LOS AZTECAS
Los antecesores
Los principales pueblos que antecedieron a los aztecas fueron los toltecas y los chichimecas.
Los toltecas llegaron al valle de México aproximadamente en el siglo X d. de C, y fundaron la ciudad de Tula como capital. Dominaron el valle y llegaron hasta la península de Yucatán, imponiendo tributos a los pueblos vecinos. Eran diestros en hacer construcciones de piedra y grandes esculturas. Trabajaron los metales y dejaron muestras de escritura en sus códices y en su calendario.
Los chichimecas eran guerreros y derrotaron a los toltecas. Destruyeron Tula y se apoderaron del territorio. Se estabilizaron hacia el año 1300 d. de C, momento en que también los aztecas llegaron a la zona. Construyeron pirá¬mides de grandes dimensiones, en las cuales mostraron sus avances y conocimientos arquitectónicos. Su dominio fue corto porque los aztecas se impusieron sobre ellos.
Los aztecas
De acuerdo con las narraciones de su mitología, su lugar de procedencia fue Aztlán por lo que luego fueron llamados aztecas. Pero la investigación histórica sólo señala que ve¬nían del norte de México y que pertenecían a la familia lingüística nahua. En el año 1325 fundaron su capital sobre dos islas en el lago Texcoco, con el nombre de Tenochtitlán. Esta, cruzada por numerosos canales navegables, fue la más hermosa de las ciudades precolombinas.
A mediados del siglo XV los aztecas ya habían consolidado su dominio en otras grandes ciudades como Texcoco y Tlacopan. Las tres ciudades formaron una confederación, a partir de la cual pudieron extender su dominio a otros pue¬blos, imponiéndoles tributo. A la llegada de los españoles el emperador de los aztecas era Moctezuma, quien gobernaba desde 1503.
La sociedad azteca se dividía en cuatro grupos, a la cabeza de los cuales estaba el emperador. El primer grupo era el de la nobleza, denominada piles, formada por la familia imperial, los príncipes de las ciudades, los sacerdotes, los jefes militares y los jefes de los capullis. El segundo grupo era el de los mercaderes, llamados pochteca, que tenía una situación económica y social privilegiada. El tercer grupo esta¬ba conformado por la mayoría: campesinos y artesanos o maceual. El último era el de los siervos y los esclavos, a los cuales se les llamaba mayegue.
Situación geográfica
Los aztecas se asentaron en el valle de Anáhuac, hoy en día valle de México. Al momento de la llegada de los españoles dominaban hasta el istmo de Tehuantepec y Guatemala, al sur.
Anáhuac es un valle de tierras fértiles y lagos. Pero no todo el territorio mexicano tiene estas características. Por el contrario, México es una tierra de grandes contrastes, donde se encuentran zonas áridas de origen volcánico, desiertos y mesetas elevadas y frías, junto a valles fértiles y llenos de vegetación.
El país posee costas sobre el océano Atlántico y sobre el Pacífico. En el Atlántico tiene el golfo de México, de gran extensión y amplitud, cuyas tierras son muy favorables para la agricultura. Fue el hábitat de los pueblos huastecas, totonaco y olmeca, antes de la llegada de los aztecas. Por su parte la costa del océano Pacífico es más pequeña y difícil para el desarrollo de la vida del hombre. Esto limitó las posibilidades de desarrollo de las culturas que la habitaron, como la mixteca y la zapoteca.
La economía
Gracias al desarrollo del sistema de riego, los aztecas lograron una importante producción agrícola, principalmente de maíz, fríjol, cacao y aguacate. Para los cultivos utilizaban fertilizantes, como los excrementos humanos y también la quema de terrenos. Para sembrar utilizaron una especie de arado rústico que ayudaba a remover la tierra.
El comercio y la metalurgia eran otras dos actividades importantes de la vida económica de los aztecas.
Administración y producción
La principal unidad social de los aztecas era el calpulli, que estaba conformado por familias con un mismo antepasado. Cada calpulli poseía sus propios dioses, sus jefes y un trozo de tierra para ser cultivado en común. Varios calpullis conformaban un calpullec, o célula productiva mayor, que contaba con un administrador encargado de ordenar y organizar los tipos de cultivo y los diferentes tributos destinados al sostenimiento del emperador y del ejército.
