lunes, 30 de marzo de 2020

LA CONQUISTA DE COLOMBIA


La Conquista del actual territorio colombiano
      A partir de 1499 y durante casi diez años, la costa Atlántica de la actual Colombia fue explorada por pequeñas expediciones con el fin de comerciar con los indios, buscar perlas y oro, y capturar nativos para llevarlos como esclavos a las islas del Caribe. El primero en tocar costas colombianas fue Alonso de Ojeda, en 1499. En su expedición venían los geógrafos Américo Vespucio y Juan de la Cosa.
    Juan de la Cosa hizo el primer mapa de las costas de la actual Colombia.
    Un año más tarde llegó a ese mismo sitio Rodrigo de Bastidas. En el recorrido que inició a partir de la Guajira,
descubrió la desembocadura de un gran río, que llamó el río Grande de la Magdalena.
    A lo largo de ese recorrido, Bastidas se encontró con tribus caribes, taironas y zenúes.
    Al comienzo, los indígenas recibían con curiosidad a los recién llegados, y les cambiaban perlas y objetos de oro por tijeritas, espejos, y otros productos llamativos de España. Pero, en muchos casos, los españoles capturaban indios para llevárselos como esclavos, y los obligaban con violencia a darles el oro. Se volvió costumbre apresar al cacique y pedir un rescate equivalente a su peso en oro.

Los primeros enfrentamientos
     La violencia produjo un cambio en la forma de relación entre indios y españoles. Los indígenas empezaron a recibir a los españoles usando sus armas, especialmente arcos y flechas envenenadas.
    La guerra que hicieron los indígenas a los españoles dejó a éstos desamparados en tierras desconocidas que no sabían aprovechar. Así, hubo momentos de tanta hambre y desesperación que, en uno de estos casos, los españoles “mataron un indio que tomaron y asaron la asadura y la comieron, y pusieron a cocer mucha parte del indio en una grande olla para llevar que comer en el batel”, según escribió Gonzalo Fernández de Oviedo, un cronista español que vivió en la región unos diez años después. Según el mismo Oviedo, estos exploradores tenían la intención, no de “servir a Dios ni al Rey, como de robar”.

La fundación de las primeras ciudades
     Por los viajes anteriores los españoles tenían una buena idea de cómo era la costa Atlántica de Colombia, pero poco sabían de lo que había más adentro. Pensaban que debía haber minas de oro y de esmeraldas, porque los indios de la costa tenían objetos de estos materiales, y no tenían minas cerca. De modo que decidieron establecerse en la región, para explorarla mejor y buscar sus riquezas.
     Mediante convenios entre el Rey y los jefes de las expediciones, se les daba a estos últimos el gobierno de los territorios que conquistaran, los cuales conformaban las gobernaciones. El gobernador era el jefe militar, el jefe de la administración y el principal juez. Además, repartía entre los demás expedicionarios, según su rango, lotes para que hicieran sus casas y tierras para que establecieran haciendas para su ganado. Como parte de la repartición, los expedicionarios recibían indios a quienes obligaban a entregarles oro y alimentos, y a trabajar para ellos. En 1508, el rey Fernando le dio el título de gobernadores a dos españoles, y les fijó sus zonas de gobierno: Diego de Nicuesa fue hecho gobernador de la región de Urabá y el Darién, y Alonso de Ojeda de la zona entre Urabá y la Guajira. Mediante una capitulación, el Rey autorizó a Nicuesa y a Ojeda a conquistar sus regiones, a establecer ciudades, a quedarse con parte del oro y otras riquezas que obtuvieran, y a gobernar las zonas que conquistaran.

San Sebastián de Urabá y Santa María la Antigua del Darién
     Ojeda hizo una expedición en la que llegó hasta Urabá. Allí fundó la primera ciudad establecida por los españoles en tierra firme del continente americano:
     San Sebastián de Urabá. La vida en esta ciudad no fue fácil para los españoles y sufrieron muchos ataques de los indios. Al cabo de un tiempo, los españoles decidieron pasarse al otro lado del golfo. Allí fundaron, en 1510, Santa María la Antigua del Darién, en el lugar donde estaba localizado el pueblo indígena de Darién. Este sitio era mejor que San Sebastián de Urabá: tenía agua dulce, los indios no usaban flechas ni venenos y cultivaban maíz y yuca. 
     Las relaciones con los indios en esta ciudad fueron pacíficas gracias a que Vasco Núñez de Balboa se hizo amigo de los caciques y de sus hijas, y prohibió que los españoles esclavizaran a los indios. De esta manera, logró que le dieran alimentos, y le ayudaran. Además, hizo que los españoles sembraran maíz y yuca, y criaran un animal que habían traído de España: el cerdo.
     Sobre este pueblo escribió un autor anónimo de la época: “Bien aderezado, más de doscientos bohíos hechos, la gente alegre y contenta, cada fiesta juegan cañas... Tenían muy bien sembradas todas las tierras con maíz y yuca, puercos hartos para comer, todos los caciques en paz”.

