viernes, 21 de febrero de 2020

El mundo europeo a comienzos del siglo XX


En los inicios del siglo XX, Europa y Estados Unidos vivían una época de prosperidad y optimismo porque su dominio sobre el resto del mundo parecía incuestionable. Sin embargo, las crecientes tensiones entre las potencias europeas por alcanzar la supremacía prepararon el camino para la guerra.

La Belle Époque: Para finales del siglo XIX, las potencias coloniales europeas (Gran Bretaña, Francia, Alemania, Rusia, Italia y Austria-Hungría) habían extendido su dominio a la mayor parte de África, Asia y Oceanía, hasta dominar el 60% del planeta. Mientras tanto, los Estados Unidos consolidaron su integración territorial y ejercían una fuerte influencia económica sobre América Latina.
Esta situación permitió a estas potencias experimentar entre 1890 y 1914 un período de prosperidad económica, estabilidad política y de una enorme creatividad artística e intelectual que posteriormente fue conocido como la Belle Époque ("la época bella"). El auge económico e industrial favoreció la innovación tecnológica de la cual surgieron inventos como el automóvil, el aeroplano, el teléfono, el fonógrafo y el cinematógrafo. Estos avances crearon un ambiente triunfalista en que existía gran fe en la ciencia y el progreso.

La Paz Armada: En la segunda mitad del siglo XIX, la política internacional europea se caracterizó por la búsqueda del equilibrio. Sin embargo, la paz y la estabilidad de la Belle Époque colapsaron cuando la expansión imperialista causó rivalidades económicas y políticas entre las potencias, generadas por el avance industrial y, en especial, por el auge de Alemania.
Este proceso empezó en 1888 cuando Guillermo II se convirtió en emperador de Alemania y se propuso dominar Europa Central y formar un Imperio colonial. Estas pretensiones despertaron los recelos de Gran Bretaña que decidió estrechar sus lazos con Francia, que a su vez quería recuperar las provincias de Alsacia y Lorena, perdidas con Alemania en la Guerra Franco-Prusiana de 1870-1871, y que tenía grandes inversiones en Rusia. Por su parte, el Imperio ruso rivalizaba con el Imperio austro-húngaro por el control de los Balcanes. Finalmente, Italia tuvo tensiones con Francia desde 1882 cuando los franceses establecieron un protectorado en Túnez.
Estas tensiones provocaron la formación de dos bloques de Alianzas:
• La Triple Alianza. Fue formada en 1882 por Alemania, Austria-Hungría e Italia. Los tres países, también conocidos como los Imperios centrales, acordaron apoyarse si eran atacados por Francia, Gran Bretaña o Rusia.
• La Triple Entente. Fue una coalición entre Francia, Gran Bretaña y Rusia, esta fue el resultado de una serie de acuerdos de no agresión y cooperación militar, entre ellos la Alianza Franco-Rusa de 1892, la Entente Cordiale entre Francia y Gran Bretaña en 1904 y el Acuerdo Anglo-Ruso de 1907.
La formación de estas Alianzas estimuló en los países europeos una carrera armamentista y el aumento del patriotismo nacionalista en las escuelas, los ejércitos y los medios de comunicación. Por ello, algunos historiadores denominan al período de 1870 a 1914 como La Paz Armada.


Antecedentes de la guerra
Durante La Paz Armada ocurrieron varios hechos que incrementaron las tensiones entre las potencias europeas, estos fueron las crisis coloniales y las disputas Territoriales en los Balcanes.
• Crisis coloniales. A principios del siglo XX, hubo dos crisis políticas en torno al control de Marruecos. La primera ocurrió en 1905 cuando el emperador alemán Guillermo II visitó la ciudad de Tánger y se pronunció a favor de la Independencia de este reino desafiando el control francés, esto llevó a una crisis diplomática que solo pudo ser resuelta en la Conferencia de Algeciras de 1906 donde se acordó que España y Francia ejercerían un protectorado sobre Marruecos.
Luego, en 1911, ante una serie de disturbios en Marruecos, los alemanes situaron el buque de guerra Panther en el puerto marroquí de Agadir, lo cual causó un nuevo incidente diplomático que solo pudo ser resuelto cuando Francia, por mediación de Gran Bretaña, cedió parte del Congo Francés a los alemanes y estos a cambio aceptaron el control francés sobre Marruecos.
• Disputas territoriales en los Balcanes. Los Balcanes, debido a su ubicación geográfica estratégica, se volvieron una región muy codiciada por las potencias europeas. Hasta finales del siglo XIX, este espacio estuvo bajo el dominio del Imperio otomano. Sin embargo, la debilidad de este Imperio llevó a que varios pueblos se independizaran y formaran los Estados de Serbia, Bulgaria, Rumania, Albania y Montenegro. Además, en 1908, al Imperio austro-húngaro se anexó Bosnia Herzegovina con el fin de aumentar su influencia sobre la región, esto causó la oposición del Imperio ruso que asumió el rol de protector de los Estados Balcánicos.
Entre 1912 y 1913, se llevaron a cabo las guerras balcánicas. En la primera, ocurrida en 1912, Serbia, Montenegro, Bulgaria y Grecia expulsaron a los otomanos de los Balcanes; en la segunda guerra, en 1913, Bulgaria tuvo que ceder parte de su territorio al ser atacada por Serbia, Montenegro, Grecia, Rumania y el Imperio otomano. Luego de las guerras, Serbia se convirtió en la potencia hegemónica de la región, lo que causó los recelos de Austria-Hungría.

