sábado, 16 de abril de 2011

BASES DEL MUNDO CONTEMPORÁNEO

Durante el último año de la guerra, los países aliados contra el fascismo y el militarismo japonés definieron los instrumentos, los fundamentos y las características de la sociedad Internacional que nacería en medio de las ruinas y de los desórdenes provocados por la conflagración. Los cambios afectaron a todos los pueblos de! planeta, en la medida en que la reestructuración de las relaciones de poder entre Europa, Estados Unidos y la Unión Soviética también significaba replantearlas con las restantes naciones.
El principal resultado fue la construcción del nuevo orden internacional en torno a dos grandes bloques de poder mundial que establecieron una nueva jerarquía en las relaciones entre los países. Se organizó la vida política, económica, militar e ideológica alrededor de ellos. Estos bloques se estructuraron de forma excluyen te e irreconciliable, ya que cada uno defendía su propia concepción e interpretación de la historia del mundo y de su destino final. Los seres humanos, en consecuencia, se vieron obligados a pertenecer a uno u otro y a concebirse como enemigos eternos, habitantes ya del mundo Ubre o ya del mundo totalitario. La característica más notable del nuevo sistema internacional fue la aparición de las superpotencias —Estados Unidos y URSS.

Europa perdió su tradicional poder mundial frente las nuevas potencias victoriosas de la guerra y sufrió nuevos cambios territoriales. Las fronteras de la Unión Soviética se corrieron hacia el occidente, trazando nuevos límites entre los países de Europa Oriental y Báltica. Alemania, derrotada, se constituyó en el símbolo del nuevo orden con su división. Su capital, Berlín, fue repartida entre las administraciones de los aliados. Europa ingresaría al escenario internacional como un continente rehén de la política de las superpotencias.
Estas nuevas condiciones en los países capitalistas afectaron las relaciones coloniales que sostenían con África, Asia y Medio Oriente. Debilitadas económicamente, y sometidas a un fuerte y acelerado proceso de recuperación con el apoyo de los Estados Unidos, las antiguas potencias coloniales se enfrentaron al estallido de las resistencias nacionalistas y revolucionarias que desde 1os comienzos del siglo venían formándose en las colonias. La política europea y occidental, en general, osciló según los territorios y la formación de grupos políticos. Se movió entre la negociación de la independencia o la represión y la violencia, provocando guerras coloniales que oscurecieron los esfuerzos por crear un nuevo mi nido sin guerra. Este proceso recibiría el nombre de descolonización, y se constituyó en el fenómeno revolucionario más importante de la historia del siglo XX.

En el campo de la organización de la sociedad mundial, la historia contemporánea conoció un esfuerzo mayor por coordinar los asuntos mundiales y por introducir mecanismos más eficaces, reconocidos por todos los pueblos del mundo, en torno al derecho internacional.
Los principios de esta nueva organización fueron formulados por Roosevelt y Churchill en la Declaración del Atlántico, de 1.941, que convocaba a los pueblos del mundo a defender la libertad y los derechos del hombre, la dignidad y el respeto a la vida. Posteriormente, a medida que se avanzaba en la liberación de Europa de la ocupación nazi, los tres grandes —Roosevelt, Churchill y Stalin— fueron diseñando los mecanismos que permitirían a la sociedad mundial vivir en paz y cooperar mutuamente para construir un mundo mejor.
Estos procedimientos, con los acuerdos que los establecieron en Teherán, Yalta y Potsdam, sentaron los soportes políticos, económicos y territoriales de la historia contemporánea. Fruto de ello, nació la ONU, Organización de las Naciones Unidas, que a partir de su creación en 1945 congregó a todas las naciones independientes y reconocidas jurídicamente por la comunidad internacional. Simultáneamente, el principio de la cooperación recíproca se impuso y promovió un gran número de organismos regionales y subregionales de carácter político, económico y militar, que se extendieron por todo el planeta. Entre los nuevos países surgieron agrupaciones étnicas y religiosas que aspiraban a fortalecer el proceso de independencia y descolonización.
El principal problema que enfrentó el mundo capitalista fue la ampliación del mundo socialista, especialmente en Asia. Allí nació un nuevo centro de poder mundial en torno a la Revolución Comunista China, cuyo ejemplo se difundió por todos los pueblos coloniales junto a la propuesta soviética de transformación de la sociedad, y con un profundo sentimiento antioccidental. Con este inusitado impulso del comunismo y del socialismo mundiales, la política de las superpotencias diseñó las nuevas coordenadas de la humanidad. Este y Oeste se vieron enfrentados, cada uno procurando ampliar, controlar o reducir el campo de acción de su contrario. Dos modelos diferentes e irreconciliables se opusieron. Capitalismo y comunismo aparecían a los ojos dé los dirigentes y los pueblos coloniales, y de América Latina, como proyectos exitosos y prometedores, y condenaron a estos pueblos a conflictos interiores por defender su realización mundial, conflictos que muchas veces sufrieron la intervención de las potencias o de naciones vecinas.
A medida que transcurrieron los años, y el proceso de independencia en Asia y África se consolidaba, los nuevos dirigentes afroasiáticos decidieron organizarse y proclamar los derechos de sus pueblos, denunciar las condiciones internacionales imperantes que amenazaban su estabilidad, su dignidad y su futuro, y promover la libertad de todos los pueblos que aún sufrían la dominación colonial. En 1955 se celebró la Conferencia de Bandung, en Indonesia, en donde nació una nueva fuerza política internacional llamada Tercer Mundo. Esta denominación significaba un rechazo a la división violenta y conflictiva que había adquirido el planeta por la confrontación Este-Oeste, y la lucha entre los dos mundos.