Las disputas entre españoles
      Balboa había asumido el gobierno de Santa María la Antigua del Darién apoyado en una rebelión en contra de Martín Fernández de Enciso. Cuando éste llegó a España, se quejó ante el Rey por el tratamiento que le había dado Núñez de Balboa. Pero, además, le dijo que había escuchado algo acerca de un “reino dorado”. El rey destituyó a Núñez de Balboa y nombró en su lugar a Pedro Arias de Dávila (también conocido como Pedrarias Dávila) que partió al mando de una gigantesca expedición compuesta por 1.500 hombres, entre quienes se encontraba Fernández de Enciso.
     Una vez en América, Pedrarias se convirtió en uno de los más crueles conquistadores causando la muerte de miles de indios. Núñez de Balboa le escribió al Rey para pedirle que pusiera fin al exterminio causado por
Pedrarias.
     Cuando Núñez de Balboa estaba a punto de partir rumbo al sur, Pedrarias lo mandó a llamar por medio de un amistoso mensaje. Engañado, Núñez de Balboa se dirigió hacia Acla, donde estaba Pedrarias. Al llegar fue hecho prisionero por Francisco Pizarro.
     Finalmente, Pedrarias consiguió que una Corte condenara a muerte a Vasco Núñez de Balboa, a quien acusó de maltratar a la tropa y de asesinato. Balboa murió decapitado en Acla, en 1517. En 1519, después de muchos padecimientos causados por el enfrentamiento con los indios, el hambre, la sed y las enfermedades, Pedrarias decidió trasladarse al otro lado del istmo y fundó la ciudad de Panamá. Cinco años después, Santa María la Antigua fue abandonada del todo.
     El desorden, la anarquía y el desenfreno reinaban en todo el territorio costero. A España llegaban las noticias de la desobediencia de los conquistadores y del desorden en estas tierras. Esto preocupó al Rey y a la Reina. Para tener un mayor control, la Corona estableció en España el Consejo de Indias para dirigir todos los asuntos relacionados con el nuevo continente. En adelante, este Consejo fue el que dictó leyes e impartió órdenes.

La fundación de Santa Marta y Cartagena
     Fracasada la conquista del Darién y Urabá, los españoles se dedicaron a otras zonas del Caribe. Rodrigo de Bastidas firmó una capitulación para crear la gobernación de Santa Marta, y fundó la ciudad en 1526. Bastidas trató de mantener buenas relaciones con los indios, y quiso limitar los maltratos a que eran sometidos. Por ello, otros españoles, que querían apoderarse rápidamente de las riquezas que encontraban, se sublevaron. Lo atacaron y acuchillaron, diciendo; “No hemos de morir aquí como esclavos”. Bastidas tuvo que irse a Cuba, donde murió.
     Los siguientes gobernadores de Santa Marta dejaron el camino libre para que sus ambiciosos habitantes hicieran desordenadas incursiones al interior del territorio para capturar indígenas y buscar riquezas. Por esta razón, vivieron en un ambiente de guerra con los indios, algunos de los cuales se fueron refugiando en las partes montañosas de la Sierra Nevada. Otros se sometieron y comenzaron a trabajar para los españoles, a aprender el castellano y a convertirse al cristianismo. Pronto el Rey nombró un obispo, y como comenzaba a preocuparse por la disminución de los indios, le ordenó que los defendiera, dándole el título de Protector de Indios.

Cartagena, “Puerta de oro de las Indias”
     El 20 de enero de 1533, Pedro de Heredia fundó San Sebastián de Calamar, la actual Cartagena de Indias. La zona era desolada y arenosa, sin agua dulce y fácilmente inundable por el mar. Pero era un lugar estratégico para un puerto.
     Heredia trató a los indios con astucia: se hacía amigo de los que le colaboraban y mataba y destruía los poblados de quienes no le entregaban el oro y sus mujeres. En las cercanías de la ciudad, Heredia encontró mucho oro porque los zenúes acostumbraban enterrar a sus parientes con piezas de oro y piedras preciosas. Las tumbas las hacían en forma de montículos de tierra que se veían fácilmente desde lejos.
Los indios zenúes eran grandes guerreros que respondieron con fiereza al saqueo de sus tumbas y a la destrucción de su mundo. Atacaron constantemente la población fundada, pero finalmente sucumbieron ante el poderío de los españoles.
     La gran cantidad de riquezas encontradas atrajo a comerciantes y aventureros en busca de fortuna. La ciudad, ubicada en un puerto natural excelente, se convirtió en sitio de comercio: allí llegaban los barcos con provisiones, herramientas, caballos y cerdos, vestidos, armas, y todo lo que necesitaban los conquistadores. Éstos pagaban a los comerciantes con el oro que habían conseguido con los indios. De este modo, el oro se iba a España y luego a otros sitios de Europa.
    Una segunda fase de la conquista de América y de las tierras que hoy son Colombia, se inició con el descubrimiento del océano Pacífico.

Al sur, más al sur
     El primer conquistador que recorrió las costas del Pacífico y penetró tierra adentro fue Pascual de Andagoya. En 1522 llegó al río Baudó, en la provincia que los indígenas llamaban Birú (actual Chocó).
     Los siguientes viajes los realizó Francisco Pizarro. Pero Pizarro había oído las noticias de un poderoso y rico imperio indígena que dominaba vastos territorios al sur y prefirió seguir en busca de éstos. Al poco tiempo encontró el imperio de los Incas.
     Diez años habían pasado desde la primera vez que Andagoya penetró en tierra colombiana. Pero hasta entonces la conquista de nuestra costa pacífica se había limitado al litoral. Las cosas cambiaron a partir de 1532. Los españoles empezaron a oír sobre la fabulosa historia de un poderoso cacique indígena que vivía tierras adentro, al que le embadurnaban su cuerpo desnudo con resinas vegetales y le pegaban oro en polvo. Lo montaban en una balsa y después de algunos ritos, el cacique se zambullía en la mitad de una laguna.
    Este fabuloso rito fue exagerado por la desbordante imaginación de los españoles. Se creó toda una leyenda sobre este misterioso y atractivo personaje a quien llamaron El Dorado. La leyenda tomó más fuerza cuando se supo que otros españoles habían encontrado grandes riquezas en las tierras de los Incas.
    Se multiplicaron las expediciones para llegar a las tierras del interior, donde habitaba el cacique Dorado.
    Pizarro, como gobernador del Perú, y Andagoya, como gobernador de la provincia de San Juan, se disputaron la conquista de la región occidental de lo que hoy es Colombia. Más tarde se unió a la disputa Pedro de Heredia, gobernador de la provincia de Cartagena.