Los jefes de los calpullis conformaban el gran consejo, cuyas funciones versaban sobre aspectos administrativos y judiciales. La reunión de varios capullec daba origen a una provincia, o región más grande de producción manejada por un administrador mayor, llamado tecutli.
La fe y la guerra
La religión fue un elemento muy importante en la vida de los aztecas. Estos creían en la existencia de muchos dioses, presentes en los elementos de la naturaleza. A su vez estos dioses, que se dividían en buenos y malos, estaban permanentemente en conflicto.
Los principales dioses fueron Huitzilopóchtli, dios del sol y de la guerra, y Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, dios de la sabiduría.
La guerra era un complemento necesario de la religión azteca, pues gracias a ella podían capturar los prisioneros que serían ofrecidos como víctimas de los dioses. A su vez, los guerreros aztecas que morían en combate iban a habitar al lugar donde vivían los dioses.
Los sacerdotes, que jugaron un papel muy importante en esta sociedad enseñaban en las escuelas o cálmecac, preparaban el culto y los ritos y empleaban la escritura jeroglífica y los símbolos religiosos.
La ciencia
Tratando de encontrar solución a sus necesidades, los aztecas lograron un importante desarrollo de las ciencias. Uno de sus logros fue el calendario, aunque no tan exacto como el de los mayas. Constaba de dos tipos: uno ritual, utilizado con fines de adivinación, y otro civil o solar.
En matemáticas practicaron el sistema vigesimal o de base veinte.
Desarrollaron la escritura jeroglífica, que fue ampliamente utilizada en los códices, escritos en papel. En ellos dejaron testimonio de su historia, de sus creencias, de su cultura. La mayoría de estos códices fueron destruidos por los españoles.
En el arte los aztecas se destacaron en la elaboración de adornos hechos con plumas o arte emplumado, e igualmente lo hicieron en el trabajo con piedras preciosas.
Sin embargo, la principal expresión de su arte nos llegó a través de sus esculturas, por medio de las cuales expresaron su sentimiento religioso y su forma de pensar.
La cultura azteca supo aprovechar los aportes de las culturas anteriores, las cuales asimiló y transformó dándoles un sello muy particular.
A CONTINUACIÓN VEREMOS UN VIDEO DE LA SERIE EXPLORADORES DE LA HISTORIA RELACIONADOS CON EL PUEBLO AZTECA
LOS INCAS
Los antecesores
A diferencia de los mayas y los aztecas, los incas no conocieron la escritura. Este hecho ha dificultado el conocimiento de sus antepasados. Por este motivo los estudiosos se han valido de los vestigios arqueológicos, la mitología y la tradición oral. También han sido útiles los escritos de los primeros españoles que habitaron la región.
Para comprender la cultura inca se hace necesario referirnos a los principales pueblos que la precedieron.
• Los mochica. Se desarrollaron en la región costera y construyeron enormes pirámides, una de ellas llamada Huaca del Sol, construida con 130 millones de adobes. Hicieron magníficos caminos y crearon un sistema de correos llamado chasqui.
• Los nazca. También de la costa, dejaron una misteriosa red de líneas sobre la arena del desierto, que se asemeja a una pista de aterrizaje.
• El imperio de Tihuanaco. Se desarrolló en la parte alta de los Andes, entre Perú y Bolivia.
Este pueblo dejó testimonio de sus ideas religiosas y culturales, por medio de sus magníficas construcciones arquitectónicas ubicadas principalmente en la ciudad de Tihuanaco, cerca del lago Titicaca.
Orígenes y expansión
El origen de los incas es aún incierto; su llegada al Cuzco se remonta a la leyenda mítica de 4 hermanos y 4 hermanas que se creían hijos del dios Sol; estos comenzaron a emigrar y con el trascurso del tiempo fueron desapareciendo, menos Ayar Manco, conocido como Manco Cápac, y Mama Ocllo, quienes decidieron casarse y fundar la dinastía incaica, fijando su capital en Cuzco, alrededor del 1200 d. de C, sometiendo a las culturas existentes.
