El ascenso de los totalitarismos
En
el período de entreguerras muchos ciudadanos estuvieron descontentos con la
forma en que las democracias respondieron a las tensiones políticas internacionales
y a los problemas económicos. Esto llevó a la aparición de regímenes
totalitarios en la Unión Soviética, Italia, Alemania, Japón y España. Aunque
existen diferentes definiciones de totalitarismo, generalmente se considera que
sus características principales son:
• La
implantación de un sistema de gobierno de un partido único.
• La
subordinación de la libertad individual al poder del Estado personificado en la
figura de un líder con poderes ilimitados.
• El
culto al nacionalismo, al militarismo y a la violencia por lo que impulsaron
carreras armamentistas que llevaron al surgimiento de nuevas guerras.
• El
uso intensivo de los medios de comunicación para adoctrinar a la población.
• La
represión sistemática de la oposición y la supresión de las libertades y los
derechos de los ciudadanos.
El fascismo en Italia: Tras
la Gran Guerra, Italia fue afectada por una inflación alta y un desempleo
creciente, lo que desencadenó una agitación social. En 1919, varias huelgas hicieron
temer a las clases medias y altas el triunfo de una Revolución comunista, por
lo cual apoyaron al líder derechista Benito Mussolini, quien ese mismo año fundó
el Partido Fascista o Fasci Italiani di Combattimento. Esta organización
reprimió de manera violenta a los militantes de izquierda y defendió un
programa nacionalista, anticomunista, antiliberal y antidemocrático.
En
octubre de 1922, Mussolini organizó la Marcha sobre Roma, donde una masiva
concentración de militantes fascistas ocupó los edificios públicos de esta
ciudad y presentó un ultimátum al Gobierno. En vista de la situación, el rey
Víctor Manuel III ofreció a Mussolini el control del gobierno. A partir de ese
momento, se buscó instalar un Estado totalitario, proceso que culminó con la
expedición, entre 1925 y 1928, de "las leyes fascistísimas" que
suprimieron las libertades individuales, cerraron el Parlamento, prohibieron
todos los partidos y los sindicatos diferentes al fascista, crearon una Policía
Política y aumentaron la intervención del Estado en la economía
.
El ascenso de Stalin en la URSS: Lenin murió en 1924 y la dirección del Partido Comunista y del Estado
Soviético pasó a ser ejercida por un reducido grupo de dirigentes entre los que
estaban Joseph Stalin, León Trotski, Lev Kamenev y Grigori Zinoviev, pero entre
ellos las luchas y los enfrentamientos eran continuos porque tenían puntos de
vista distintos. Paulatinamente fue imponiéndose Stalin, que había sido nombrado
Secretario General del Partido Comunista, en 1922.
De
forma gradual, Stalin fue acumulando poder y, para 1929 ya había impuesto una
dictadura personal caracterizada por el uso de la propaganda para ensalzar su
imagen, el dominio de los cargos del Estado por medio del Partido Comunista, el
control absoluto de la cultura y la economía y el uso del terror por medio de
la Policía Política conocida como Comisariado del Pueblo Para Asuntos Internos,
para silenciar la oposición política.
El nazismo: En 1919, Adolf
Hitler, un excabo del ejército alemán, se adhirió al Partido Nacionalsocialista
Alemán de los Trabajadores o Partido Nazi y, en 1921 asumió su liderazgo. Este
partido tuvo un carácter marginal hasta el momento en que Alemania fue afectada
por la crisis económica de 1929, entonces los nazis obtuvieron una mayor
cantidad de votos en el Parlamento y, en 1933, Hitler fue nombrado Canciller
del mariscal Hindenburg.