Las primeras fundaciones en el Occidente colombiano
      Un lugarteniente de Pizarro, Sebastián de Benalcázar, entró por Quito al valle de Pasto. Durante su expedición fundó las ciudades de Pasto, Popayán, Timaná y Cali. Otro hombre del ejército de Pizarro, llamado Jorge Robledo, recorrió el mismo camino de Benalcázar, y luego se internó hacia el noroccidente, por la tierra de los quimbaya, hasta subir por el valle de Aburrá. En esta expedición, Robledo y sus hombres fundaron Cartago, Anserma y Santafé de Antioquia.

¿Quiénes vivían en estas tierras?
      La costa Pacífica y las tierras cercanas de la actual Colombia, al igual que otras regiones, estaban densamente pobladas por diversos grupos indígenas. Por escritos de algunos conquistadores y cronistas de la época, que aún se conservan, podemos saber cómo era la región y algunos aspectos de la vida de los pueblos de los indios. Tenían extensos sembrados de maíz, con el cual hacían una especie de pan, chicha, aceite y vinagre. También cultivaban papa, yuca, auyama y fríjoles. Abundaban las frutas como el melón, el aguacate, las guamas y muchas otras más. Combinaban estos alimentos con animales de caza: codornices, conejos, pavos, tórtolas, venados, puercos monteses, dantas y armadillos. Los peces menudos nunca faltaban.

La conquista del centro de Colombia
     El licenciado Gonzalo Jiménez de Quesada llegó a Santa Marta en 1535. Venía de España huyendo de la cárcel, acosado por las deudas. Jiménez de Quesada fue nombrado teniente por el gobernador de Santa Marta y recibió la orden de subir por el río de la Magdalena con el fin de hallar el camino hacia el Perú. Formó un ejército de seiscientos hombres de infantería y más de cien hombres a caballo. Llegaron hasta el valle del río Cesar. Siguieron su curso hasta su desembocadura en el río de la Magdalena y marchando por la orilla arribaron
a Tamalameque. De Santa Marta también salieron unos barcos que debían encontrarse río arriba con el ejército de tierra. Estos barcos nunca llegaron, pues habían naufragado.
     Al ver que los barcos no llegaban, Jiménez y sus hombres decidieron no esperar más y continuar el viaje. El trayecto fue terrible: los atacaban indígenas, caían enfermos, víctimas de las plagas y padecían hambre.
     Otros barcos enviados desde Santa Marta trajeron refuerzos y alimentos para continuar el viaje. Con estos barcos, el viaje río arriba fue menos duro y fácilmente llegaron a Tora, en Barrancas Bermejas, cerca de la desembocadura del río Opón. La corriente era tan fuerte que, temiendo un nuevo naufragio, decidieron dejar los barcos allí y seguir por tierra.

Remontando la cordillera
     En las Barrancas Bermejas, Jiménez de Quesada encontró a unos indígenas que transportaban sal en bloques, esmeraldas, oro y mantas de algodón de fina hechura. De ellos escuchó que en la cordillera había una región habitada por unos indígenas llamados “muiscas”. Estas noticias reanimaron a Jiménez de Quesada para subir la cordillera. Casi un año después de haber iniciado el viaje desde Santa Marta, quedaban menos de doscientos hombres. Cansados, en pésimas condiciones y descamisados llegaron a Moniquirá, donde ocurrió el primer encuentro entre españoles y muiscas.

Un altiplano tranquilo
    Avanzaron por sabanas de abundante vegetación, bordeando ríos mansos y cristalinos. Después de subir tanto monte, llegar al altiplano, fresco y de fácil caminar, fue un descanso. Atravesaron bosques de robles en los que anidaban multitud de pájaros cantores. Pasaron por lagunas y ríos en donde abundaban los peces. Esta tierra, libre de plagas y animales peligrosos, les pareció el paraíso. Habitaban estas tierras los indígenas muiscas, gente amable y pacífica. Eran hombres de fuerte musculatura, de mediana estatura, piel cobriza, pelo negro y liso que les llegaba hasta los hombros. Vestían túnicas y mantas de finas telas de algodón, decoradas con figuras geométricas y variados colores. Los nobles se adornaban con pectorales, narigueras y brazaletes hechos de oro y piedras preciosas. Algunos llevaban en su cabeza diademas de oro adornadas con plumas de vistosos colores.

La región estaba densamente poblada.
     Sus casas eran redondas con techos de paja. En las puertas y ventanas colgaban laminillas de oro, que producían un agradable sonido cuando el viento las movía, y resplandecían con el sol. Era un pueblo muy religioso y tenían muchos templos. Los bosques y las lagunas eran sitios sagrados en donde hacían ceremonias religiosas. Cerca de sus viviendas, los muiscas tenían cultivos de maíz y papa.

Entrada a la sabana
     Después de pasar por los “pueblos de la sal”, Tausa, Nemocón y Zipaquirá, el ejército español, reducido a 170 hombres, se asentó en Suba, sede del Zipa Tisquesusa.
     Este cacique trató de defender su territorio de la invasión española, enfrentándose a los invasores en una lucha desigual. Tal vez fue el único intento de los muiscas por pelear. El ejército español mató al Zipa y a varios de sus fieles hombres.
     Jiménez de Quesada se ubicó en ese sitio, al que llamó “valle de Los Alcázares” porque le recordaba un paisaje de su Granada natal. Tenía abundante agua, leña y animales de caza. La supervivencia de la tropa estaba por fin asegurada.