El verdadero Imperio Incaico y su dominio sobre la región andina data de 1438 cuando sube al trono el inca Pachacuti o inca Yupanqui, quien decide hacer frente a las regiones pre-incaicas, como la Confederación de los Chancas que mantenía un gran dominio sobre la región. Los incas salen victoriosos del encuentro, los domina y comienzan desde esta fecha su expansión hacia el norte y sur de la región andina. Impuso el sistema de los mitas. Es por este método que se logró la unificación del reino; consistía en trasladar hombres de regiones pre-incaicas a regiones incaicas y tomar hombres de esta región para trasladarlos a lugares pre-incaicos, para así formar un solo imperio, unificado bajo una sola lengua, la quechua, y la adoración principalmente al dios sol o Inti y el culto a Huiracocha o Viracocha, el dios creador, el héroe.
Los historiadores, por su parte, coinciden al afirmar que los incas descienden de los collas, grupo que surgió al desaparecer el imperio de Tihuanaco. También se ha comprobado que existió una estrecha relación entre los incas y los mayas, pues sus mitos sobre el origen del mundo son muy parecidos.
El mito inca más representativo recibe el nombre de Pachamama y se asemeja al Popol Vuh de los mayas.
Los emperadores que siguieron a Pachacuti lograron extender su dominio por medio de la expansión militarista, abarcando el Imperio el control sobre la actual república de Perú, parte de Ecuador, Chile, noroeste de Argentina y el altiplano boliviano.
Después de Manco Cápac gobernaron otros doce emperadores, siendo el último Atahualpa quien murió a manos de los españoles dirigidos por Francisco Pizarro, el conquistador del Perú. El Imperio Incaico duró, hasta el año 1532 cuando se llevaron a cabo los primeros desembarcos de Pizarro, que destruyeron esta gran cultura.
Costumbres incaicas
Formaron una sociedad endogámica que practicó la poligamia para la clase alta y todos aquellos que pudieran sostenerla. Su vida giraba en torno a la religión politeísta; adoraban las fuerzas de la naturaleza: el trueno, el agua, las estrellas, las montañas; sin embargo, tuvieron como principales dioses a Viracocha y al dios solar; sin él no crecían los sembrados, por lo que había que ganarse sus favores mediante ceremonias, ritos, sacrificios humanos, ofrendas, construcciones arquitectónicas y otras.
Se practicó la guerra con fines imperialis¬tas y religiosos; algunos de los prisioneros de guerra eran sacrificados a sus dioses en acción de gracias y otros quedaban reducidos a la esclavitud. Fue una comunidad que estuvo educada a actuar en bien del Imperio, no se podía robar, mentir, ni cometer traiciones, pues estaba castigado por las leyes tan severas que tenían.
Al pueblo no le faltaba nada; el emperador velaba porque todos tuvieran alimentos, vestidos e implementos; era una organización donde no se permitía la propiedad privada; todo era de la comunidad.
Existió un grupo de mujeres privilegiadas que eran escogidas por su belleza y tenían como función tejer los vestidos del emperador, los cuales eran los mejores del Imperio; eran las vírgenes del sol, las encargadas de cuidar el templo, llamadas también mamaconas; algunas de ellas eran las concubinas del emperador y otras eran entregadas a los militares como premio.
Conocieron plantas medicinales como la quinina y emplearon la coca para contrarrestar la fatiga del trabajo. No conocieron la escritura pero desarrollaron el sistema de quipus: unas cuerdas de distintos colores que se anudaban a un hilo principal y tenían una significación para las autoridades. Creyeron en la vida del más allá, por lo que eran enterrados con sus pertenencias; al emperador se le embalsamaba y se le enterraba con algunas de sus mujeres y criadas.
Organización socio-económica
Estuvieron organizados bajo el ayllú, especie de grupo familiar emparentado por lazos consanguíneos; estos tenían sus tierras y debían trabajarlas; contaron con jefes llamados curacas, encargados de dirigir el ayllú y de hacer cumplir las leyes del emperador; a su vez estos estaban bajo el mando de otros funcionarios y estos bajo el dominio del emperador.