Rápidamente
los nazis se tomaron el poder del Estado, acusaron a los comunistas del
incendio del Reichstag, es decir del parlamento, en 1933, encarcelaron a sus
miembros y declararon ilegales a todos los partidos políticos, excepto al
partido nazi. Para asegurar su poder, Hitler ordenó asesinar a sus adversarios
dentro del partido, en la llamada "noche de los cuchillos largos" en
1934. Tras la muerte de Hindenburg, Hitler asumió el cargo de presidente y se
convirtió en el Führer, o líder supremo de Alemania. Para establecer un Estado
totalitario y asumir el control absoluto sobre la población, el partido Nazi:
• Persiguió
a los opositores con ayuda de la Policía Secreta o Gestapo y de las Escuadras
de Defensa o S. S., y los envió a campos de concentración.
• Controló
los medios de comunicación para enaltecer la figura del Führer.
• Difundió
la ideología nazi desde la escuela y, desde 1936, obligó a todos los jóvenes a
ingresar a la Juventudes Hitlerianas.
Nacionalismo japonés: Desde
el siglo XIX, Japón se convirtió en una potencia militar y económica en
ascenso. Sin embargo, su desarrollo tenía como obstáculo la falta de materias
primas y de combustibles fósiles en su territorio. Por ello, la élite dirigente
delineó un plan de expansión imperialista para obtener recursos naturales de
sus vecinos asiáticos. Gracias a este plan, las Fuerzas Armadas japonesas derrotaron
a China en 1894-1895 y a Rusia en 1904-1905. Además, durante la Primera Guerra
Mundial ocuparon las colonias de Alemania en Asia.
En
la década de 1920, el militarismo japonés se siguió consolidando y el poder
político se repartió entre el emperador y los dirigentes militares. Luego en
1931, Japón invadió Manchuria e instauró el Estado títere de Manchukuo, esto
generó la protesta de la Sociedad de Naciones y por ello, en 1933, el gobierno
japonés abandonó esta organización. En 1937, Japón invadió China.
Franquismo español: A
comienzos de la década de 1930, España entró en una etapa de modernización
política con la llegada al poder de los republicanos que instauraron libertades
individuales y políticas y separaron al Estado de la Iglesia católica. Como respuesta
fue creado el Partido de la Falange Española Tradicionalista, de tendencia
fascista. El clima de libertades políticas de la República permitió la
victoria, en 1936, del Frente Popular, un partido conformado por grupos anarquistas,
socialistas, republicanos y nacionalistas. Sin embargo, a fines de este año, el
general Francisco Franco, apoyado por las fuerzas falangistas, Italia y
Alemania, efectuó un golpe de Estado con el que instauró la Junta de Defensa
Nacional y prohibió todos los partidos, menos el Partido de la Falange. Así,
comenzó la Guerra Civil que enfrentó a los nacionalistas contra las fuerzas
republicanas. Finalmente, en 1939, luego de la tortura y el asesinato de miles
de partidarios de la República, Franco instaló su dictadura de carácter
autoritario, católica a ultranza y nacionalista.
LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Este
conflicto ocurrió entre 1939 y 1945 y provocó la aparición de un nuevo orden
mundial en que Europa pasó a tener un papel secundario a la sombra de dos
superpotencias, Estados Unidos y la URSS.
Causas de la confrontación: A
finales de la década de 1930, las potencias totalitarias —la Alemania nazi, la
Italia fascista y el Japón militarista— adoptaron una política de expansión territorial
muy agresiva. Por ello, en 1938, Alemania anexó a Austria y a la región checa
de los Sudetes, esto fue reconocido por Francia y Gran Bretaña en la
Conferencia de Múnich, pues las potencias democráticas aplicaron la Política de
Apaciguamiento, según la cual si aceptaban las conquistas alemanas evitarían
una nueva guerra. Sin embargo, ello no detuvo a Hitler, quien logró la
desmembración y la anexión de Checoslovaquia en marzo de 1939.
En
Asia, Japón inició la invasión de China en 1937 y logró que Italia y Alemania
reconocieran su Estado de Manchukuo, ubicado en la Manchuria de China. Luego,
en mayo de 1939, Alemania e Italia firmaron el Pacto de Acero para apoyarse en
caso de una guerra y en septiembre de 1940, Japón se unió a ellos a través del
Pacto Tripartito, con lo que se conformó el Eje Berlín-Roma-Tokio.