En busca de “El Dorado”
     Jiménez de Quesada envió a algunos de sus hombres para que fueran hasta el valle de Hunza, la actual Tunja. En ese lugar encontraron y despojaron al Zaque Quemuenchatocha de una incontable cantidad de oro y esmeraldas.
     Continuaron explorando el valle hasta llegar a Suamox, la actual Sogamoso. En ese lugar hallaron el gran templo del Sol, el más importante centro religioso muisca.

Primer asentamiento en la sabana
     Quesada trasladó su tropa cerca a Teusaquillo, caserío indígena, desde donde se podía ver el “valle de Los Alcázares”. Mandó construir doce chozas y una iglesia de techo pajizo, y tomó posesión oficial de esta región muisca el 6 de agosto de 1538, en nombre del rey de España Carlos V. La llamó: “Nuevo Reino de Granada”. En ese momento no hubo fundación de la ciudad, porque Jiménez de Quesada aún no tenía el permiso de su gobernador para hacerlo.

Llegan más conquistadores
     Poco tiempo después llegaron a la Nueva Granada otros dos conquistadores: el alemán Nicolás de Federmán, quien entró por los Llanos Orientales y Sebastián de Benalcázar, por el suroccidente.
Tanto Jiménez de Quesada, como Benalcázar y Federmán se sentían con derecho sobre las tierras recién descubiertas y se pusieron de acuerdo para viajar más tarde a España para arreglar el conflicto.
Fundación de Santa Fe
     Con la ayuda de Benalcázar, Quesada procedió a fundar la ciudad de Santa Fe. Trazaron las calles en forma de cuadrícula: de norte a sur y de este a oeste, en ángulo recto. Señalaron el lugar de la plaza mayor y en su mejor sitio, la esquina nororiental, debía ser construida la iglesia. Se demarcó el solar para la sede del gobierno y el cabildo, y se repartieron los otros solares entre los tenientes y soldados de acuerdo con su rango.
    Fueron nombrados regidores, alcaldes, alguaciles, escribanos y jefe militar. Y así, en una sencilla ceremonia, Gonzalo Jiménez de Quesada fundó la ciudad de Santa Fe, capital del Nuevo Reino de Granada, el día 27 de abril de 1539, quedando bajo el mandato de la gobernación de Santa Marta. No quedó acta de la fundación. Lo que sabemos se debe a un escrito del capitán Honorato Vicente Bernal, acompañante de Federman y testigo presencial del acontecimiento.

BIBLIOGRAFÍA
Díaz Granados, Consuelo y Salgado, Mariela (1984). Conozcamos nuestra historia 7. Editorial Pime, Bogotá.
Borja, Jaime (1995). Procesos sociales 7. Editorial Santillana. Bogotá
Guerrero, Manuel; Hernández, Nancy y Rivera, José (2012). Nuevos Horizontes Sociales 7. Editorial educativa – Fondo Educativo Panamericano. Bogotá

domingo, 29 de marzo de 2020

La conquista de América


     Durante la primera mitad del siglo XVI, los exploradores españoles se dirigieron hacia el interior del continente americano, motivados por el espíritu de cruzada y en búsqueda de riqueza. Posteriormente, los exploradores pasaron a conquistar estos territorios, dominaron los núcleos poblacionales indígenas y obtuvieron sus metales preciosos. De esta forma, se pasó de la exploración a la conquista del continente.

La empresa conquistadora
     La conquista de los nuevos territorios adoptó un método tomado de la Reconquista española, Adelantazgo, que unía la ayuda estatal y la iniciativa privada. En las Capitulaciones o contratos de descubrimiento, conquista o colonización de las Indias, el rey daba el título de Adelantado a los jefes de las expediciones, quienes costeaban estas empresas y daban una quinta parte de las riquezas obtenidas a la Corona. El adelantado o capitán de conquista podía repartir tierras y nombrar personas que debían cumplir diferentes tareas; además, podía asignar, entre los colonos, a indígenas que sirvieran con su mano de obra. A cambio, los primeros debían protegerlos y adoctrinarlos en el cristianismo. Esta práctica se conoció como encomienda.

Las etapas de la conquista del continente
     La conquista española del continente americano se llevó a cabo en varias etapas.
■ Entre 1492 y 1519. Las primeras áreas exploradas, conquistadas y colonizadas fueron las islas del Caribe. Desde allí, partieron las empresas de explotación hacia el continente americano.
■ Entre 1519 y 1550. Los españoles conquistaron el Imperio azteca, en México, y todos los territorios adyacentes de América Central, incluyendo el de los mayas, en la península de Yucatán. Además, conquistaron el Imperio inca en la cordillera de los Andes.
■ Después de 1550. El ritmo conquistador declinó y comenzó un período de afianzamiento y organización de tierras conquistadas. En aquel momento, los españoles alcanzaron los límites territoriales de su conquista: la frontera con los indígenas cazadores-recolectores de las frías tierras del sur de Chile y de la Patagonia y las selvas amazónicas. Para 1573, el concepto conquista desapareció de los documentos oficiales que hacían referencia a la incorporación de nuevos territorios al dominio español.