El ayllú tenía una determinada cantidad de tierra que era dividida en tres partes: una de ellas era para cada una de las familias; su extensión dependía del número de hijos. Las otras partes estaban destinadas para el sector religioso: templos y sacerdotes; y por último, la otra para el estado, el emperador y sus funcionarios; estas debían ser trabajadas por el puric o pueblo.
Existía una marcada estratificación social: en la cabeza de la pirámide social se encontraba el emperador, le seguía la nobleza tanto civil como la sacerdotal, luego la clase militarista y por último estaba el pueblo que desempeñaba diferentes trabajos: podían ser artesanos, orfebres, ceramistas, agricultores, etc. debían pagar tributos e impuestos, mientras la clase noble estaba exenta de ellos.
Bajo toda esta pirámide social se encontraban los esclavos quienes eran privados de su libertad y de sus privilegios.
Organización política
Políticamente gozó el Imperio de una organización centralista; a su cabeza estaba el inca o emperador con carácter divino y a quien debía ofrecérsele culto y tributos; el pueblo debía asumir una posición de humildad cuando éste se les presentaba. La sucesión del poder imperial tenía lugar por libre designación del inca, entre los herederos varones de su esposa principal.
Contaron los emperadores con funcionarios que hacían cumplir sus leyes; eran elegidos por el emperador y escogidos entre la aristocracia y parientes de él. Los impuestos se pagaban en trabajos agrícolas, servicios al estado, a los templos, en trabajos públicos o servicios al ejército. El rey actuaba en favor de la comunidad y velaba para que no le faltara nada. El oro y la plata era del inca; todo lo que explotaran debía ir al Cuzco. El inca mantuvo un control sobre sus provincias mediante su sistema administrativo y centralizante y se valió de una clase militarista para mantener su dominio y llevar a cabo sus fines imperialistas; el emperador o inca fue su máximo jefe.
La principal base económica fue la agricultura; cultivaron el maíz, la papa, la batata, el ají, la calabaza y otras; dada la naturaleza del terreno tan montañoso fue necesario que construyeran las terrazas para el cultivo de sus productos. Estas eran construidas en las laderas de las montañas; en esta forma consiguieron un gran campo de extensión para el cultivo. Se construyeron con intervención de la comunidad mediante el trabajo obligatorio de la mita. Para labrar la tierra usaron la taclla, palo de 1,60 cm de largo que terminaba en punta ya fuera de metal o madera; al ser enterrado, dejaba el hueco para colocar la semilla. Para mantener las tierras fértiles construyeron grandes obras de ingeniería como canales, acueductos, que distribuían el agua a toda la comunidad y a las terrazas. Este gran sistema de regadío exigió un gran control estatal sobre las obras.
El cultivo y la cosecha por ser tan indispensables para la comunidad eran festejados en ceremonias presididas por el emperador y los gobernantes de sus provincias. La caza y la pesca pasaron a ser actividades secundarias; la caza estaba reservada especialmente para el soberano y la nobleza, aunque existían cazas públicas donde podían participar otros sectores para conseguir mayor alimento. La pesca se practicaba en la zona costera. Domesticaron animales como el cuy, pequeño roedor, el perro, la llama y la alpaca; estos últimos eran muy importantes para la fabricación de los vestidos, lo mismo que el algodón.
Construcciones artísticas
Sobresalieron los incas especialmente en sus obras arquitectónicas y de ingeniería; uno de los sitios más importantes fue Cuzco, la capital del imperio, construida sobre una colina y resguardada por una fortaleza. Utilizaron grandes bloques de piedra para la construcción de sus templos, palacios y viviendas.
Desarrollaron una red de caminos que comunicaban las regiones; en el trayecto de estos existían postas o casas de relevo para los mensajeros y viajeros de negocio.
Desarrollaron también la cerámica; realizaron vasijas de un gran acabado con superficies bien pulidas; sobre ellas hicieron pinturas, en la mayoría de los casos de figuras geométricas: incluían cuadros unos dentro de otros, líneas cruzadas, triángulos, rombos y también figuras de animales como pájaros.
Trabajaron también la metalurgia; con ella realizaron alfileres, pinzas, anillos, brazaletes y otros objetos de uso personal. Sobresalieron también en los tejidos.