Detonantes de la guerra
En
el segundo semestre de 1939, Hitler se propuso conquistar la ciudad de Dan-zig
que, desde la firma del Tratado de Versalles, en 1919, estaba bajo el control
de Polonia y de la Sociedad de Naciones. Para preparar la invasión, Alemania
firmó en agosto de 1939 un Pacto Secreto de No Agresión con la Unión Soviética,
por el que ambos países se repartían Polonia, y la URSS obtenía Finlandia y los
Estados Bálticos.
Luego
el 1° de septiembre de 1939, los alemanes, usando el pretexto de un ataque
polaco simulado a una estación alemana de radio, invadieron Polonia. Hitler
esperaba que Francia y Gran Bretaña se limitaran a condenar el hecho, pero
estos países declararon la guerra a Alemania el 3 de septiembre.
Fases y frentes de la guerra
La
Segunda Guerra Mundial puede dividirse en dos fases, la primera caracterizada
por la ofensiva de las potencias del Eje entre 1939 y 1941 y la segunda por la
contraofensiva de los Aliados entre 1942 y 1945.
Ofensiva
de las potencias del Eje 1939-1941
En
este período, las fuerzas del Eje consiguieron significativas victorias que les
permitieron dominar gran parte de Europa y Asia Oriental.
• El
Frente Occidental. En los inicios de la guerra, las fuerzas reales enfrentadas
mostraban una amplia superioridad del Reich, a pesar de que el Reino Unido y
Francia, eran superiores en población y en recursos económicos. Así, las
fuerzas de infantería y las divisiones de operaciones terrestres ale-manas
superaban ampliamente a las de Polonia, Francia y el Reino Unido. De igual
forma predominó el poder de las fuerzas aéreas germanas. Por eso, desde
septiembre de 1939, el ejército alemán usó la Guerra Relámpago o Blitzkrieg,
que consistió en realizar bombardeos seguidos de ataques rápidos con fuerzas
móviles para impedir al enemigo realizar una defensa coherente, para someter en
poco tiempo a la mayor parte de Europa Occidental. Con esta táctica, la
resistencia polaca fue vencida en cuatro semanas.
Luego,
en abril de 1940, los alemanes ocuparon Dinamarca y Noruega, pese a que ambos
países eran neutrales. En mayo, el ejército alemán lanzó una ofensiva hacia el
occidente invadiendo Holanda y Bélgica para luego dar inicio a la batalla de
Francia. Las divisiones franco-británicas del norte de Francia fueron
acorraladas y por ello, el ejército francés pidió el armisticio en junio.
Entonces, Francia quedó dividida en una zona ocupada por los nazis y otra
dirigida por un gobierno francés colaboracionista con sede en Vichy.
El
siguiente episodio de la guerra fue la batalla de Inglaterra, allí entre julio
y octubre de 1940 la aviación alemana (Lutwatfe) bombardeó las ciudades y los
centros industriales británicos. Sin embargo, bajo el liderazgo de Winston
Churchill, los ciudadanos y la Real Fuerza Aérea resistieron el ataque e
impidieron el triunfo de Hitler en Europa.
• El
Norte de África y el Mediterráneo. En septiembre de 1940, los italianos
invadieron Egipto, pero fueron rechazados por los ingleses, esto motivó la
intervención alemana en 1941. Bajo el mando de Erwin Rommel, el Afrika Korps
permitió a las fuerzas del Eje consolidar su dominio en Libia e invadir el
Egipto británico en 1942.
En
los Balcanes, entre noviembre de 1940 y marzo de 1941, Hungría, Rumania y
Bulgaria se adhirieron al Eje; mientras que Yugoslavia y Grecia decidieron
resistir, por lo que fueron ocupadas por las fuerzas alemanas en abril de 1941.