El aporte más importante del Tercer Mundo a las relaciones internacionales fue la creación del Movimiento de los No Alineados, que trascendía aún más la división militar y política de la postguerra, y que se constituiría en un foro mundial que defendería la paz internacional, denunciaría las relaciones políticas y económicas vigentes, e impulsaría a través de la ONU, proyectos de transformación del orden internacional. Con estas manifestaciones, el Movimiento de los No Alineados y el Tercer Mundo introdujeron nuevas coordenadas en la sociedad mundial, tales como las relaciones Norte-Sur, que progresivamente se fueron presentando ante los ojos de todos los habitantes del planeta, como más graves y amenazantes para la paz de la humanidad que las limitadas opciones Este-Oeste. Y como las relaciones Sur-Sur, propuesta de cooperación y amistad entre los países subdesarrollados, y que enfrentaban problemas y desafíos comunes frente a las grandes potencias y a los países industrializados.
Las bases del mundo contemporáneo sufrieron sus primeros golpes a principios de los años setenta, cuando comenzó a cuestionarse el orden monetario mundial, en torno al patrón dólar, y comenzó a sentirse el comienzo de una crisis económica en los países industrializados. A raíz del embargo petrolero de 1973, la crisis se aceleró y se proyectó sobre el conjunto de la economía internacional y sus instituciones. Un segundo golpe vino con la segunda crisis petrolera de 1979, que aisló más a los países pobres de los ricos, y que planteó a nivel mundial, el problema de la supervivencia del sistema a raíz de sus profundos desequilibrios y desigualdades. Y el tercer golpe vino a partir de 1987, cuando la Unión Soviética declaró oficialmente finalizada la Guerra Fría o confrontación Este-Oeste. Nuevas fuerzas se perfilaron durante los años ochenta, y con ellas, la necesidad de construir un nuevo orden mundial.

La Organización de las Naciones Unidas, ONU

Durante la Segunda Guerra Mundial, los dirigentes políticos de las potencias aliadas contra el fascismo elaboraron los documentos y los procedimientos primordiales destinados a reorganizar la sociedad internacional y a garantizar su normal funcionamiento, en medio de la paz y de la cooperación entre todos los países. Al mismo tiempo se firmaban los acuerdos que redistribuían el poder mundial y creaban las nuevas zonas de influencia. Este último aspecto sería determinante, en lo sucesivo, para el funcionamiento del sistema internacional establecido alrededor de las Naciones Unidas, ya que habría de neutralizar muchas decisiones de esa organización o, al menos, restarle credibilidad, respeto y eficacia, hasta el punto de amenazar su existencia e influjo político y social. Podemos afirmar que, a pesar de todo ello, las Naciones Unidas sigue siendo uno de los experimentos más importantes en la historia de las civilizaciones, pues a través de esta organización la conciencia misma de humanidad y de sus derechos y deberes ha sido ampliada.
La Carta del Atlántico había esbozado en 1941 los principales objetivos de una nueva organización y de un nuevo orden mundial: libertad, bienestar y paz se habían presentado como los tres fundamentos del futuro de la humanidad. Estos principios fueron reafirmados en 1942, cuando los aliados proclamaron la Declaración de las Naciones Unidas, seguida en 1943 por la Declaración de Moscú, en la cual las potencias aliadas —Estados Unidos, Gran Bretaña y Unión Soviética— recomiendan la creación de una organización internacional sustentada en el principio de igualdad soberana para sus Estados miembros, que mantenga la paz y la seguridad internacionales. En 1944 se celebraron las reuniones de Dumbarton Oaks, que prepararon el proyecto de la Carta de las Naciones Unidas; la Conferencia de Yalta citó a la primera reunión en San Francisco, donde a mediados de 1945 se celebró la Conferencia de las Naciones Unidas para la Organización Internacional.

Las Naciones Unidas, como organización internacional, ha tratado durante su existencia de mantener la paz y la seguridad internacionales, el respeto y el reconocimiento del derecho internacional, la salvaguarda del principio de igualdad de derechos entre las naciones y el derecho a la libre determinación de los pueblos. Además, el respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales sin distinción de raza, sexo, idioma o religión, la realización de la cooperación internacional en todos los campos que conduzcan al desarrollo del ser humano y de la comunidad internacional, y ha procurado constituirse en el mejor medio para asegurar que todas estas condiciones se cumplan. Durante sus 46 años de historia, la ONU ha afrontado muchas limitaciones y obstáculos para conquistar las metas trazadas durante la guerra y en la fundación del organismo. Sus logros han sido importantes en la formación de una conciencia humana, pero los desafíos son decisivos para la supervivencia de la comunidad internacional.