La conquista de México
      En 1519, el gobernador de Cuba, Diego Velázquez, organizó una expedición por la península de Yucatán. En años anteriores, había apoyado dos exploraciones que suministraron información sobre los pueblos indígenas de la zona: la de Francisco Hernández de Córdoba en 1517 y de Juan de Grijalba en 1518.
     Para comienzos de 1519, Velázquez encargó a Hernán Cortés, quien tenía solamente una misión de exploración. Sin embargo, se extralimitó en sus funciones y emprendió tareas de conquista y colonización. En abril, llegó a las costas mexicanas, fundó la ciudad de Veracruz, dirigió desde allí su campaña militar hacia Tenochtitlán y capital del Imperio azteca. En su recorrido, Cortés conoció y explotó las diferencias entre los aztecas y los pueblos indígenas sometidos por ellos, con quienes logró una alianza militar. 
     Los españoles fueron recibidos en Tenochtitlán por el emperador de los aztecas, Moctezuma, quien vio en Cortés la reencarnación de Quetzalcóatl, dios creador que retornaba a la tierra por sus dominios. Poco después, los españoles tomaron prisionero al emperador y comenzaron la ocupación y saqueo de la ciudad. Estos actos, junto con la matanza de la nobleza azteca por parte de los españoles, despertaron el odio de los indígenas, quienes expulsaron a los invasores de la ciudad el 30 de junio de 1520, en un suceso conocido como la Noche triste. Luego de una campaña militar de catorce meses, los españoles retornaron a Tenochtitlán y derrotaron a los aztecas definitivamente en agosto de 1521.

Expediciones por Centroamérica
      A partir de 1522 la conquista se dirigió hacia el sur del Imperio azteca.
      Los españoles fundaron una serie de ciudades o villas costeras y encontraron resistencia por parte de los estados maya que habitaban la región, por más de dos décadas. Entre 1523 y 1525, Pedro Alvarado, conquistó
Tehuantepec y los territorios actuales de Guatemala, El Salvador y Honduras. Alvarado había participado en las expediciones de Grijalba y en la conquista de México al lado de Cortés, quien le encomendó la tarea de explorar los territorios de Centroamérica en compañía de su hermano, Gonzalo Alvarado. Así, se enfrentaron a los indígenas kiches y kaqchiqueles, y fundaron las villas de Santiago de Guatemala, Santiago de los Caballeros y San Salvador.
     En 1523, la expedición de Cristóbal de Olid se apoderó de la zona sur del país maya, en el actual territorio de Honduras. Allí fundó la villa de Triunfo de la Cruz y se proclamó gobernante de la región. Sin embargo, Olid sostenía serias disputas con Cortés debido a sus ambiciones de conquista, razón por la cual fue capturado, procesado y ejecutado en 1524.

La conquista de Perú
      Entre 1529 y 1540, los españoles exploraron la costa pacífica de Suramérica y conquistaron el Imperio inca. En 1529, Francisco Pizarro obtuvo de la corona española, por medio de las Capitulaciones de Toledo, el derecho a conquistar las tierras ubicadas al sur de Ecuador. Así, desde Panamá se planeó y financió esta expedición, que contó con el apoyo de conquistadores como Diego de Almagro y Hernando de Soto.
En 1531, Pizarro inició su travesía conquistadora enfrentado una serie de dificultades que casi malogran su empresa. Para 1532, Pizarro y sus hombres desembarcaron al norte del Imperio inca. Para ese entonces, los incas se encontraban en una guerra civil ocurrida luego de la muerte del emperador Huayna Cápac. Este había dividido su imperio entre sus hijos Atahualpa y Huáscar que se disputaban el poder absoluto. Atahualpa había triunfado y mantenía a su hermano en prisión, y poco le interesaba la expedición de los españoles.
 El 16 de noviembre de 1532, Pizarro llegó a Cajamarca y decidió arrestar al emperador, exigiéndole un rescate equivalente a varios años de producción europea de oro y plata. A pesar del pago del rescate, Pizarro ordenó asesinar al emperador e iniciar el sometimiento de los territorios incas. En 1533, los españoles dominaron la capital del imperio que era Cuzco y, en 1535, fundaron las ciudades de Lima y Trujillo. Desde allí, la conquista se extendió hacia el resto del imperio y nuevos territorios.
La conquista de nuevos territorios
       Luego de dominar al Imperio inca, los españoles se lanzaron a explorar nuevas tierras hacia el norte y sur. Al norte, Sebastián de Belalcázar llegó a la sabana de Bogotá en 1539, mientras que Francisco de Orellana recorrió el río Amazonas ese mismo año.
     Los territorios que se extendían al sur del Imperio incaico fueron entregados por Pizarro a su compañero Diego de Almagro, quien fracasó porque no pudo derrotar la resistencia de los indígenas mapuches. Por esta razón, el territorio del actual Chile fue entregado a Pedro Valdivia, quien fundó Santiago y dio las primeras pautas en la organización de la colonia. Aun así, los araucanos continuaron con su resistencia al mando del caudillo Caupolicán. Finalmente, fueron sometidos por García Hurtado de Mendoza cuando este logró capturar al caudillo.
      La región del Río de la Plata fue explorada por Juan Díaz de Solís, pero su conquista se debió a Pedro de Mendoza, fundador de la ciudad de Buenos Aires¸ en el actual territorio de Argentina.
      Los españoles también lograron explorar las zonas ubicadas al sur del actual territorio de los Estados Unidos. Inicialmente, el territorio de la Florida fue recorrido por Juan Ponce de León; Texas, por Álvar Núñez Cabeza de Vaca y el Gran Cañón del Colorado, por Francisco Vásquez Coronado. Dichas exploraciones también fueron motivadas por la búsqueda de riquezas y oro. Sin embargo, se encontraron con la resistencia de los nativos de la región y con la inexistencia de imperios o grandes pueblos para conquistar.