VIDEOS DE EXPLORADORES DE LA HISTORIA
Los antecesores
Los principales pueblos que antecedieron a los aztecas fueron los toltecas y los chichimecas.
Los toltecas llegaron al valle de México aproximadamente en el siglo X d. de C, y fundaron la ciudad de Tula como capital. Dominaron el valle y llegaron hasta la península de Yucatán, imponiendo tributos a los pueblos vecinos. Eran diestros en hacer construcciones de piedra y grandes esculturas. Trabajaron los metales y dejaron muestras de escritura en sus códices y en su calendario.
Los chichimecas eran guerreros y derrotaron a los toltecas. Destruyeron Tula y se apoderaron del territorio. Se estabilizaron hacia el año 1300 d. de C, momento en que también los aztecas llegaron a la zona. Construyeron pirá¬mides de grandes dimensiones, en las cuales mostraron sus avances y conocimientos arquitectónicos. Su dominio fue corto porque los aztecas se impusieron sobre ellos.
Los aztecas
De acuerdo con las narraciones de su mitología, su lugar de procedencia fue Aztlán por lo que luego fueron llamados aztecas. Pero la investigación histórica sólo señala que ve¬nían del norte de México y que pertenecían a la familia lingüística nahua. En el año 1325 fundaron su capital sobre dos islas en el lago Texcoco, con el nombre de Tenochtitlán. Esta, cruzada por numerosos canales navegables, fue la más hermosa de las ciudades precolombinas.
A mediados del siglo XV los aztecas ya habían consolidado su dominio en otras grandes ciudades como Texcoco y Tlacopan. Las tres ciudades formaron una confederación, a partir de la cual pudieron extender su dominio a otros pue¬blos, imponiéndoles tributo. A la llegada de los españoles el emperador de los aztecas era Moctezuma, quien gobernaba desde 1503.
La sociedad azteca se dividía en cuatro grupos, a la cabeza de los cuales estaba el emperador. El primer grupo era el de la nobleza, denominada piles, formada por la familia imperial, los príncipes de las ciudades, los sacerdotes, los jefes militares y los jefes de los capullis. El segundo grupo era el de los mercaderes, llamados pochteca, que tenía una situación económica y social privilegiada. El tercer grupo esta¬ba conformado por la mayoría: campesinos y artesanos o maceual. El último era el de los siervos y los esclavos, a los cuales se les llamaba mayegue.
Situación geográfica
Los aztecas se asentaron en el valle de Anáhuac, hoy en día valle de México. Al momento de la llegada de los españoles dominaban hasta el istmo de Tehuantepec y Guatemala, al sur.
Anáhuac es un valle de tierras fértiles y lagos. Pero no todo el territorio mexicano tiene estas características. Por el contrario, México es una tierra de grandes contrastes, donde se encuentran zonas áridas de origen volcánico, desiertos y mesetas elevadas y frías, junto a valles fértiles y llenos de vegetación.
El país posee costas sobre el océano Atlántico y sobre el Pacífico. En el Atlántico tiene el golfo de México, de gran extensión y amplitud, cuyas tierras son muy favorables para la agricultura. Fue el hábitat de los pueblos huastecas, totonaco y olmeca, antes de la llegada de los aztecas. Por su parte la costa del océano Pacífico es más pequeña y difícil para el desarrollo de la vida del hombre. Esto limitó las posibilidades de desarrollo de las culturas que la habitaron, como la mixteca y la zapoteca.
La economía
Gracias al desarrollo del sistema de riego, los aztecas lograron una importante producción agrícola, principalmente de maíz, fríjol, cacao y aguacate. Para los cultivos utilizaban fertilizantes, como los excrementos humanos y también la quema de terrenos. Para sembrar utilizaron una especie de arado rústico que ayudaba a remover la tierra.
El comercio y la metalurgia eran otras dos actividades importantes de la vida económica de los aztecas.
