martes, 24 de marzo de 2020

LAS REVOLUCIONES SOCIALES – POLÍTICAS Y ECONÓMICAS EN EUROPA (SIGLOS XIV – XVI)


La formación de los Estados nacionales
Tras la crisis del mundo medieval, en el siglo XV, Europa experimentó profundos cambios económicos, sociales y políticos.
El renacimiento económico y social: A mediados del siglo XV, Europa empezó a vivir un período caracterizado por la estabilidad política, el mejoramiento del clima, la disminución de las epidemias y la recuperación demográfica. Estos factores influyeron en el notable crecimiento económico del continente, que se observó en los siguientes aspectos:
• La reactivación de la agricultura. Se recuperaron muchas tierras y se incorporaron otras nuevas. La producción empezó a orientarse hacia el comercio.
• El aumento de la producción de manufacturas. La industria textil, bajo el control de los gremios de artesanos, se convirtió en la principal actividad manufacturera. También se desarrollaron las industrias alimentaria, metalúrgica y naviera, todas ligadas al comercio.
• El desarrollo comercial. El Mediterráneo continuó siendo la principal ruta comercial entre Oriente y Occidente, aunque el Atlántico comenzó a cobrar importancia. Por otra parte, la creación de bancos el uso del crédito y las letras de cambio perfeccionaron el sistema financiero en el que se fundamentó la economía capitalista.
Aunque la sociedad europea continuó siendo rural, el desarrollo económico propició el crecimiento de las ciudades. Esta prosperidad, junto con el deterioro paulatino del sistema feudal, permitieron el fortalecimiento de la burguesía, que basó su riqueza en el manejo del dinero y el comercio. Poco a poco, los burgueses llegaron a alcanzar un gran poder económico, factor que los impulsó a buscar un mayor poder político. Los monarcas, por su parte, apoyaron a la burguesía para afianzar su autoridad sobre la nobleza. La prosperidad económica, sin embargo, no favoreció a los campesinos, afectados por los impuestos.

La formación del Estado moderno
Durante el siglo XV surgió una nueva idea de Estado que dio lugar a monarquías nacionales y centralizadas cuya unidad política se basaba en la figura del rey. Para consolidar su poder, los reyes tuvieron que doblegar la resistencia de los dos estamentos más importantes de la sociedad feudal: la nobleza y la Iglesia. Con el apoyo de la burguesía, los reyes utilizaron la guerra y las alianzas matrimoniales para debilitar a los nobles. Y para controlar a la Iglesia, retomaron su antiguo privilegio nombrar obispos y otras autoridades eclesiásticas. Además, procuraron limitar las atribuciones del papa en sus naciones y asumieron el control moral y social de sus súbditos a través de la legislación. De esta manera, el Estado moderno se constituyó como un territorio con fronteras claras, un gobierno común y un sentido de identificación cultural y nacional en sus habitantes.

Las bases del Estado nacional
Entre 1450 y 1500, los reyes instituyeron elementos para organizar y consolidar los nacientes Estados modernos. Esos elementos fueron:
• Una burocracia profesional, creada para hacer cumplir las órdenes reales en todo el territorio y recaudar los impuestos. También incluía al Consejo real, grupo formado por nobles, obispos y letrados que asesoraba al rey.
• La diplomacia, conformada por embajadores que cuidaban las relaciones de su país con otros Estados para mantener la paz.
• Un ejército permanente, compuesto por soldados remunerados y oficiales profesionales.
• Los impuestos, dinero que era cobrado a los súbditos para garantizar una fuente de ingreso al Estado.

La Edad Moderna
La Edad Moderna se suele considerar como el período comprendido entre el siglo XV (l453: la toma de Constantinopla por los turcos) y el siglo XVIII (1789: la Revolución Francesa).
Se inició con una revolución cultural e ideológica que transformó por completo la política, economía, cultura, religión, ciencia, técnica, y sociedad europea. A esta revolución se le conoce como el Renacimiento. Esta revolución fue cultural y pacífica. No hubo guerras ni invasiones. Se produjo cuando el hombre europeo cambió de mentalidad y dejó de pensar como antes.