Factores que incidieron en la conquista
     Una de las preguntas que tradicionalmente ha interesado a la historia es saber cómo un reducido grupo de aventureros logró someter a una inmensa población nativa organizada en sociedades, con un alto desarrollo científico, militar y económico, muchas veces superior al de los europeos.
     La derrota de las grandes sociedades indígenas se caracterizó por su rapidez y contundencia, pero solo fue posible debido a la suma de una serie de elementos especiales. Los principales factores que influyeron en la conquista fueron: la superioridad tecnológica, los conflictos internos de las sociedades indígenas, las creencias religiosas, el choque biológico y la evangelización.
La superioridad tecnológica. Esta se encontraba en el uso de armas de fuego, de hierro y la ballesta. A estas se sumaron, la utilización de caballos dentro de los ejércitos conquistadores, los cuales no eran conocidos por los indígenas.
Los conflictos internos de las sociedades indígenas. Estas diferencias fueron aprovechadas por los españoles, que establecieron alianzas militares con grupos inconformes con el dominio de aztecas e incas.
Las creencias indígenas. Las interpretaciones dadas por los indígenas a algunas de sus leyendas y su relación con los extraños facilitaron la conquista. En un principio, los conquistadores fueron tratados como dioses y lograron generar confianza, admiración y respeto entre los indígenas. Sin embargo, a medida que avanzó la conquista y la codicia de los españoles, los indígenas despertaron de su docilidad y establecieron una débil resistencia contra los invasores.
El choque biológico. Los conquistadores trajeron consigo a América bacterias y virus causantes de enfermedades, a las cuales eran inmunes los españoles. En cambio, entre los indígenas, las enfermedades provenientes de Europa, como la viruela, el sarampión, la rubéola, el tifus, la gripa y la neumonía, desencadenaron grandes epidemias que redujeron sus poblaciones.
La evangelización. Al tiempo que avanzaba la conquista, lo hacía estrechamente el proceso de evangelización. Los religiosos españoles hicieron campañas de erradicación de las religiones indígenas, acompañadas de la destrucción de ídolos y lugares de culto. Esto tuvo efectos psicológicos sobre los indígenas, puesto que la ausencia de los lugares de culto causaba inseguridad y desesperación entre los nativos; para ellos, todo eso significaba que sus dioses habían muerto o que estos los habían abandonado.

El impacto de la Conquista para los indígenas
     En resumen, algunos de los efectos que causó la conquista sobre los pueblos indígenas fueron:
• Caída demográfica. Muchos indígenas murieron por los trabajos forzados, las enfermedades y la caída de la producción agrícola.
• Desaparición de la organización política y social indígena. Pues esta fue remplazada por la organización de los colonizadores.
• Imposición de un nuevo sistema económico. Este se concentró en la extracción de recursos naturales y nuevas forma de relacionarse con la naturaleza.
• Destrucción de su cosmovisión. Por medio de la evangelización al imponer la religión católica en las colonias de España y Portugal.
• Desaparición de elementos culturales, como obras de arte, ciudades, templos, monumentos y algunas lenguas autóctonas. Se adoptaron idiomas como el portugués, el inglés y el español.


BIBLIOGRAFÍA Y CIBEGRAFÍA

https://www.educ.ar/recursos/20024/la-conquista-de-america
https://www.flickr.com/photos/arbolandante/15020897016
Pérez, J.; Marabolí, O., Riveros, M., Giraldo, J., Pinzón, K. y Hernández, C. (2016). Proyecto Saberes, ser hacer sociales 7. Bogotá, Editorial Santillana.
https://www.youtube.com/channel/UC3loD3RAic8B5S90ytaGUXw?pbjreload=10
https://pixabay.com/es/illustrations/azteca-conquistador-mexico-545745/
https://bibliotecanacional.gov.co/es-co/proyectos-digitales/historia-de-colombia/libro/capitulo1.html

EL ENCUENTRO DE DOS MUNDOS


Los normandos vinieron a América antes que Colón

      En el siglo X de nuestra era cristiana los norman­dos o vikingos, habitantes de las actuales Dinamar­ca, Noruega y Suecia, eran hábiles marinos que en frágiles embarcaciones llegaron a la isla de Islandia y de allí saltaron a Groenlandia un siglo des­pués. Alrededor del año 1007, una expedición diri­gida por Leif Erícson descubrió la isla de Terranova, la península del Labrador y las costas de los ac­tuales Estados Unidos. Sin embargo, las colonias que fundaron los vikingos en esos lugares no dura­ron mucho porque fueron destruidas por los indios. Por este motivo y porque tales expediciones no se continuaron ni fueron conocidas, el descubrimien­to de América por los vikingos no tuvo repercusión alguna ni para ellos ni para el resto de la humani­dad. América permaneció ignorada hasta su hallaz­go por Colón en 1492.

La exploración europea del mundo
      En el siglo XV, Europa experimentó un crecimiento en áreas como el comercio, las artes, la tecnología, el desarrollo de ciudades y el dominio de la religión católica. Estos elementos motivaron a los europeos a difundir su cultura a todas las regiones del mundo conocido.

Causas de los europeos para explorar el mundo
     Las principales motivaciones de los europeos para explorar el mundo fueron razones económicas e ideológicas.
• Razones económicas: durante siglos, el comercio con Oriente había dado a los europeos mano de obra y recursos, pero durante la dinastía Ming en China, la Ruta de la Seda fue clausurada generando un bloqueo comercial. Luego, las rutas terrestres también fueron cerradas por el temor al contagio de la peste negra que azotaba a Europa, y por la obligación de los mercaderes de pagar impuestos para cruzar a través de Constantinopla.
• Razones ideológicas: en el siglo XV muchos europeos participaron en los viajes de exploración porque permanecía en ellos el espíritu de las cruzadas. Además, las monarquías europeas, apoyaron las exploraciones para aumentar su poder y ganar adeptos al cristianismo.