Administración y producción
La principal unidad social de los aztecas era el calpulli, que estaba conformado por familias con un mismo antepasado. Cada calpulli poseía sus propios dioses, sus jefes y un trozo de tierra para ser cultivado en común. Varios calpullis conformaban un calpullec, o célula productiva mayor, que contaba con un administrador encargado de ordenar y organizar los tipos de cultivo y los diferentes tributos destinados al sostenimiento del emperador y del ejército.
Los jefes de los calpullis conformaban el gran consejo, cuyas funciones versaban sobre aspectos administrativos y judiciales. La reunión de varios capullec daba origen a una provincia, o región más grande de producción manejada por un administrador mayor, llamado tecutli.
La fe y la guerra
La religión fue un elemento muy importante en la vida de los aztecas. Estos creían en la existencia de muchos dioses, presentes en los elementos de la naturaleza. A su vez estos dioses, que se dividían en buenos y malos, estaban permanentemente en conflicto.
Los principales dioses fueron Huitzilopóchtli, dios del sol y de la guerra, y Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, dios de la sabiduría.
La guerra era un complemento necesario de la religión azteca, pues gracias a ella podían capturar los prisioneros que serían ofrecidos como víctimas de los dioses. A su vez, los guerreros aztecas que morían en combate iban a habitar al lugar donde vivían los dioses.
Los sacerdotes, que jugaron un papel muy importante en esta sociedad enseñaban en las escuelas o cálmecac, preparaban el culto y los ritos y empleaban la escritura jeroglífica y los símbolos religiosos.
La ciencia
Tratando de encontrar solución a sus necesidades, los aztecas lograron un importante desarrollo de las ciencias. Uno de sus logros fue el calendario, aunque no tan exacto como el de los mayas. Constaba de dos tipos: uno ritual, utilizado con fines de adivinación, y otro civil o solar.
En matemáticas practicaron el sistema vigesimal o de base veinte.
Desarrollaron la escritura jeroglífica, que fue ampliamente utilizada en los códices, escritos en papel. En ellos dejaron testimonio de su historia, de sus creencias, de su cultura. La mayoría de estos códices fueron destruidos por los españoles.
En el arte los aztecas se destacaron en la elaboración de adornos hechos con plumas o arte emplumado, e igualmente lo hicieron en el trabajo con piedras preciosas.
Sin embargo, la principal expresión de su arte nos llegó a través de sus esculturas, por medio de las cuales expresaron su sentimiento religioso y su forma de pensar.
La cultura azteca supo aprovechar los aportes de las culturas anteriores, las cuales asimiló y transformó dándoles un sello muy particular.
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LOS INCAS
Los antecesores
A diferencia de los mayas y los aztecas, los incas no conocieron la escritura. Este hecho ha dificultado el conocimiento de sus antepasados. Por este motivo los estudiosos se han valido de los vestigios arqueológicos, la mitología y la tradición oral. También han sido útiles los escritos de los primeros españoles que habitaron la región.
Para comprender la cultura inca se hace necesario referirnos a los principales pueblos que la precedieron.
• Los mochica. Se desarrollaron en la región costera y construyeron enormes pirámides, una de ellas llamada Huaca del Sol, construida con 130 millones de adobes. Hicieron magníficos caminos y crearon un sistema de correos llamado chasqui.
• Los nazca. También de la costa, dejaron una misteriosa red de líneas sobre la arena del desierto, que se asemeja a una pista de aterrizaje.
• El imperio de Tihuanaco. Se desarrolló en la parte alta de los Andes, entre Perú y Bolivia.
Este pueblo dejó testimonio de sus ideas religiosas y culturales, por medio de sus magníficas construcciones arquitectónicas ubicadas principalmente en la ciudad de Tihuanaco, cerca del lago Titicaca.
Orígenes y expansión
El origen de los incas es aún incierto; su llegada al Cuzco se remonta a la leyenda mítica de 4 hermanos y 4 hermanas que se creían hijos del dios Sol; estos comenzaron a emigrar y con el trascurso del tiempo fueron desapareciendo, menos Ayar Manco, conocido como Manco Cápac, y Mama Ocllo, quienes decidieron casarse y fundar la dinastía incaica, fijando su capital en Cuzco, alrededor del 1200 d. de C, sometiendo a las culturas existentes.