Características generales de la Edad Moderna
El Renacimiento inició la transformación de la Edad Moderna en lo político, económico, religioso, cultural y social.
En el orden político, esta revolución se expresó a través de la instauración del gobierno monárquico. La Monarquía Absoluta de Derecho Divino, en ella la autoridad venía directamente de Dios, el monarca era su representante: ejercía el poder sin ninguna limitación. Se configuraron grandes monarquías nacionales absolutas como en España, Francia, Inglaterra, Portugal, naciones en las que los reyes fueron aumentando sus áreas de control político que luego dieron origen a los imperios.
El proceso de unión de los países alrededor de los monarcas hizo surgir el movimiento nacionalista.
Hubo cambios económicos que dieron origen al capitalismo. La competencia económica se realizó entre naciones. Se pasó a una economía nacional, controlada y fomentada por el estado llamada mercantilismo.
En la Edad Moderna, se desarrolló el comercio internacional a partir de los descubrimientos geográficos: las ciudades costeras sobre el Océano Atlántico desarrollaron el comercio.
Desde el punto de vista religioso, se dio la reforma protestante que rompió la unidad religiosa europea, que había sido una de la característica de la Edad Media. La reforma protestante fue iniciada por Martín Lutero en Alemania y sustrajo por lo menos a la mitad de la población europea de la obediencia debida al Papa. En materia religiosa, después de la reforma protestante, los monarcas asumieron la dirección religiosa de sus naciones, controlando todos los asuntos eclesiásticos. Así, por ejemplo, en Inglaterra, el rey Enrique VIII fundó una nueva religión protestante llamada Iglesia Anglicana y se declaró único jefe de esa iglesia. En los países católicos, la tendencia de los gobernantes fue la de subordinar los asuntos eclesiásticos al poder civil.

Cambio de pensamiento en la Edad Moderna
En el siglo XV surgió un renovado interés por la cultura grecorromana porque para muchos pensadores y artistas, las obras de la Antigüedad clásica resumían la perfección de la creación humana, por lo cual, debían buscar ahí los elementos para comprender al ser humano. Así surgió el humanismo.

Una nueva corriente de pensamiento
Los humanistas se caracterizaron por lo siguiente:
• Consideraron que el ser humano era el centro del universo. En esto se distinguían de los pensadores de la Edad Media, que opinaban que Dios ocupaba un lugar central.
• Admiraron la cultura de los antiguos griegos y romanos. Los humanistas aprendieron latín, griego y hebreo, y analizaron las obras antiguas. Estudiaron a los autores clásicos, como Platón y Aristóteles, que les proporcionaban enseñanzas útiles para el ejercicio de la política en la vida pública.
• Enfrentaron la tradición medieval. La enseñanza medieval se basaba en la memorización de compendios y resúmenes.
• El humanismo se difundió rápidamente por toda Europa, sobre todo a través de academias, como las de Florencia, Nápoles y Roma; y universidades, como las de Alcalá de Henares en España, Lovaina en Bélgica o Cambridge y Oxford en Inglaterra. Las ideas humanistas también se propagaron gracias a la publicación masiva de libros, producto de la invención de la imprenta hacia la década de 1450 y que remplazó al lento proceso de copiado a mano.
• El humanismo proporcionó una nueva concepción del hombre y la sociedad, al promover una actitud crítica y motivar el interés por el conocimiento de la naturaleza, a través del estudio de la Antigüedad clásica. Este renacimiento del espíritu clásico se manifestó también en el arte y la ciencia.

El renacimiento
La Edad Moderna se caracterizó por un fuerte movimiento intelectual y artístico que retomó las ideas antropocéntricas de la antigua cultura grecorromana. Se podría decir que en el Renacimiento se encuentran culturalmente la Edad Antigua (Grecia y Roma) y la Edad Media (universidades, cultura germánica y cristianismo), que se sintetizan y configuran la cultura moderna.

El Renacimiento se desarrolló durante dos siglos: el quattrocento (S. XV) y cinquecento (S. XVI). El cuerpo humano vuelve a convertirse en motivo de la escultura y la pintura. El quattrocento es conocido como el siglo de la escultura y la pintura humanista. En él se destacan figuras como Leonardo da Vinci, Miguel Angel Buonarrotti y Rafael Sanzio, pintores y escultores. Da Vinci, además de arquitecto, fue músico, ingeniero e inventor.