Los avances tecnológicos
      Los europeos pudieron explorar el mundo gracias a los conocimientos que adquirieron en su contacto con la civilización islámica. Los avances más importantes se dieron en ámbitos como:

La cartografía. En el siglo XIII, los marinos italianos y portugueses desarrollaron los portulanos, que son mapas que representaban con detalle las costas, las formas de relieve y las rutas marítimas. Los libros de pilotaje incrementaron los conocimientos de la geografía.
La tecnología. Algunos instrumentos de navegación como la brújula, que fijaba las rutas, y el astrolabio, que servía para medir la altura de los astros, empezaron a utilizarse en Europa desde el siglo XV.
El diseño de embarcaciones. En el siglo XV se difundieron entre los europeos modelos de naves como la carabela y la nao que eran más apropiadas para la navegación en alta mar y más funcionales. 
Las armas. comenzaron a usar la pólvora, la. cual cambió las Lácticas militares pues permitió disparar desde largas distancias e instalar cañones en los barcos.

La expansión portuguesa
     En el siglo XV, Portugal y España fueron los primeros reinos que organizaron expediciones por el mundo. Dos factores que favorecieron este proceso fueron la experiencia marítima y la posición estratégica y favorable de la ciudad portuguesa de Lisboa y la ciudad española de Cádiz.
     En el Tratado de Alcacobas-Toledo (1479), ambos reinos se repartieron las zonas de influencia: la ruta africana de Guinea fue para Portugal y las islas Canarias fueron para Castilla. En consecuencia, durante el siglo XV, los portugueses exploraron sistemáticamente la costa occidental de África buscando una nueva ruta hacia la India. El príncipe portugués Enrique "El Navegante" impulsó este proyecto explorador mediante la creación de un centro científico y náutico en Sagres. 
     En 1415, los portugueses ocuparon la ciudad musulmana de Ceuta y en 1442 llegaron a Cabo Blanco, donde instalaron el primer asentamiento comercial permanente. Allí obtenían productos del interior de África como oro, esclavos, pimienta y marfil.
     En 1488, Bartolomé Díaz dirigió una expedición hacia el cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de África y, en 1498, Vasco da Gama zarpó desde Portugal con el objetivo de llegar a la India. Después de pasar por el cabo de Buena Esperanza, bordeó la costa oriental de África e hizo escala en varias ciudades comerciales controladas por los árabes para abastecerse de alimentos. En Malindi, Vasco da Gama embarcó a un experto piloto musulmán que lo condujo al puerto de Calicut actual ciudad de Kozhikode y de esta manera los portugueses encontraron finalmente la ruta a la India.

Los españoles en América
    Tras las exploraciones de los portugueses, los españoles iniciaron viajes marítimos en busca de establecer nuevas rutas comerciales. En principio decidieron consolidar la unidad de su reino ya que el territorio estaba dividido en dos reinos, el de Castilla y el de Aragón. Finalmente, la unión se logró con el matrimonio de Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, los Reyes Católicos, en 1469, y con la expulsión militar de los musulmanes en 1491.

Al encuentro de América
     Cristóbal Colón fue un navegante genovés que logró el respaldo de los Reyes Católicos para una expedición que pretendía descubrir la ruta al Oriente a través del océano Atlántico. Los reyes firmaron la Capitulación de Santafé, para financiar el viaje de Colón con la condición de que todos los territorios descubiertos fueran reclamados como posesiones del reino de Castilla. A cambio, Colón recibiría los títulos de Almirante, Virrey y Gobernador de las tierras que descubriese.
     El 3 de agosto de 1492, Colón partió del Puerto de Palos con tres carabelas y 190 hombres. El 12 de octubre arribó a la isla de Guanahaní a la que bautizó como San Salvador. Colón pensó que había llegado a la India y no a un continente desconocido para los europeos: América.

Otros viajes de Colón
Después de llegar a San Salvador, Colón realizó tres viajes más:
• El segundo viaje (1493-1496) Movilizó 1.500 hombres que llevaron lo necesario para establecerse. En La Española (actual Haití), Colón fundó el pueblo de La Isabela. Luego, descubrió Jamaica y retornó a España.
• El tercer viaje (1498-1500) Colón exploró la isla Trinidad y las costas de Venezuela. Al regresar a La Española fue apresado por el comisionado real Fernando de Bobadilla.
• EI cuarto viaje (1502-1504) Colón llegó a Honduras y exploró la costa de Centroamérica.
La muerte de la reina Isabel dejó a Colón sin su protectora y este murió en Valladolid en 1506.

La otra cara de este encuentro
Recuperado de http://aprende.colombiaaprende.edu.co/sites/default/files/naspublic/SOCIALES_7_B2_S6_ DOC.pdf
     A los naturales habitantes de estas tierras, totalmente aislados de los acontecimientos europeos y a los que Colón llamó indios, el encuentro de estos dos mundos les cambió radicalmente su historia: se convirtieron en objetos de dominación y de exterminio. ¿Esto cómo sucedió?
     Los españoles conquistaron y colonizaron la isla de Santo Domingo, luego Jamaica y Puerto Rico y posteriormente la isla de Cuba y tierra firme (Darién). Seguidamente, desde Cuba, organizaron la conquista de México y desde Panamá, la conquista del Perú. Los españoles, a través de la fuerza de las armas, arrebataron los dominios a los indígenas, los sometieron y, en nombre del rey y sirviendo a la Iglesia en su labor evangelizadora, los fueron exterminando poco a poco. 
    ¿Es posible que por el solo hecho de haber encontrado un territorio le otorgue el derecho a quien lo hizo, de apoderarse del mismo? ¿Por qué los españoles se adueñaron de este territorio si no les pertenecía?
Los portugueses, hábiles navegantes, pronto entraron en conflicto con los españoles a raíz de su llegada a las Indias Occidentales ya que ambos creyeron que tenían derecho a reclamarlas, lo que produjo un enfrentamiento de intereses entre los dos reinos: España y Portugal. Para evitar el conflicto, se recurrió a la intermediación del Papa Alejandro VI, quien expidió en 1493 una Bula (un documento) separando las posesiones de España y Portugal mediante una línea imaginaria trazada a 100 leguas de las islas Azores y de Cabo Verde, entregando a España las tierras al Occidente de esta línea y a Portugal las del Oriente. Más tarde, mediante la firma del Tratado de Tordesillas, España logró concertar con Portugal, que la línea anterior se corriera a 370 leguas al Occidente de las islas de Cabo Verde. Esta nueva línea le permitió a la corona portuguesa anexar a su reino las tierras de lo que hoy se conocen como Brasil oriental, nombre que le dieron a la colonia por ellos establecida en América del Sur.
    Fue tal el entusiasmo que sintieron los europeos (españoles, ingleses, franceses, holandeses, portugueses) en los primeros años de las exploraciones, que hacia 1522 ya habían logrado darle la primera vuelta al mundo y habían explorado toda la costa africana, a América, la costa sur de Asia y Oceanía. Es así como en el transcurso del siglo XVI se había explorado casi la totalidad de nuestro planeta. Se considera este tiempo como la época dorada de la Geografía que cambió toda la visión de mundo que se tenía.

Cambios en la cultura como consecuencia del encuentro de estos dos mundos
Los acontecimientos históricos se relacionan entre sí y no es posible explicarlos de forma separada. Un hecho histórico, como fue el encuentro entre estos dos mundos, influyó en los aspectos menos sospechados de la cultura y hoy América Latina, Colombia y nosotros mismos somos producto de ese proceso.
Analizaremos algunas de estas relaciones o consecuencias:
• El mar Mediterráneo perdió importancia y el océano Atlántico se convirtió en la principal vía marítima y comercial.
• Se utilizaron nuevas rutas para el comercio.
• Se amplió en conocimiento sobre la biodiversidad y se conocieron millones de nuevas plantas útiles para el hombre: el caucho, la quina, el maíz, la papa, así como también animales y aves.
• Se desintegraron las comunidades indígenas existentes a través de la explotación y el exterminio a que fueron sometidos sus naturales habitantes y se introdujo en su reemplazo al negro africano.
• Aparecieron nuevas sociedades con nuevos ordenamientos económicos y políticos, se dieron los procesos de la conquista y la colonización y se desarrolló el mestizaje en América Latina y la segregación racial en América del Norte.
• Se desarrollaron las ciencias naturales, la cartografía y la astronomía; la ciencia geográfica avanzó extraordinariamente, se comprobó la redondez de la tierra y se distinguieron los continentes y océanos.
• Las nuevas tierras se convirtieron en áreas de expansión de la religión cristiana católica y protestante.
• Los españoles adoctrinaron las masas indígenas a través de la encomienda. En el año de 1512, las leyes de Burgos crearon esta institución de orden económico, con el fin de proteger la vida de los indígenas, que por la explotación irracional que de ellos hicieron los españoles, casi desaparecen en las Antillas. Para esto un encomendero recibía tierras y un grupo de indígenas para que las trabajaran durante cinco meses con un período de descanso de 40 días. El encomendero tenía la obligación de evangelizarlos en la fe católica, enseñarles a leer y a escribir, darles tierra, comida, vestido y vivienda y no podía castigar a los indígenas con palos y azotes.
• En las nuevas tierras se levantaron templos y se establecieron las comunidades religiosas. Un siglo más tarde, en América del Norte, los emigrados protestantes, mormones, luteranos, calvinistas, llevaron sus ideas religiosas. Predominó allí el protestantismo sobre el catolicismo.
• Como consecuencia de las exploraciones, las religiones oficiales de los países conquistadores y colonizadores se impusieron en todo el mundo.
• La Iglesia fue la institución que trasmitió la cultura: creó colegios y universidades e impuso los valores culturales del blanco europeo. De esta manera se desarrolló un proceso de aculturación: imponer valores culturales diferentes, destruyendo la evolución natural de la cultura indígena.
• Políticamente, los encuentros originaron conquistas y dominaciones de las nuevas tierras del mundo. Surgieron las potencias dominadoras e imperialistas que rivalizaron por el dominio y poder como España, Portugal, Inglaterra, Holanda y Francia. En las nuevas tierras, estas potencias establecieron sus territorios coloniales, para los cuales crearon sistemas de gobierno y de control político – administrativo dando origen a las áreas político – culturales como: Hispanoamérica, Luso América y Anglo América.
• Europa extendió su poderío por todo el mundo, trasladando sus formas de vida y sus instituciones económicas, culturales y políticas. Se fortaleció el capitalismo con el oro y la plata de América, aumentando el poder de la burguesía comercial y financiera. Se originaron luchas entre las potencias por el dominio y la posesión de las tierras coloniales, ya que se convirtieron en proveedoras de materias primas y de valor metálico (oro y plata), riquezas que aumentaban el poder de los estados al fortalecer sus economías. Al imponer a las colonias la exportación de materias primas y a la vez el consumo de las manufacturas europeas, las potencias europeas generaron el proceso de dependencia económica que, con el tiempo, determinó el subdesarrollo para los territorios productores de materias primas.

BIBLIOGRAFÍA
Pérez, J.; Marabolí, O., Riveros, M., Giraldo, J., Pinzón, K. y Hernández, C. (2016). Proyecto Saberes, ser hacer sociales 7. Bogotá, Editorial Santillana.
Martínez, D., Sarmiento, B., Ibáñez, J. y Hernández, L. (2000). Camino a la universidad. Historia y geografía universal. Bogotá, Prolibros Ltda.
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http://aprende.colombiaaprende.edu.co/sites/default/files/naspublic/plan_choco/soc7_b2_s6_est.pdf
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AMÉRICA LATINA EN EL SIGLO XX

América Latina durante la primera mitad del siglo 20 . Desde principios del siglo 20, los sistemas sociales, económicos y culturales...