los virreinatos se dividieron a su vez en gobernaciones. El gobernador debía
rendir cuentas al virrey. A su vez, la gobernación estaba dividida en municipios, y cada uno de éstos estaba
gobernado por un ayuntamiento o cabildo, conformado por regidores. Para la administración de justicia, el
órgano más importante fue la audiencia, constituida por oidores y jueces, quienes además asesoraban al virrey en sus funciones.
Detrás de cada una de estas entidades, había un ejército de escribanos, alféreces, alcaldes y visitadores, entre otros.
Otras
potencias coloniales en América
Las riquezas que el Imperio español
comenzó a obtener con la Con-quista y la Colonización de América despertaron el
interés de otros imperios como Portugal, Francia, Holanda e Inglaterra. Cada
uno de estos reinos tuvo una historia particular en los territorios que logró
controlar y tuvo que enfrentar diversos conflictos con las poblaciones nativas,
los esclavos africanos y las demás potencias europeas por el control de las
riquezas de las colonias en América.
Portugal
El navegante portugués Pedro Álvarez
Cabral llegó en 1500 al Brasil. Esta región eventualmente se convertiría en la
principal colonia del reino portugués, pese a que al comienzo solo se establecieron
en las zonas de la costa Atlántica. Desde allí, los portugueses establecieron
contacto con las poblaciones indígenas con quienes intercambiaban productos
europeos por palo de Brasil, un árbol del cual se extraía una tintura rojiza
que se usaba para teñir telas.
Control
del territorio brasileño
A partir de 1530, la corona portuguesa
decidió impulsar la ocupación del Brasil debido a que, por tener tan poco
control del territorio, existía el riesgo de que otras potencias como España,
Holanda y Francia le disputaran su colonización. Debido a esto, en 1535, la
Corona otorgó a los nobles extensos territorios llamados capitanías, que se
extendían como franjas desde la costa Atlántica hacia el interior del
continente.
Los nobles que recibieron estos
territorios se llamaron donatarios, los cuales se comprometían a usar sus
fortunas particulares para colonizar dichas tierras y entregar la quinta parte
de todas las ganancias al rey de Portugal, para recibir a cambio privilegios
políticos y económicos.
Gobernantes y
bandeirantes: En 1548, se nombró al primer gobernador de Brasil, Tomé de
Souza, quien recibía instrucciones directas del rey y se encargaba de la administración
colonial mediante la instauración de aduanas en los puertos para recaudar impuestos.
Del sistema de justicia se encargó el ouvidor u oidor y, en 1587, se creó un
Tribunal Supremo. Posteriormente, en 1640, se creó una autoridad aún mayor, el
virrey, por medio de quienes la Corona ejerció mayor control.
En 1670, se inició el proceso de ocupación
del interior del territorio en busca de metales preciosos y mano de obra
indígena. Debido a las dificultades para importar esclavos de África, se hizo
común la organización de bandeiras, que eran hombres dedicados a capturar
indígenas del interior del territorio para ser esclavizados y obligarlos a
trabajar en las plantaciones y la ganadería. Las bandeiras estaban conformadas
por cientos de hombres que tardaban varios años en regresar con los esclavos
capturados. A estos hombres se les llamó bandeirantes.
Francia
Las primeras exploraciones francesas en
Norteamérica se realizaron en 1520. Luego, Jacobo Cartier realizó varios viajes
entre 1534 y 1536, para explorar la península de Labrador y el río San Lorenzo,
donde tuvo contacto con los indígenas hurones e iroqueses, y fundó el primer
asentamiento francés llamado Charlesbourg Royal en 1541. A principios del siglo
XVII, lo siguieron otros exploradores franceses que fundaron asentamientos en
Quebec y en las islas del Caribe, donde, entre 1635 y 1650, se apoderaron de
Martinica, Guadalupe y Granada.
En la segunda mitad del siglo XVII, se
consolidaron en el occidente de la "Española" y fundaron a Haití.