El Quattrocento
Durante el siglo XV, Florencia, ciudad de artistas y comerciantes situada a orillas del río Arno, se transformó en la capital artística de Europa. En ella, bajo el mecenazgo de la familia Médici, muchos artistas se dedicaron a buscar nuevas formas de expresión.
- La arquitectura. En Florencia, la arquitectura retomó las técnicas utilizadas por los artistas grecorromanos. Los arquitectos se preocuparon por dar proporciones armoniosas a sus construcciones, guardando la relación de las dimensiones entre cada una de las partes de sus edificios. En esta manifestación artística sobresalió Filippo Brunelleschi.
- La escultura. La escultura renacentista tuvo una fuerte tendencia realista. Se caracterizó por el interés en el cuerpo humano y por seguir los modelos antiguos en cuanto a proporciones y el tratamiento que se da al desnudo para expresar solidez, volumen y movimiento. Además de realizarse en materiales como terracota, piedra o bronce las esculturas se efectuaron con diversos propósitos: en los edificios sobre pedestales, para honrar la memoria de algún personaje; en i: s sepulcros, para resaltar la nueva idea renacentista de la fama; y en relieves, para adornar los edificios. Dos destacados escultores de este periodo fueron Lorenzo Ghiberti y Donatello.
- La pintura. La pintura de esa época estuvo caracterizada por el uso de la perspectiva, la búsqueda de realismo y el movimiento ce las imágenes. Los pintores dominaban una variedad de técnicas como la pintura al óleo, al fresco y al temple, tanto sobre soportes fijos como móviles. Con estas técnicas se representaban temas religiosos y alegóricos en el marco del pensamiento humanista. Entre los representantes más destacados de este periodo están Fra Angélico, Paolo Ucello y Piero della Francesca. Sin embargo, la figura más sobresaliente fue Sandro Botticelli. Por encima de todas ellas, Roma surgió como la capital de la nueva época.

El Cinquecento
El principal centro artístico del Quattrocento fue Florencia. Pero, a lo largo del siglo XV, el espíritu renacentista se extendió por toda Italia donde las influencias locales crearon escuelas regionales que se desarrollaron plenamente a partir del siglo XVI o Cinquecento.
Roma hacia 1500: A comienzos del siglo XVI, el arte del Renacimiento alcanzó su máxima expresión. El foco de la actividad artística se trasladó a Roma, donde los papas se convirtieron en mecenas y auspiciaron la reconstrucción de la ciudad y de la nueva basílica de San Pedro. Para ello, convocaron a diferentes artistas. La reconstrucción de Roma se realizó bajo el mecenazgo de los papas Julio II y León X. Fue iniciada por Bramante y tras su muerte, otros arquitectos continuaron con esa labor, entre ellos Rafael y Miguel Ángel.
En esta época sobresalieron Rafael Sanzio, Miguel Ángel Buonarroti y Leonardo da Vinci.

Rafael Sanzio: La obra de Sanzio, también llamado el Divino, es considerada la expresión suprema del arte renacentista. Se caracteriza por la armonía de su composición, el manejo de los espacios, el dominio de la luz y la fina reproducción psicológica de sus personajes. Rafael recibió las influencias del Perugino, de Leonardo y de Miguel Ángel para formar su propio estilo. Su obra más grandiosa se produjo en Roma, donde recibió el encargo de decorar diversas estancias. En la estancia de la Signatura (el Vaticano) dejó bellas alegorías, como El Parnaso (la poesía), Escuela de Atenas (la filosofía), la Disputa del Santísimo Sacramento (la teología) y Justiniano y Gregorio IX (el Derecho). Sus obras Transfiguración y Virgen del Pez son también notables.
Miguel Ángel Buonarrotl: Genio de la arquitectura, la escultura y la pintura. Desde muy joven trabajó para los Médicis, en Florencia. Luego se trasladó a Roma, donde estuvo bajo la protección de varios papas. Miguel Ángel realizó impresionantes esculturas: el David, el Moisés y la Piedad. Su obra pictórica cumbre la realizó en la bóveda de la Capilla Sixtina del Vaticano. Es notable, asimismo, su gran trabajo arquitectónico en la construcción de la basílica de San Pedro. Sus obras escultóricas se destacan por su fuerza, dramatismo y monumentalidad. En pintura, sus personajes sobresalen por su volumen, naturalismo anatómico y movimiento.
Leonardo da Vinci: Poeta, arquitecto, ingeniero, pintor e inventor. Sintetizó el ideal humanista de hombre culto, reflexivo y universal que intenta comprender el mundo y dominar el conocimiento sobre el ser humano y la-naturaleza. Puso en práctica sus teorías en el diseño de inventos, algunos de ellos precursores del futuro desarrollo tecnológico que alcanzó la humanidad. Estudió la anatomía humana para aplicarla en el perfeccionamiento de sus técnicas de dibujo. Aunque su obra pictórica no es abundante, los trabajos que dejó muestran su maestría en el uso de la perspectiva y el empleo de la luz y el color. Entre sus obras más destacadas se encuentran La Virgen de las rocas, La Última Cena y el famoso retrato de La Gioconda.