La ONU no representa un gobierno de la humanidad, ni se desarrolla por encima de los Estados y de los intereses nacionales. Por el contrario, la efectividad de la ONU es en muchos aspectos sólo posible por el acuerdo de las naciones, lo cual nos permite comprender por qué es en esencia un poder moral. Aquí han encontrado su razón muchas de las críticas que ha soportado la organización mundial. Pero la principal explicación está en su mismo origen y en las contradicciones creadas por la ampliación de la democracia internacional en el interior de la ONU, puesto que las superpotencias y las potencias fundadoras se han enfrentado a una cada vez mayor cantidad de países que procuran la paz y el desarrollo para toda la humanidad.

Los principales organismos de la ONU
Sus actividades y responsabilidades han abarcado la totalidad de las manifestaciones humanas. La ONU se ha involucrado en todo aquello que afecta la existencia humana para garantizarla; sus organismos representan y mantienen las acciones mundiales que ha emprendido desde su creación. A medida que han pasado los años y los problemas de la comunidad internacional se han incrementado, las Naciones Unidas han llamado la atención de los dirigentes políticos y de las organizaciones gubernamentales y no-gubernamentales para que participen decididamente en el estudio y la solución tanto de los viejos problemas como de aquellos que surgen día a día.
Su campo de acción cubre la economía, la vida política, la paz y la seguridad mundial, los problemas sociales, la educación, la ciencia y la cultura, la salud, las comunicaciones, la justicia, el desarrollo y los derechos humanos, la alimentación y las migraciones, las cuestiones monetarias y los recursos financieros, el medio ambiente y otros más. Las Naciones Unidas han patrocinado igualmente la formación de organismos regionales que contribuyan al estudio y a la solución de problemas que sólo mediante la descentralización pueden ser reconocidos a tiempo y tratados en el organismo mundial. Al respecto, las Comisiones Económicas que se crearon para América Latina, Europa, África y Asia han influido con el diseño de políticas de desarrollo que se han aplicado en diferentes momentos de la historia reciente de esos continentes.

Organismos económicos internacionales
Entre las organizaciones especializadas debemos destacar dos que han desempeñado un papel destacado en la historia contempo­ránea, pues se encargaron de reconstruir económicamente las relaciones internacionales. Concebidas por los aliados para fi­nanciar la recuperación económica del mundo, fueron sustraídas al control directo de las Naciones Unidas: el Fondo Monetario In­ternacional y el Banco Mundial, aunque parte de las Naciones Unidas, no están sometidas a ella. Esta salvedad es determinante, pues da lugar a que, si bien lo asesoren, manifiesten discordia con el Consejo Económico y Social, ya desde su misma fundación.
Ambas organizaciones impulsaron la economía capitalista. Los países socialistas no se integraron a ninguna; por el contrario, condujeron las críticas provenientes de muchos países pobres del mundo que se vieron lesionados por las imposiciones financieras y que en materia de programas de desarrollo ofrecieron gran resistencia y provocaron frecuentes desórdenes políticos y sociales en el Tercer Mundo. Gracias al control casi absoluto que obtuvo el gobierno estadounidense sobre el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, el capitalismo de esa nación consolidó su posición dominante sobre otros capitalismos nacionales y sobre los países subdesarrollados.
Uno de los logros más importantes fue colocar el dólar, la moneda estadounidense, como una moneda de curso y convertibilidad mundial. Sin embargo, a raíz de la crisis económica sufrida desde 1971 por los Estados Unidos, y a la pérdida de confianza internacional —especialmente de los países europeos capitalistas— en el valor de su moneda, el dólar ha perdido ese peso adquirido como patrón internacional de cambios y enfrenta el valor de las monedas europeas y de la moneda japonesa.
Otro organismo que se creó para encauzar el comercio mundial y estudiar los problemas relacionados con el proteccionismo y las tarifas para las importaciones y las exportaciones fue el GATT, Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles. Independiente de las Naciones Unidas. El GATT se convirtió en foro e instrumento de los países capitalistas industrializados, en el cual las resoluciones y los debates se adelantaron en función de sus intereses nacionales y como bloque capitalista. Por ello, dejó de lado las recomendaciones de las Naciones Unidas y las peticiones de los países subdesarrollados, que esperaban de él una mayor promoción de los intercambios internacionales y de las producciones básicas, de las cuales dependían casi en su totalidad para impulsar su propio desarrollo social y su estabilidad política.
En términos generales podemos decir que estas tres organizaciones desempeñan un papel determinante en la historia contemporánea. Concebidas como medios de estabilización de la economía internacional y como agentes eficaces del desarrollo equilibrado y justo de la sociedad humana, salvaguardan y defienden los intereses de la economía capitalista mundial, la de las naciones industrializadas de Occidente, introduciendo desestabilización y crisis internacionales.

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