La crisis de Sarajevo
Ante este estado de tensión en los Balcanes, cualquier incidente podía servir de pretexto para iniciar una guerra. Esto ocurrió el 28 de junio de 1914, cuando el archiduque Francisco Fernando, heredero de la corona del Imperio austro-húngaro, fue asesinado en Sarajevo, Bosnia, por Gavrilo Princip, un opositor serbio, miembro de la organización nacionalista "La Mano Negra".
Tras el asesinato, Austria-Hungría, con el apoyo de Alemania, declaró la guerra a Serbia el 28 de julio. En respuesta, Rusia salió en defensa de Serbia el 29 de julio y luego, el 2 de agosto, Francia entró en el conflicto como aliada de los rusos. Entonces, las tropas alemanas invadieron Bélgica con el fin de llegar a Francia y por ello, Gran Bretaña entró a la guerra el 5 de agosto.
Las operaciones militares iniciaron el día 2 de agosto, cuando tropas alemanas invadieron Luxemburgo y enviaron a Bélgica un mensaje de ultimátum para que permitiera el paso de sus tropas hacia territorio francés.          La negativa de los belgas exacerbó los ánimos, por lo que el 3 de agosto, Alemania declaró la guerra a Francia e inició una ofensiva militar para atacar a Bélgica. La invasión de Alemania sobre Bélgica el 4 de agosto tuvo como objetivo rodear y sorprender a las tropas francesas, conquistar París en pocas semanas, y así derrotar a Francia. De esta forma, inició una guerra de gran escala que devastó a toda Europa.


La Primera Guerra Mundial
     La Primera Guerra Mundial o la Gran Guerra fue un conflicto que involucró a todas las grandes potencias del mundo entre 1914 y 1918.
Bandos de la Gran Guerra
     Los bandos que se enfrentaron inicialmente fueron la Triple Entente o los Aliados (Francia, Gran Bretaña y Rusia) y la Triple Alianza (Alemania, Austria- Hungría e Italia). Sin embargo, hubo variaciones significativas: Italia cambió de bando en 1915, Rusia se retiró de la guerra en 1917 a causa de la Revolución bolchevique, el Imperio otomano y Bulgaria se unieron a las potencias centrales, y Japón y Estados Unidos se adhirieron a los Aliados.
Fases del conflicto
      La guerra se desarrolló en dos frentes principales: el Oriental, en la frontera de los Imperios ruso y austro-húngaro, y el Occidental, en el norte de Francia. El conflicto se desarrolló en dos fases:
• Primera etapa (1914-1916). Francia, Gran Bretaña y Alemania realizaron ataques relámpago en el Frente Occidental, mientras Austria-Hungría invadía Serbia y Rusia presionaba con sus ejércitos sobre territorio alemán.
• Segunda etapa. (1917-1918). Rusia se retiró de la guerra y las tropas de Estados Unidos apoyaron a la Entente, lo que causó el progresivo retroceso de los ejércitos de la Triple Alianza y llevó a la firma de los Tratados de Paz.