Hasta la primavera de ese año, la guerra había tenido como escenario
fundamental el continente europeo y el norte de África. La agresión alemana a
la URSS y la del Japón a la flota naval estadounidense en el Pacífico,
ampliaron el campo de las operaciones.
• El
Frente Oriental. A pesar de haber firmado el Pacto Germano-Soviético, Hitler
siempre consideró al régimen comunista soviético como su gran ene-migo. Por
ello, en junio de 1941 inició la Operación Barbarroja, mediante la cual, un
colosal ejército de 6 millones de alemanes y sus aliados invadió la Unión
Soviética.
Inicialmente,
los alemanes lograron importantes avances. Sin embargo, la resistencia de
Leningrado y la llegada del crudo invierno ruso estancaron la ofensiva militar
alemana, lo que permitió al ejército soviético reorganizarse logística y
estratégicamente e iniciar una gran contraofensiva.
• El
Frente del Pacífico. Mientras Europa estaba en guerra, Japón avanzaba
lentamente hacia la constitución de su Imperio. En 1941, ocupó las colonias
francesas de Indochina y sus ejércitos se movilizaron hacia la India. Frente a
este impulso imperial, Estados Unidos respondió con bloqueos marítimos
comerciales, pero Japón reaccionó inmediatamente atacando la base naval
norteamericana de Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941. Este ataque fue
ejecutado sin previa declaración oficial de guerra, lo que provocó la entrada
de Estados Unidos al conflicto armado.
Al
día siguiente, Estados Unidos le declaró la guerra a Japón. Mientras que
Alemania e Italia en solidaridad con su aliado japonés declararon la guerra a
Estados Unidos. Luego de destruir la flota estadounidense en el Pacífico, el
ejército japonés obtuvo dominio del mar, lo que le permitió realizar un
contundente proceso de ocupaciones. A fines del 1942, las tropas japonesas
habían conquistado Indochina, Siam (Tailandia), Malasia, Birmania, la franja
costera de China, las islas holandesas (indonesia), Filipinas, Guam, islas
Salomón y Nueva Guinea, incluso, se extendió tanto su poder, que amenazaron a
Australia.
La contraofensiva de los Aliados 1942-1945
A
partir de 1942, el ingreso de Estados Unidos a la guerra favoreció a los
Aliados
que,
gradualmente, hicieron retroceder a las potencias del Eje hasta la derrota.
• La
contraofensiva soviética. En abril de 1942, los alemanes reiniciaron su
ofensiva en la URSS y ocuparon la ciudad de Stalingrado con el fin de abrirse
camino hacia los campos petrolíferos del Cáucaso. Sin embargo, el Ejército Rojo
contraatacó y obligó al VI Ejército alemán a rendirse en febrero de 1943. Esta
batalla ha sido considerada como la más sangrienta de la historia porque dejó
alrededor de 2 millones de muertos.
Desde
esta victoria, las tropas soviéticas iniciaron una ofensiva hacia el centro de
Europa, los alemanes trataron de detenerlos en julio de 1943 en la batalla de
Kursk, que fue el mayor combate de blindados de la historia, pero fueron
derrotados y por ello, las fuerzas soviéticas continuaron su avance liberando
los países ocupados por Alemania y para abril de 1945 llegaron a Berlín.
• El
desembarco por el sur europeo. En África del Norte, el ejército británico
derrotó en octubre de 1942 a las fuerzas alemanas en la batalla de El Alamein.
Al mes siguiente, tropas estadounidenses, británicas y de la Francia libre
desembarcaron en Marruecos y Argelia, y obligaron a los alemanes y a los
italianos a retroceder hasta que se rindieron en mayo de 1943.
Luego
en septiembre de 1943, desde sus bases en el norte de África, los Aliados
iniciaron la invasión a Italia a través de Sicilia, y fueron recibidos como
libertadores por parte de la población. Esto hizo que el rey Víctor Manuel III
depusiera a Mussolini y diera el poder al mariscal Badoglio. Entonces, Italia
pidió el armisticio y se pasó al bando aliado.
En
respuesta, los alemanes invadieron el país, rescataron a Mussolini y detuvieron
el avance aliado en Montecassino, en los montes Apeninos, y lograron mantener
el norte de Italia. Allí establecieron un Estado fascista conocido como
República de Saló que quedó al mando del dictador italiano. Sin embargo, tras
múltiples ofensivas, los Aliados lograron hacer retroceder a los alemanes y el
4 de junio de 1944 lograron liberar Roma.
Mientras
tanto, los estadounidenses contraatacaron en el Pacífico en 1942. Las batallas
aeronavales terminaron con la hegemonía naval japonesa y pusieron de manifiesto
la superioridad estadounidense. Este cambio en el curso de la guerra fue
posible por varias razones; de un lado, la intervención militar de los Estados
Unidos, y de otro, sus acercamientos con la URSS.
El Desembarco en Normandía: La
resistencia de los alemanes en Italia hizo que el mando aliado viera la necesidad
de abrir otro Frente en Europa Occidental. Además, dicho Frente había sido
pedido insistentemente por la Unión Soviética con el objetivo de reducir las
fuerzas alemanas en el oriente de Europa porque esto facilitaría al Ejército
Rojo su avance hacia Berlín.
Tras
varios meses de preparativos, el 6 de junio de 1944 —el Día D— los Aliados
realizaron una gigantesca operación de desembarco de tropas en la región
francesa de Normandía. Entonces más de 1.200 barcos de guerra, 4.200 aviones y
5.700 botes anfibios desembarcaron a casi 200.000 soldados que iniciaron su
avance hacia Alemania y liberaron a Francia en septiembre y a Bélgica en octubre.
Ante esto, en diciembre, las tropas alemanas lanzaron la Contraofensiva de las
Ardenas pero esta pudo ser detenida y, a principios de 1945, los Aliados
cruzaron el río Rin y se internaron en Alemania donde, el 25 de abril en el río
Elba, se reunieron con las tropas provenientes de la URSS.
La liberación de Europa
En
el Frente Oriental, los soviéticos invadieron los países bálticos, así como
Finlandia y Rumania en 1944. Luego en enero de 1945, ingresaron a Polonia y
Bulgaria. Entre febrero y abril, liberaron a Hungría, Checoslovaquia, Austria y
Prusia Oriental. En los Balcanes, los británicos ayudaron a la liberación de
Grecia, mientras que las guerrillas comandadas por Josip Tito liberaron Yugoslavia.
En abril de 1945,-los rusos se tomaron Berlín. Ante ello, Hitler entregó el
poder y se suicidó el 30 de abril. Se formó entonces el último gobierno del
Reich, presidido por el almirante Karl Dónitz, quien firmó la Capitulación
Incondicional de Alemania el 8 de mayo de 1945.
El fin de la guerra
La
terminación de la Segunda Guerra Mundial estuvo determinada por el progresivo
debilitamiento de los ejércitos alemanes. Los aliados los vencieron entre enero
y mayo de 1945, luego de la entrada del ejército estadounidense a la guerra,
pues el ejército nazi comenzó a sufrir derrotas y las ciudades ocupadas por
ellos empezaron a ser recuperadas.
En
mayo de 1942, en la batalla del Mar de Coral, la armada estadounidense logró
impedir que Japón invadiera Nueva Guinea. Entonces, los japoneses viendo la
importancia de los portaaviones supervivientes de Pearl Harbor, intentaron
atraerles a una trampa en Midway en junio de 1942, pero la flota japonesa fue
descubierta y cuatro de sus portaviones fueron hundidos. A partir de ese
momento, los Aliados tomaron la iniciativa en el Pacífico.