El verdadero Imperio Incaico y su dominio sobre la región andina data de 1438 cuando sube al trono el inca Pachacuti o inca Yupanqui, quien decide hacer frente a las regiones pre-incaicas, como la Confederación de los Chancas que mantenía un gran dominio sobre la región. Los incas salen victoriosos del encuentro, los domina y comienzan desde esta fecha su expansión hacia el norte y sur de la región andina. Impuso el sistema de los mitas. Es por este método que se logró la unificación del reino; consistía en trasladar hombres de regiones pre-incaicas a regiones incaicas y tomar hombres de esta región para trasladarlos a lugares pre-incaicos, para así formar un solo imperio, unificado bajo una sola lengua, la quechua, y la adoración principalmente al dios sol o Inti y el culto a Huiracocha o Viracocha, el dios creador, el héroe.
Los historiadores, por su parte, coinciden al afirmar que los incas descienden de los collas, grupo que surgió al desaparecer el imperio de Tihuanaco. También se ha comprobado que existió una estrecha relación entre los incas y los mayas, pues sus mitos sobre el origen del mundo son muy parecidos.
El mito inca más representativo recibe el nombre de Pachamama y se asemeja al Popol Vuh de los mayas.
Los emperadores que siguieron a Pachacuti lograron extender su dominio por medio de la expansión militarista, abarcando el Imperio el control sobre la actual república de Perú, parte de Ecuador, Chile, noroeste de Argentina y el altiplano boliviano.
Después de Manco Cápac gobernaron otros doce emperadores, siendo el último Atahualpa quien murió a manos de los españoles dirigidos por Francisco Pizarro, el conquistador del Perú. El Imperio Incaico duró, hasta el año 1532 cuando se llevaron a cabo los primeros desembarcos de Pizarro, que destruyeron esta gran cultura.
Costumbres incaicas
Formaron una sociedad endogámica que practicó la poligamia para la clase alta y todos aquellos que pudieran sostenerla. Su vida giraba en torno a la religión politeísta; adoraban las fuerzas de la naturaleza: el trueno, el agua, las estrellas, las montañas; sin embargo, tuvieron como principales dioses a Viracocha y al dios solar; sin él no crecían los sembrados, por lo que había que ganarse sus favores mediante ceremonias, ritos, sacrificios humanos, ofrendas, construcciones arquitectónicas y otras.
Se practicó la guerra con fines imperialis¬tas y religiosos; algunos de los prisioneros de guerra eran sacrificados a sus dioses en acción de gracias y otros quedaban reducidos a la esclavitud. Fue una comunidad que estuvo educada a actuar en bien del Imperio, no se podía robar, mentir, ni cometer traiciones, pues estaba castigado por las leyes tan severas que tenían.
Al pueblo no le faltaba nada; el emperador velaba porque todos tuvieran alimentos, vestidos e implementos; era una organización donde no se permitía la propiedad privada; todo era de la comunidad.
Existió un grupo de mujeres privilegiadas que eran escogidas por su belleza y tenían como función tejer los vestidos del emperador, los cuales eran los mejores del Imperio; eran las vírgenes del sol, las encargadas de cuidar el templo, llamadas también mamaconas; algunas de ellas eran las concubinas del emperador y otras eran entregadas a los militares como premio.
Conocieron plantas medicinales como la quinina y emplearon la coca para contrarrestar la fatiga del trabajo. No conocieron la escritura pero desarrollaron el sistema de quipus: unas cuerdas de distintos colores que se anudaban a un hilo principal y tenían una significación para las autoridades. Creyeron en la vida del más allá, por lo que eran enterrados con sus pertenencias; al emperador se le embalsamaba y se le enterraba con algunas de sus mujeres y criadas.
Organización socio-económica
Estuvieron organizados bajo el ayllú, especie de grupo familiar emparentado por lazos consanguíneos; estos tenían sus tierras y debían trabajarlas; contaron con jefes llamados curacas, encargados de dirigir el ayllú y de hacer cumplir las leyes del emperador; a su vez estos estaban bajo el mando de otros funcionarios y estos bajo el dominio del emperador.