Estas colonias funcionaron como plantaciones que producían café, azúcar y ron
para el monopolio de la metrópoli francesa.
Holanda
Esta potencia aprovechó la debilidad del
Imperio español en el siglo XVII, por lo que empezó a ganar poder en el mar
Caribe, por donde circulaban las embarcaciones que llevaban las riquezas de
América hacia España.
El
Imperio de Holanda consiguió apoderarse de islas que habían estado en poder de
España, como Curacáo y Bonaire, y las empleó en la producción de azúcar. En
1630, los holandeses atacaron el nordeste de Brasil y tomaron la ciudad de
Recife pero fueron expulsados en 1650 por los portugueses.
Inglaterra
Las exploraciones inglesas comenzaron en
1497, pero la colonización se demoró hasta 1606, cuando se extendieron permisos
reales a las compañías comerciales. A diferencia de las colonias españolas y
portuguesas, en Norteamérica no había grandes poblaciones indígenas ni metales
preciosos. Sin embargo, la provincia de Virginia comenzó a producir tabaco.
Además de las compañías comerciales, llegaron otros grupos de inmigrantes que,
a finales del siglo XVII, fundaron trece colonias donde desarrollaron
manufacturas de exportación y plantaciones con mano de obra de africanos
esclavizados.
En el Caribe, los ingleses también
lograron ocupar varias islas entre 1624 y 1660, donde crearon plantaciones esclavistas
de azúcar, tabaco y cacao.
Las
trece colonias inglesas
La colonización en el sur de los Estados
Unidos fue muy semejante a la colonización portuguesa en América. Por otra
parte, las colonias del centro y norte tuvieron características muy particulares,
debido a que sus actividades no respondían directamente a los intereses del
comercio europeo.
Para finales del siglo XVII, en la costa oriental
de Norteamérica, se habían establecido trece colonias que compartieron el hecho
de tener una relativa autonomía frente al poder monárquico inglés, porque la
monarquía no las controlaba por completo. Sin embargo, esta situación se
modificó en el siglo XVIII.
Transformaciones
en el siglo XVIII
Durante el siglo XVIII, el Imperio español
tuvo varias transformaciones importantes a nivel político, económico y
administrativo.
El
cambio de dinastía
La familia austríaca de los Habsburgo había
reinado en España desde el siglo XVI. Sin embargo, en 1700 el último rey de
esta dinastía, Carlos II, falleció sin dejar hijos que heredaran su trono,
provocó la Guerra de Sucesión española entre los años de 1701 y 1713. Tras esta
guerra, el francés Felipe de Anjou, de la familia de los Borbones, fue nombrado
rey de España y de sus dominios en América y Asia. Como monarca, este noble
recibió el nombre de Felipe V y bajo su gobierno se realizaron profundos
cambios en las colonias españolas.
Las
reformas borbónicas
Fernando VI y Carlos III. Consistieron en cambios administrativos, políticos, económicos y militares para mejorar el control de la Corona sobre los territorios imperiales. Estas medidas se tomaron ante la amenaza de las demás potencias coloniales y el aumento de poder de los criollos en las colonias americanas.
video: las Reformas Borbónicas
BIBLIOGRAFÍA
Díaz
Granados, Consuelo y Salgado, Mariela (1984). Conozcamos nuestra historia 7.
Editorial Pime, Bogotá.
Borja, Jaime (1995). Procesos sociales 7.
Editorial Santillana. Bogotá
Guerrero, Manuel; Hernández, Nancy y Rivera,
José (2012). Nuevos Horizontes Sociales 7. Editorial educativa – Fondo
Educativo Panamericano. Bogotá
Pérez, J.; Marabolí, O.,
Riveros, M., Giraldo, J., Pinzón, K. y Hernández, C. (2016). Proyecto Saberes,
ser hacer sociales 7. Bogotá, Editorial Santillana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario