Es una de las regiones menos pobladas de Colombia, se encuentra cubierta de selvas y es recorrida por caudalosos y profundos ríos. La forman cuatro departamentos que tienen costa sobre el océano Pacífico, del cual recibe su nombre.
La región del Pacífico es una franja de territorio que se extiende de sur a norte entre Ecuador y Panamá, y ocupa toda la vertiente de la cordillera Occidental. La región es atravesada por grandes ríos como el Atrato, el San Juan, el Baudó, el Mira y el Patía. En el litoral o zona costera, existen numerosos golfos y bahías, como la que alberga al puerto de Buenaventura, en el departamento del Valle del Cauca. En el norte, se encuentran las formaciones montañosas de la Serranía del Baudó y, en los límites con Panamá, se halla la Selva del Darién.
El departamento del Chocó se encuentra en una posición especial, pues tiene salida tanto al mar Caribe, en el golfo de Urabá, como al Pacífico, y es el único en Colombia que tiene esta posibilidad. Es una región con una inmensa diversidad biológica, ambientes naturales, ríos y agua dulce, minerales y bosques, que se encuentran protegidos en varios Parques Nacionales Naturales. Es considerada una de las regiones más lluviosas del planeta con unos 4.000 milímetros de precipitaciones al año, que permiten el desarrollo de la selva húmeda y de extensos manglares.
La explotación de la selva, la pesca oceánica y fluvial, además de la minería, constituyen las principales actividades que sustentan a los habitantes de la región. Entre los minerales, se extraen el platino, el oro y la plata. El puerto marítimo de Buenaventura es uno de los principales del país, pues conecta a Colombia con las potencias industriales asiáticas, como China, Japón, Corea e Indonesia. Este contacto resulta vital para su desarrollo. Una actividad relevante y en crecimiento es el ecoturismo, gracias al atractivo de sus paisajes selváticos.
Debido a sus condiciones climáticas y de salubridad, esta región se encuentra bastante deshabitada. La población, en su mayor parte, es de origen afrocolombiano, con minorías de blancos y mulatos. Asimismo, existen algunas comunidades de etnias indígenas como guambíanos y paeces en las montañas del departamento del Cauca. Los habitantes son esencialmente rurales, mientras que las principales ciudades se encuentran dispersas a lo largo del territorio: Quibdó (Chocó), Buenaventura (Valle del Cauca) y Tumaco (Nariño). El litoral Pacífico, por la reunión de expresiones negras, españolas e indígenas, ofrece una diversidad maravillosa de manifestaciones culturales, presentes en danzas, cantos y ritmos como el currulao, la juga y el bunde.
A pesar de la gran riqueza de recursos naturales, es la región donde existe más pobreza y marginalidad social en toda Colombia. La infraestructura de servicios públicos es bastante precaria y presenta altos niveles de analfabetismo, mortalidad infantil, desnutrición, entre otros. Una de las principales dificultades de la región la constituye la falta de vías de comunicación en algunas poblaciones.
Por lo general, el traslado de un lugar a otro se realiza a lo largo de los ríos. La abundante selva, si bien es un obstáculo para el poblamiento humano, es una importante reserva de biodiversidad. Pero, a pesar de las medidas de protección ambiental como la creación de Parques Nacionales Naturales muchas de sus especies, entre las que se encuentran el manatí y el caimán aguja, están en vías de extinción debido a la cacería indiscriminada. Otro riesgo ambiental de esta región lo representan los proyectos de explotación forestal que empresas extranjeras tratan de implementar en la región.
La región del Pacífico se caracteriza por ser una de las más violentas, debido a la acción de los grupos armados y los narcotraficantes. Las condiciones selváticas facilitan la propagación de los cultivos ilícitos y la explotación ilegal de minas, lo que desata una guerra de poderes entre estos grupos. Los más afectados son los pobladores rurales, quienes usualmente deben abandonar sus tierras y desplazarse a las ciudades cercanas, como Cali.
El gobierno nacional, por medio de diferentes políticas, pretende invertir una gran cantidad de recursos en la región del Pacífico con el fin de mejorar muchos de sus problemas, principalmente mediante la reducción de la pobreza y la protección del medioambiente. Una de las medidas más importantes es la reforma de la legislación sobre regalías, es decir, los dineros que llegan a los departamentos como producto de la explotación de recursos.
En la región del Pacífico conviven distintos grupos culturales, producto de su desarrollo histórico. Entre ellos sobresalen principalmente grupos étnicos indígenas o descendientes de pueblos nativos y las comunidades afrodescendientes. Los grupos indígenas, que fueron genéricamente llamados chocoes por los españoles, están representados por cuatro etnias principales, que son los embera, waunana, cuna y tule. La mayor parte de ellos habita en los numerosos resguardos indígenas de la región.
Los embera o emberá: Son los más numerosos de la región, pues son aproximadamente unas 43 mil personas, que habitan entre el río Atrato, en el norte del Chocó, hasta el sur antioqueño. Poseen una estructura social definida por familias extensas que incluyen a todos los parientes consanguíneos de la madre y el padre. Tienen prohibido unirse a personas no indígenas y su vida transcurre en torno a actividades comunitarias como fiestas y mingas, que son trabajos cooperativos en los que laboran parientes y vecinos. Su economía se basa en la caza, la pesca, la recolección y la agricultura de subsistencia, en la cual se destaca el cultivo de maíz, caña de azúcar y plátano con el sistema roza o quema y siembra en el suelo. Con el tiempo, han incorporado otros cultivos como el café y el cacao. Adquieren distintas denominaciones según la zona en que habitan: en el sur de Antioquia se les llama chamí, en Risaralda, catíos y un poco más al sur, memes.
Los waunana o waunés: Están estrechamente emparentados con los embera, aunque son menos numerosos. Habitan principalmente en el sur del Chocó, en la cuenca del río San Juan. Se distinguen por sus viviendas tradicionales, llamadas tambos, que son construcciones circulares con techos en forma de cono y cubiertos de hojas de palmas. En ellas, habitan familias extensas, similares a las de los embera, en las que conviven los hijos de la pareja principal, sus parejas y sus descendientes. En la actualidad, su estructura social se ha ido modificando, por lo que tienden a formar parejas y a convivir solo con sus hijos, separados del resto de la parentela.
Construyen casas de madera sobre pilotes para evitar las inundaciones que afectan frecuentemente a esta región. Practican una agricultura de subsistencia que complementan con la caza, la pesca y la recolección. Además, las mujeres se dedican a la cestería con fibras vegetales y madera, en la que elaboran los canastos de gran calidad, cuya venta a los turistas les permite obtener ingresos complementarios.
Los cunas o tule: Habitan en la zona de la selva del Darién, cerca de la desembocadura del río Atrato en el mar Caribe, y se extienden también a Panamá. Pertenecen al mismo grupo lingüístico de los chibchas, de modo que están más relacionados con muiscas y taironas que con los grupos caribes que los rodean. En territorio colombiano, se encuentra solo una reducida cantidad de este grupo étnico, pues la mayoría habita en Panamá.
Afrodescendientes y territorios colectivos: En la actualidad, los afrodescendientes del Pacífico habitan en las ciudades y en las zonas rurales, donde se han formado los Territorios Colectivos de las Comunidades Negras (TCCN).
Los afrodescendientes de la región se han asentado preferentemente en las riberas de los ríos, a través de los cuales mantienen relaciones e intercambios con las ciudades, los resguardos indígenas y otras comunidades negras. Asimismo, muchos habitan las costas y los manglares, por lo que las actividades relacionadas con la pesca, la recolección de la piangua, la boga y la navegación marina se han vuelto parte de su identidad, como lo celebran numerosos cantos de tipo currulao y bunde, que se pueden escuchar entre los grupos musicales de la región. En ellos, se destaca el uso de la marimba, instrumento de percusión típicamente africano, que se conservó en esta área y que forma parte del patrimonio cultural de Colombia y el mundo.
SANTILLANA 7
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