En
febrero de 1943, los Aliados detuvieron el avance de los japoneses al
derrotarlos en la batalla de Guadalcanal y, en octubre de 1944, destruyeron la
mayor parte de la flota japonesa en la batalla del golfo de Leyte en las
Filipinas. Entonces, los Aliados iniciaron su avance hacia Japón ocupando las
islas de lwo Jima (febrero 1945) y Okinawa (abril 1945). Pero esto se logró a
costa de numerosas bajas, pues el ejército japonés tenía la orden de resistir
hasta morir.
El
deseo de acabar pronto con la guerra para evitar más bajas fue el argumento que
dio el presidente Truman para ordenar el empleo de la bomba atómica, que
destruyó las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki los días 6 y 8 de
agosto de 1945, respectivamente. La rendición incondicional de Japón se firmó
el 2 de septiembre de 1945 y con ello, la Segunda Guerra Mundial terminó.
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Los efectos de la guerra
La
Segunda Guerra Mundial dejó un saldo de aproximadamente 60 millones de muertos,
35 millones de heridos, 3 millones de desaparecidos y 50 millones de personas
refugiadas. Las nuevas tecnologías armamentísticas fueron utilizadas para
atacar y aterrorizar a la población civil, como sucedió con los bombardeos
masivos sobre las grandes ciudades y el uso de las bombas atómicas.
En
los países contendientes, los daños materiales fueron considerables. Numerosas
ciudades europeas y japonesas quedaron arrasadas y la red de comunicaciones
prácticamente desapareció. La guerra también afectó las finanzas. Las enormes
deudas que los países europeos habían contraído causaron ciclos de inflación
entre 1945 y 1946. Estados Unidos, en cambio, resultó beneficiado económicamente
por la guerra, pues su renta nacional se duplicó entre 1938 y 1945.
Los Juicios de Núremberg
Tras
el fin de la guerra, los Aliados juzgaron a los criminales de guerra nazis.
Para ello, se nombraron cuatro jueces y cuatro fiscales, representantes de
Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y la Unión Soviética, que se encargaron
de juzgar a 24 líderes nazis. El juicio se llevó a cabo en la ciudad alemana de
Núremberg entre noviembre de 1945 y octubre de 1946. Once de los acusados
fueron condenados a muerte y ejecutados.
En
Núremberg, se enunció una nueva categoría jurídica: la de los "crímenes
contra la humanidad", que sentó jurisprudencia para el futuro. Además,
esta fue la primera vez que se juzgó a los causantes de una guerra y de un
genocidio. También, se estableció que nadie podía ampararse en haber recibido
órdenes de sus superiores —la llamada "obediencia debida"— para
justificar crímenes tan atroces como torturas, asesinatos o maltratos de los
detenidos.
La
legalidad de estos juicios despertó dudas en muchos expertos en leyes
inter-nacionales. Algunos cuestionaron su validez, por el hecho de que los
acusados eran sometidos a leyes dictadas posteriormente.
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Los acuerdos internacionales
Para
la reorganización de la posguerra, los líderes de las potencias aliadas
realizaron una serie de Conferencias en Teherán en noviembre de 1943, Yalta en
febrero de 1945 y Potsdam en julio de 1945. Los principales acuerdos que se
realizaron fueron:
• La
ocupación y la división de Alemania en cuatro zonas administradas por Francia,
Gran Bretaña, Estados Unidos y la Unión Soviética. Las tres primeras se
unificaron en 1949 y formaron la República Federal Alemana, mientras que la
segunda se autodenominó República Democrática Ale-mana.
• El
reconocimiento del dominio de la Unión Soviética sobre el este de Polonia,
Estonia, Lituania y parte de Finlandia y Rumania. Sin embargo, en la práctica
la URSS extendió su dominio e influencia sobre todos los países de Europa
Oriental.
• El
remplazo de la Sociedad de Naciones por la Organización de las Naciones Unidas.
• El
restablecimiento de los Estados de Yugoslavia y Checoslovaquia, que agrupaban a
varias nacionalidades.
• La ocupación militar de Japón y la pérdida de
todos los territorios que había conquistado desde fines del siglo XIX en China
y el Pacífico.
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