LA PLURICULTURALIDAD EN EL MUNDO
El término cultura proviene del latín cultus, que significa el cuidado y cultivo
de campos y ganado. Por ello, este ha evolucionado y hoy se le denomina así a una serie de elementos
materiales –modos de producción, técnicas, herramientas, comidas, etc. – e inmateriales – como conocimientos, creencias, cosmovisiones, tradiciones, normas, entre otros– compartidos por un grupo
humano. Durante las últimas décadas del siglo XX, la cultura ha asumido
un rol simbólico y trascendental en ámbitos
económicos, políticos y sociales,
en parte, debido
a los cambios
sucedidos con la Guerra Fría. En este período,
hubo un sinnúmero
de conflictos localizados, muchos de los cuales motivaron a que el ser humano se cuestionara su nacionalidad, su lengua y su religión.
La diversidad cultural
que se genera
entre personas, grupos
y territorios, refleja
la multiplicidad e interacción de costumbres, religiones, lenguas, y modos de vida que forman parte del patrimonio común de la humanidad. Para la Unesco, la diversidad cultural es fundamental para tener una vida afectiva, intelectual, moral y espiritual más enriquecedora, y es un desafío,
ya que debe ser reflejo de la tolerancia y el respeto por las lenguas, religiones y manifestaciones de todos los habitantes del planeta. Uno de los principales desafíos que impone hoy el
concepto diversidad cultural es la
aparente contradicción entre integración
y diferencia.
Para algunos, el planeta está integrado
por territorios que tienen las mismas necesidades, que tienen monedas y un mercado
común, con libre circulación de las personas
por el mundo cada vez más globalizado. Sin embargo, ante este panorama surge un aspecto
primordial: cómo lograr preservar la riqueza cultural local para no extinguirla al interactuar con otras sociedades y territorios. Este intercambio entre diversas áreas del planeta
permite valorizar los
elementos propios de la cultura
a la que se pertenece.
Además, conocer y adoptar rasgos de otras culturas
puede resultar enriquecedor. Las culturas no son estáticas, sino que evolucionan con la incorporación
de aportes de otras culturas. El problema surge cuando se sustituye
una por la otra y desaparecen manifestaciones, ya que esto empobrece
la diversidad cultural de nuestro
planeta. Los contactos
entre distintas culturas suelen ser pacíficos, a través de
las migraciones, los medios de comunicación, el turismo
o los negocios.
Pero en la historia
también han sido frecuentes los contactos violentos, cuando
un pueblo conquista a otro y le impone
su visión y tradición.
Una población diversa
La diversidad territorial de América
Latina también se manifiesta en su población. Inicialmente, América Latina estuvo habitada por un gran número
de pueblos originarios, cada uno de los cuales alcanzó
distintos niveles de desarrollo cultural y de civilización. Con la llegada de los conquistadores se produjo
el cruce entre ambos grupos, lo que dio origen al mestizaje. La disminución considerable de la población
indígena, debido al hambre,
los trabajos forzosos, las enfermedades de origen europeo,
y los sistemas
laborales de separación de hombres y mujeres, hizo necesaria
la
utilización de otro tipo de mano de obra: miles de africanos
fueron traídos a América Latina en calidad de esclavos
para trabajar en las grandes
plantaciones azucareras, en los cafetales
y en el servicio
doméstico. Con esto se inicia otro proceso
de mestizaje, singular
y característico de la región.
Por último, frente a la gran crisis económica europea del siglo XIX, se produce una nueva oleada de inmigrantes, que ahora, en calidad de refugiados, vino a sumarse
al gran abanico
étnico-cultural en que se había convertido
el espacio latinoamericano.
Los principales países receptores de estas migraciones económicas fueron Brasil, Uruguay y Argentina, lo cual dio una impronta demográfica diferente a estos países,
con una importante gravitación de la población
de origen europeo.
Así, la diversidad cultural del continente es el resultado
de un gran sincretismo cultural, que ha incorporado prácticas indígenas, africanas y europeas,
las cuales constituyen la base de la identidad
latinoamericana actual. Respecto de este tema, existe un
debate entre los especialistas: algunos de ellos hablan
de varias identidades culturales en la Región, según sea la mayor o menor influencia de la población
indígena, negra o europea, en las distintas
zonas o países. Por ejemplo,
la influencia de la población
afroamericana es baja en México y el Cono Sur, siendo muy importante en El Caribe,
Brasil y Centroamérica.
Por otro lado, en la configuración de estas sociedades multiétnicas y multiculturales se han generado
a lo largo de los siglos profundas asimetrías socio-económicas y de poder, que marginaron a amplios
grupos sociales, los que fueron
discriminados por razones de etnia,
lengua y clase
social.
Sin embargo, en las últimas
décadas ha habido un amplio reconocimiento de la diversidad cultural de América
Latina, que se ha manifestado en la valoración de las tradiciones y lenguas
de los distintos
pueblos aborígenes, y a
la necesidad de reconocer sus derechos políticos
y cívicos en las distintas comunidades nacionales.
Colombia
y su diversidad étnica
Colombia es un país de gran riqueza cultural,
étnica y lingüística, como se refleja en las costumbres y las tradiciones de
sus diferentes pueblos. La mayoría de la población colombiana es producto de la
mezcla de razas y culturas que se inició durante los procesos de la Conquista y
la Colonia. Por eso los colombianos tenemos raíces indígenas, africanas y
europeas. A esta mezcla étnica se debe la gran diversidad cultural de nuestro
país, que se resume en cuatro grupos:
La población indígena: Hace referencia a los grupos descendientes de los pueblos que habitaban
nuestro territorio al momento de la Conquista. En la actualidad, en Colombia
hay más de 80 etnias indígenas que conservan sus lenguas nativas. Las etnias
más numerosas son los wayúu, los nasa, los zenú y los embera. Los departamentos
con mayor porcentaje de población indígena son: Vaupés, Guainía, La Guajira,
Vichada, Amazonas, Cauca y Putumayo.
La población afrocolombiana: La población afrocolombiana hace referencia a
las personas que han nacido en Colombia y cuyos antepasados provienen de
regiones del continente africano.
En la actualidad, la población afrocolombiana
es de alrededor de 4 millones de personas, lo que representa el 10% de la
población total censada en el país. Por ello, Colombia es el tercer país de
América con más componente poblacional afrodescendiente, después de los Estados
Unidos y Brasil. La población afrocolombiana actualmente se encuentra distribuida
en todo el territorio nacional. Sin embargo, debido a procesos históricos y
demográficos particulares, existen regiones con mayor presencia de
afrocolombianos. Entre estas regiones se destacan la costa Pacífica, el
archipiélago de San Andrés (raizales)y
Providencia y la costa Caribe.
La población rom: comúnmente se conoce con el nombre de gitanos,
tiene su origen en los pueblos de India y Pakistán y su presencia en Colombia
es de alrededor de 5.000 personas. Esta población se encuentra agrupada en las kumpania,
que son la asociación de grupos familiares gitanos que establecen alianzas
para compartir una vida en comunidad. La población rom es itinerante y su
economía se basa en el comercio. Sus miembros conservan sus tradiciones lo que
les permite mantener su identidad cultural. Los rom hablan dos lenguas: el
romaní y el español.
La población blanca y mestiza: La población colombiana actual es
mayoritariamente de origen mestizo. El mestizaje en Colombia se inició con el
establecimiento de los colonizadores españoles en nuestro territorio y su
mezcla con la población indígena y africana. La ascendencia de los blancos
colombianos es europea, casi exclusivamente española, con excepción de San
Andrés y Providencia, donde la población blanca desciende de colonos escoceses
e ingleses principalmente.
Los
grupos oprimidos en Colombia
Dentro de una sociedad existen unos grupos que
tienen poder e influencia, mientras que otros se encuentran marginados,
excluidos u hostilizados. A estos últimos, se les denomina oprimidos. Los
oprimidos no siempre están constituidos por un número reducido de personas,
pues en ocasiones conforman la mayor parte de la población. Estos grupos, por
diversos factores, no gozan de todos los derechos que les corresponden. Por
ejemplo, a pesar de que las mujeres conforman más de la mitad de la población
en Colombia, se les considera un grupo oprimido porque no tienen las mismas
posibilidades que los hombres en muchos campos de la vida social.
La comunidad LGTB: Además del trato desigual, la comunidad LGTB es
un grupo en el que cada vez es más evidente la exclusión social y las
agresiones abiertas en diversos sectores de la sociedad. Como en muchos casos
no cuentan con la adecuada protección legal y no pueden desarrollar su vida
normalmente, una gran parte se refugia en el anonimato o se dedica a oficios
marginales y estereotipados; por lo general, sufren el menosprecio social.
El tema de los grupos oprimidos es muy
importante en nuestro país, porque, así como en otras poblaciones del resto del
mundo, en Colombia no hay homogeneidad en términos étnicos, culturales o
religiosos. Todos, en cierto modo, hacemos parte de los grupos oprimidos por
diversos motivos: por nuestro origen, por algunas de nuestras creencias e
ideas, por nuestros gustos e, incluso, porque el acceso al poder político y
económico no es similar para todos. Este hecho es aún más evidente en nuestra
realidad en la cual se observan situaciones de diferenciación tan fuertes que
un amplio sector de la población es oprimida por la exclusión en que vive.
En Colombia, los grupos que sufren una o más
formas de opresión pueden clasificarse conforme a los siguientes criterios:
-
Étnico-racial: indígenas –
afrocolombianos – inmigrantes.
-
Sexual: mujeres – comunidad LGTB
-
Religioso: Nuevos grupos
religiosos – religiones andinas
Otros: discapacitados
– personas que conviven con VIH y enfermos de sida – pobres - ancianos
Cultura
oficial y subculturas
La cultura oficial de un país es el conjunto de creencias,
costumbres y formas de vida comunes a la mayoría de la población. Pero al
interior de un país se han desarrollado subculturas, conformadas, en
principio, como grupos de respuesta frente a la cultura oficial conocidos como tribus
urbanas. Estas tribus están conformadas por jóvenes que buscan su identidad
social y se basan, en algunos casos, en ideologías antiguas bien definidas y, en
otros, responden al seguimiento de preceptos determinados por la moda.
La mayoría de las tribus urbanas tienen su
origen en otros países y sus seguidores utilizan atuendos y música
característicos. En Colombia se observa que estas tribus copian el estilo de
peinado y forma de vestir de sus homólogos en otros países, pero dejan atrás
las prácticas culturales que traen consigo estos movimientos. Las tribus
urbanas más representativas son: metachos, skaters, darks, raperos,
ñeros, punkeros, rockeros, emos, rastas, skinheads, gomelos, góticos y ftoggers.
Conoce algunos de ellos.
Skaters: El skateboard surgió como moda a
principios de la década de 1980 en EE.UU. En este caso, el look de los skaters
responde a la comodidad para hacer piruetas con el skate.
Se les reconoce por unos pantalones enormes y
unas camisetas de talla más grande que la del usuario. Suelen llevar lentes
oscuros. Les encanta practicar el skateboard y actividades similares
como el snowboard o el sandboard. Su lema es "Hazlo tú
mismo". Odian no cumplir las metas que se proponen y que les digan lo que
tienen que hacer.
Raperos: Proceden de las bandas del barrio neoyorquino
del Bronx. Su ropa busca la comodidad para pintar grafitis en las paredes. Se
les reconoce por los pantalones y las camisetas de colores chillones y tres
tallas más grandes que la suya. Suelen lucir gorras y anillos en varios dedos.
Además, llevan el pelo a lo "afro" o recogido con una pañoleta. Les
encanta el hip hop y el rap. Odian las desigualdades sociales.
Darks: Derivan de los punk. Se les reconoce
porque visten de negro. Llevan como complementos símbolos religiosos y bordados
en blusas y camisas. Además, suelen maquillarse de blanco para parecer más
pálidos. Les encanta la música new wave. Inicialmente, el grupo de
referencia fue The Cure. Posteriormente, Marilyn Manson se convirtió en
uno de los grandes exponentes darks.
Somos iguales y diferentes a la vez
Todos los seres humanos somos iguales en la
medida en que compartimos la misma naturaleza y el mismo origen. Nadie es
superior ni inferior a otro por su color de piel, sexo, idioma, costumbres, u
otras razones. Lamentablemente, la historia muestra que han existido y existen
grandes desigualdades al interior de cada sociedad: unos pocos gozan de poder y
de muchos privilegios, mientras que la gran mayoría sufre privaciones y ha
tenido que resignarse a su situación de dominados.
Cuando observamos nuestro entorno, ya sea el
familiar o el de nuestras amistades, nos damos cuenta de lo diferentes que somos,
aunque compartimos la misma dignidad y esencia. Esta diversidad es un hecho que
puede tener consecuencias positivas o negativas. Si utilizamos nuestras
diferencias para complementarnos, el resultado será positivo para todos. Pero
si tomamos las diferencias como justificación para excluir a algunos en virtud
de su discapacidad, sexo o creencias religiosas, entonces estamos convirtiendo
la diversidad en desigualdad y la diferencia, en injusticia.
La discriminación: es toda distinción, exclusión o restricción que
tiene por efecto impedir o anular el reconocimiento o el ejercicio de los
derechos y la igualdad real de oportunidades de las personas.
Todas las personas somos iguales en dignidad y,
por lo tanto, merecemos un trato equitativo. No obstante, en nuestra sociedad
se sigue discriminando a las personas por diversos motivos:
-
Porque no han tenido acceso a
una educación básica ni a una formación profesional adecuada (personas sin
educación formal).
-
Porque pertenecen a un grupo
étnico y racial distinto, han nacido en un lugar diferente o hablan una lengua
diferente.
-
Porque en función de su sexo se
cree que deben ser relegados a funciones secundarias (mujeres), o porque por su
orientación sexual se considera que deben ser marginados (comunidad LGBT).
-
Porque en razón de su
discapacidad se cree que son seres limitados para cualquier actividad
(discapacitados, enfermos).
-
Porque por su apariencia física,
que no encaja dentro de los estereotipos fijados por la moda, son objeto de
menosprecio por una sociedad que valora modelos estéticos infundados.
-
Porque carecen de los medios
económicos suficientes, para tener una calidad de vida digna.
Son muchas las
razones que se pueden citar para justificar la discriminación. Lo importante es
asumir una posición crítica frente a estas situaciones y comprender que la
diversidad humana es una oportunidad de crecimiento pues amplía nuestro
conocimiento frente a las diferentes posibilidades de entender y explicar el
mundo y que cada persona, desde su particularidad, puede ayudar a promover una
sociedad más justa y equitativa para todos.
6. Editorial Santillana, Bogotá 2010 Chile, Ministerio de Educación, 2010. Historia, Geografía
y Ciencias sociales 1. Editorial
Santillana
SÁNCHEZ,
Angélica; Muñoz, Alba y Samacá, Nubia (2012). Valores y convivencia 8. Bogotá.
Editorial Santilla
www.YouTube.com
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