El ayllú tenía una determinada cantidad de tierra que era dividida en tres partes: una de ellas era para cada una de las familias; su extensión dependía del número de hijos. Las otras partes estaban destinadas para el sector religioso: templos y sacerdotes; y por último, la otra para el estado, el emperador y sus funcionarios; estas debían ser trabajadas por el puric o pueblo.
Existía una marcada estratificación social: en la cabeza de la pirámide social se encontraba el emperador, le seguía la nobleza tanto civil como la sacerdotal, luego la clase militarista y por último estaba el pueblo que desempeñaba diferentes trabajos: podían ser artesanos, orfebres, ceramistas, agricultores, etc. debían pagar tributos e impuestos, mientras la clase noble estaba exenta de ellos.
Bajo toda esta pirámide social se encontraban los esclavos quienes eran privados de su libertad y de sus privilegios.
Organización política
Políticamente gozó el Imperio de una organización centralista; a su cabeza estaba el inca o emperador con carácter divino y a quien debía ofrecérsele culto y tributos; el pueblo debía asumir una posición de humildad cuando éste se les presentaba. La sucesión del poder imperial tenía lugar por libre designación del inca, entre los herederos varones de su esposa principal.
Contaron los emperadores con funcionarios que hacían cumplir sus leyes; eran elegidos por el emperador y escogidos entre la aristocracia y parientes de él. Los impuestos se pagaban en trabajos agrícolas, servicios al estado, a los templos, en trabajos públicos o servicios al ejército. El rey actuaba en favor de la comunidad y velaba para que no le faltara nada. El oro y la plata era del inca; todo lo que explotaran debía ir al Cuzco. El inca mantuvo un control sobre sus provincias mediante su sistema administrativo y centralizante y se valió de una clase militarista para mantener su dominio y llevar a cabo sus fines imperialistas; el emperador o inca fue su máximo jefe.
La principal base económica fue la agricultura; cultivaron el maíz, la papa, la batata, el ají, la calabaza y otras; dada la naturaleza del terreno tan montañoso fue necesario que construyeran las terrazas para el cultivo de sus productos. Estas eran construidas en las laderas de las montañas; en esta forma consiguieron un gran campo de extensión para el cultivo. Se construyeron con intervención de la comunidad mediante el trabajo obligatorio de la mita. Para labrar la tierra usaron la taclla, palo de 1,60 cm de largo que terminaba en punta ya fuera de metal o madera; al ser enterrado, dejaba el hueco para colocar la semilla. Para mantener las tierras fértiles construyeron grandes obras de ingeniería como canales, acueductos, que distribuían el agua a toda la comunidad y a las terrazas. Este gran sistema de regadío exigió un gran control estatal sobre las obras.
El cultivo y la cosecha por ser tan indispensables para la comunidad eran festejados en ceremonias presididas por el emperador y los gobernantes de sus provincias. La caza y la pesca pasaron a ser actividades secundarias; la caza estaba reservada especialmente para el soberano y la nobleza, aunque existían cazas públicas donde podían participar otros sectores para conseguir mayor alimento. La pesca se practicaba en la zona costera. Domesticaron animales como el cuy, pequeño roedor, el perro, la llama y la alpaca; estos últimos eran muy importantes para la fabricación de los vestidos, lo mismo que el algodón.
Construcciones artísticas
Sobresalieron los incas especialmente en sus obras arquitectónicas y de ingeniería; uno de los sitios más importantes fue Cuzco, la capital del imperio, construida sobre una colina y resguardada por una fortaleza. Utilizaron grandes bloques de piedra para la construcción de sus templos, palacios y viviendas.
Desarrollaron una red de caminos que comunicaban las regiones; en el trayecto de estos existían postas o casas de relevo para los mensajeros y viajeros de negocio.
Desarrollaron también la cerámica; realizaron vasijas de un gran acabado con superficies bien pulidas; sobre ellas hicieron pinturas, en la mayoría de los casos de figuras geométricas: incluían cuadros unos dentro de otros, líneas cruzadas, triángulos, rombos y también figuras de animales como pájaros.
Trabajaron también la metalurgia; con ella realizaron alfileres, pinzas, anillos, brazaletes y otros objetos de uso personal. Sobresalieron también en los tejidos.
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