La guerra de trincheras

     Desde finales de 1914 y hasta 1917, los Frentes se estabilizaron en el norte de Francia y en el occidente de Rusia. Los ejércitos optaron por la estrategia de defender sus posiciones, cavando extensas líneas de trincheras y estableciendo fortificaciones defensivas. En estas trincheras combatieron millones de soldados, quienes vivían en pésimas condiciones higiénicas, con pocos alimentos y bajo un bombardeo constante de artillería y ataques ocasionales.
     Durante la guerra de trincheras ningún bando logró avances significativos. En el norte de Francia, los alemanes intentaron romper los Frentes en la batalla de Verdún (febrero 1916), y los británicos en la batalla del Somme (julio 1916), pero ambas tuvieron resultados militares muy escasos, a costa de enormes pérdidas en vidas humanas, es decir, cientos de miles de muertos.
     Durante este período, el conflicto se extendió y se hizo más complejo con la incursión de Bulgaria y del Imperio otomano del lado de las potencias centrales, mientras Italia se unía a la Triple Entente en 1915, luego de abrir un frente de batalla con los austro-húngaros al norte de su territorio. Por su parte, los británicos conquistaron las colonias alemanas en África, mientras Japón se expandía en Asia y el Pacífico.
En el Frente Oriental, las tropas austro-húngaras invadieron Serbia en 1914. En respuesta, los rusos invadieron Alemania y Austria-Hungría. Pero el ejército alemán, derrotó a los rusos en las batallas de Tannenberg y de los Lagos Masurianos y penetró en Rusia. A partir de este momento, los rusos intentaron varias contraofensivas, pero fueron controlados por los Imperios centrales que asumieron la iniciativa en este frente.
     Ante la estabilidad de los frentes principales, los Aliados intentaron romper el equilibrio atacando zonas secundarias:
• En el Mediterráneo, los británicos intentaron tomar el Bosforo y los Dardanelos para aislar a Turquía, pero fracasaron en Gallipoli (1915).
• Las colonias alemanas de África fueron conquistadas por los británicos — salvo Tanganika—y las de Asia por Japón.
• En el Oriente Medio, los Aliados ocuparon las posesiones otomanas de Palestina, Siria, Arabia e Irak, con ayuda de los nacionalistas árabes.
      Pese a la renuncia de los frentes a la guerra de movimientos y a los intentos por debilitar la fuerza del adversario, la dinámica de combate se mantuvo. Miles de soldados que intentaban asaltar las líneas de alambre eran exterminados por un intenso fuego de artillería y de ametralladoras del enemigo. Las trincheras eran atacadas con granadas de mano y se utilizaron armas prohibidas.

La crisis de 1917
Para finales de 1917, los frentes de guerra estaban estables, y ninguno de los bandos tenía la fuerza como para imponerse. Entonces, se produjeron dos acontecimientos que cambiaron el curso de la guerra:
El retiro de Rusia a causa de la Revolución bolchevique, hecho que ocasionó el derrumbe del Frente Oriental. Rusia firmó con Alemania el Tratado de Brest-Litovsk (1918), lo que permitió a los alemanes trasladar todas sus tropas al Frente Occidental.
El ingreso de Estados Unidos a los Aliados. Este hecho no solo compensó la salida de Rusia, sino que inclinó la balanza a favor de los Aliados por los recursos bélicos y financieros estadounidenses. A inicios de 1918, más de un millón de soldados norteamericanos estaban en Francia dispuestos para la batalla. Entonces, los Aliados crearon un mando unificado.

El final de la Guerra
En julio de 1918, los alemanes concentraron sus fuerzas en una nueva ofensiva en el Frente Occidental. Sin embargo, las tropas francesas, británicas y estadounidenses resistieron el ataque, y obtuvieron la victoria en la segunda batalla del Marne en el mes de agosto.
Al mismo tiempo, se presentaron una serie de victorias aliadas: Italia derrotó a la mayor parte del ejército austro-húngaro, y los franceses y británicos ocuparon los Balcanes. En consecuencia, los Imperios centrales se fueron rindiendo, primero Bulgaria, luego el Imperio otomano, después Austria-Hungría y final-mente, Alemania, que dos días después de que el emperador Guillermo II abdicara, firmó un armisticio el 11 de noviembre de 1918.


Las consecuencias de la guerra
La Primera Guerra Mundial tuvo múltiples efectos:
• Efectos políticos. La guerra causó la disolución de los Imperios alemán, austro-húngaro, ruso y otomano, con todo esto, el absolutismo monárquico en Europa llegó a su fin. Además, la guerra permitió que Estados Unidos y Japón se convirtieran en potencias mundiales.
• Efectos económicos. Las economías europeas se debilitaron debido a los enormes gastos bélicos y a la destrucción de la infraestructura productiva. Para responder a esto, los gobiernos europeos tuvieron que contraer pesadas deudas internas y externas, sobre todo con Estados Unidos, así como emitir grandes cantidades de papel moneda, lo que generó una elevada inflación.
• Efectos sociales. La guerra produjo alrededor de diez millones de muertos y casi veinte millones de heridos, lo que retrasó el crecimiento demográfico europeo. Otro efecto social de este conflicto fue que las mujeres aumentaron su participación en el mundo laboral y gracias a ello, tras el fin del conflicto, los grupos que luchaban por la igualdad legal y política de las mujeres adquirieron mayor poder e influencia.
• Efectos culturales. Los sucesos de la guerra llevaron a que las personas criticaran la noción de progreso ininterrumpido que se había generalizado durante la Belle Époque.
• Efectos demográficos. Las privaciones alimenticias y las carencias sanitarias facilitaron la propagación de devastadoras enfermedades como la gripe de 1918, que provocó la muerte de, por lo menos, 6 millones de europeos y de 22 millones de personas alrededor del mundo.
 

Los acuerdos de paz
Para restablecer la paz, los mandatarios de las potencias victoriosas, el presiente Woodrow Wilson de Estados Unidos, y los primeros ministros Lloyd George de Gran Bretaña, Georges Clemenceau de Francia y Vittorio Emaruele Orlando de Italia se reunieron en la Conferencia de París en 1919.
Los principales objetivos de la paz de París fueron: impedir el resurgimiento de Alemania; conseguir un equilibrio de poderes entre las potencias vencedoras, particularmente en los Balcanes y en las colonias, para que no fueran cuente de conflictos; y mantener aislada a Rusia, donde se había implantado m régimen comunista. Para lograr esto último, se formaron nuevos Estados en Europa Oriental, como Checoslovaquia, Polonia, Lituania, Estonia y Letonia.
Esta Paz se implementó mediante la firma de tratados con los países vencidos:
• Tratado de Neulliy. Fue firmado con Bulgaria y allí este país perdió su ac-ceso al mar Egeo en beneficio de Grecia y también cedió territorios a Yugos-lavia y Rumania.
• Tratado de Sévres. El Imperio otomano se convirtió en la República de Tur-quía y perdió varios territorios: entregó Siria a Francia, Irak y Palestina a Gran Bretaña y diversas islas a Italia y Grecia.
• Tratado de Trianon. Con este acuerdo, Hungría perdió dos tercios de su territorio por las cesiones a Checoslovaquia, Rumania, Yugoslavia e Italia.
• Tratado de Saint Germain. Con este tratado, el Imperio austro-húngaro se fragmentó en Austria, Hungría y Checoslovaquia y perdió territorios a favor de Yugoslavia, Polonia y Rumania.
• Tratado de Versalles. Por este tratado, Alemania fue considerada como la principal responsable de la Guerra y por ello, se le impusieron duras condiciones, entre las que estuvieron: la pérdida de un 15% de su territorio y la totalidad de sus colonias, la reducción de su flota y de su ejército a un máximo de 100.000 hombres y el pago de reparaciones de guerra a los países vencedores. Estas condiciones provocaron el deseo de revancha alemán.
Por último, siguiendo las sugerencias del presidente Woodrow Wilson, en la Conferencia de París se impulsó la creación de la Sociedad de Naciones o Liga de Naciones, que nació en 1920, con sede en Ginebra. Esta organización tenía la voluntad de reunir a los principales países del mundo para que resolvieran los problemas internacionales de forma pacífica.
Con esta organización, se buscó crear un nuevo orden internacional basado en los principios de seguridad colectiva, cooperación internacional y arbitraje de los conflictos. Sin embargo, esta entidad no logró cumplir con sus objetivos debido a la ausencia de potencias claves en el concierto mundial, pues no participaron Estados Unidos, Alemania y Rusia. Pese a esto, esta organización fue importante históricamente porque se constituyó en el principal antecedente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Repercusiones políticas de los tratados
Con el fin de la guerra desaparecieron los grandes imperios que existían en Europa antes de 1914. La Revolución de octubre de 1917 acabó definitivamente con el Imperio ruso de los zares. En el antiguo Imperio alemán, o Segundo Reich, y el Imperio austrohúngaro se proclamaron repúblicas y las constituciones democráticas se extendieron a muchos de aquellos territorios que habían estado dominados por imperios autoritarios. También desapareció el Imperio turco, cuyos territorios dieron lugar a nuevos países o pasaron a estar bajo el dominio de otras potencias.


Marabolí, O., Buitrago, C., Pérez, J. y Riveros, M. (2016). Saberes ser hacer sociales 9. Editorial Santillana, Bogotá.
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