Cómo Hacer Un Ensayo: Todo
lo que necesitas para su creación
A la hora de encarar Cómo Hacer Un
Ensayo son muchas las preguntas las que se atraviesan en la mente de un
estudiante.
Todos aquellos que pasaron por la
formación secundario, o bien, los que aún lo están, saben lo cruel que puede
ser la palabra “ensayo” en un comienzo.
Y es que Cómo Hacer Un Ensayo es un
asunto que tiene un matiz mucho más importante que el de tener una buena
ortografía o reflejar un conjunto de información sobre un tema específico.
Cómo Hacer Un Ensayo es en realidad
todo un proceso donde puedes reflejar todo tu pensamiento sobre un tema
determinado.
El tipo de ensayo
Existen varias maneras de
estructurar y enfocar la escritura de un ensayo.
La más destacada siempre será la referente a
la argumentativa, donde no solo informas al lector sobre el
tema que vas a desarrollar, sino que también te atreves a dar una opinión muy
bien fundamentada y citando los puntos de vista de otros autores, para así
darle credibilidad a tu idea.
Por ejemplo, puedes trabajar un
tema sobre lo que es el calentamiento global, explicando cómo a lo largo de las
décadas la contaminación ha generado este fenómeno.
A lo largo de tu ensayo, podrías
entrar a discutir porque a las empresas no les interesa comprometerse sobre
este tema, alegando sobre sus intereses económicos y su cínica solución de
pagar multas por su impacto medioambiental.
Mientras tanto, el otro tipo de
ensayo, tiene un objetivo mucho más teórico e ilustrativo. Tu misión será más informativa,
dando a conocer que profundizaste correctamente un tema.
Cómo hacer un ensayo de este estilo
implica, por ejemplo, que expliques sobre el impacto de las nuevas tecnologías
móviles en la sociedad.
Tu enfoque en este tipo de ensayo
se limitaría a reseñar de manera coherente sobre cómo los smartphone y las
tablets han cambiado radicalmente el estilo de vida de las personas, tanto para
bien como para mal.
No tienes que justificar nada, ni
resolver una pregunta a la hora de Cómo Hacer Un Ensayo de este tipo.
Solo informar de manera inteligente
y haciendo uso de fuentes.
Sumergiendo al lector en el tema
El primer paso a tener en cuenta a
la hora de hacer un ensayo tiene que ver con la introducción.
La idea es que puedas sintetizar en
unos cuantos párrafos el tema en el que has decidido reflexionar.
Y se dice que unos cuantos
párrafos, porque un buen ensayo no debe sobrepasar un promedio de cinco
páginas; si te extiendes demasiado, se transforma en un artículo investigativo.
El nudo
Se trata de dar tu opinión
fundamentada, tomando como referencia la voz de autores que hayan discutido
sobre el tema que elegiste.
Con ese tipo de punto de apoyo, si
podrás canalizar lo que dicen las fuentes y darle mayor realismo al tema del
ensayo.
Se
trata de justificar la cuestión con ideas razonables.
El desenlace
El desenlace ocurre cuando, tras
recopilar un conjunto de razones justificables, decides darle una estocada final.
Por lo general, el desenlace
responde a una pregunta específica establecida en el nudo.
Más aun, al llegar a este punto
puedes dar tu opinión de manera aún más objetiva, teniendo en cuenta que ya
sumaste suficientes puntos al citar tus fuentes.
Se llega entonces a una conclusión,
donde no necesariamente tienes que considerar que tu verdad es absoluta.
En muchas ocasiones el ensayo puede
cerrarse con
una conclusión que simplemente siembre la sospecha, que
provoque al lector a abrir su mente y motivarse a entender otro punto de vista
de lo que siempre ha considerado como verdad.
Esto último es lo que se logra a
menudo con el tipo de ensayo informativo, donde se explora tanto un tema y se
explica con tanta coherencia, que al lector no le queda otra opción que aceptar
con gusto la cátedra que pudiste darle.
Apoyándose en las fuentes
Siempre es necesario tener en
cuenta el punto de vista de otros autores.
En caso contrario, el ensayo se convierte en una simple
opinión, en algo que se transforma en la sencillez y pobreza de
frases como “yo creo que”, “yo me imagino que”, “es probable que”.
Si llegas a ese punto puede que tus
ideas resulten muy brillantes, pero si no las respaldas no demuestran seriedad.
Las fuentes son totalmente
necesarias para demostrar ante todo que conoces un tema y que tienes un punto
de vista del todo claro.
El ensayo adquiere de esta forma una validez
investigativa, te permite que tu idea tenga una total
coherencia y peso, para que lo que tú tengas en mente resulte inteligente y
comprensible.
Este aspecto sobre el uso de las
fuentes, representa a la cuestión que más determina que un ensayo obtenga una
mala calificación por parte de un docente.
Los profesores siempre insisten en
que es necesario citar a las fuentes que es lo que más nutre al ensayo.
Pero los estudiantes suelen cometer
el pecado de quedarse en la opinión personal, en lo subjetivo.
Bibliografía
Finalmente, lo que más da validez a
todo lo relativo a las fuentes se encuentra precisamente en la bibliografía.
El estilo de la bibliografía varía de acuerdo
al tipo de presentación que elijas.
Las normas más tradicionales son
las denominadas APA, mientras que en ciertos países hispanos se utilizan las
Normas Icontec.
También existen las Normas de
Presentación Chicago.
Estas normas lo único que
representan es la forma en que debe estar ordenada la alusión a un autor.
Mentedidáctica (3 de octubre, 2018). Cómo
Hacer Un Ensayo: Todo lo que necesitas para su creación. Recuperado de https://www.mentedidactica.com/como-hacer-un-ensayo/