Desarrollo de la Ciencia
En el Renacimiento, el desarrollo de las ciencias estuvo determinado por la reorientación que se dio a la investigación, basada en la observación de los hechos. Esto se llamó la Revolución Científica. En ella se argumentaba que, en las ciencias, sólo era cierto lo que se podía comprobar por medio de un experimento repetido múltiples veces. El método empleado, utilizado inclusive hoy en día y llamado método científico, se compone de varios pasos: primero, los científicos formulan una pregunta que quieren contestar y elaboran una hipótesis al respecto. La hipótesis se comprueba por medio de un experimento sacando datos y estadísticas precisas. Luego, analizan e interpretan la estadística que arrojó el experimento y sacan conclusiones. Estas confirman o rechazan la hipótesis original.
La Revolución Científica se levantó contra la Escolástica y su tendencia fundamental de interpretar la realidad partiendo de las autoridades eclesiásticas y religiosas. La investigación ahora se basó en la razón y en la experiencia. La verdad tenía como base la comprensión científica del hombre, de la tierra y del universo.
La física y la matemática: Se produjo una resurrección de las teorías de Arquímedes de Siracusa. La física llevó a comprender que los fenómenos que presenciamos diariamente, no son tan simples ni tan elementales, como el desplazamiento de un barco movido por el viento o la marcha de un vehículo de tracción animal.
Medicina, ciencias sociales y ciencias naturales: Se llegó a nuevas conclusiones sobre el hombre y el cuerpo humano. Sobresalió Paracelso, médico suizo, quien afirmó que el cuerpo humano se componía de los mismos elementos que el resto de la naturaleza. Aprovechó los medios que le brindó la naturaleza misma para curar a los enfermos.
Andrés Vesalius, publicó la obra, La construcción del cuerpo humano, en la que presentó un estudio completo sobre la constitución del cuerpo, superior a la de los médicos de la Antigüedad.
Los notables progresos de las Ciencias Sociales hicieron posible los grandes descubrimientos geográficos y contribuyeron a su desarrollo. El hombre se dedicó a conocer y conquistar la tierra. Se abandonó la idea que predominó en la Edad Media, la cual sostenía que la tierra era un disco y se aceptó la idea desarrollada por los antiguos pensadores quienes afirmaban que la tierra era redonda. Este fue el caso, por ejemplo, del astrónomo italiano Toscanelli quien elaboró un mapa que fue utilizado por Colón en su viaje a Occidente.
Las ciencias naturales estudiaron las nuevas especies animales, vegetales y minerales de América que causaron sensación en Europa. Posteriormente, llevó al desarrollo de la Expedición Botánica en América encabezada por el alemán Humboldt.
Astronomia: La Astronomía revolucionó las concepciones tradicionales con dos grandes exponentes: Galileo Galilei e Isaac Newton.
Galileo Galilei: El italiano Galileo (siglos XVI y XVII) fue un digno hijo de la Revolución Científica. Utilizó el telescopio para estudiar los planetas del sistema solar y ver astros como las lunas que tiene el planeta Júpiter. Descubrió la ley de la gravedad, aquella que sostiene que el planeta Tierra atrae a todos los cuerpos hacia sí misma: por eso los objetos caen. Si no hubiera gravedad, flotarían. Sus conclusiones acerca de la dinámica explican por qué los objetos se mueven como se mueven. Formuló el concepto de la inercia (un objeto que se mueve posee una inercia o fuerza que le permite seguir moviéndose a menos que una fuerza externa actúe sobre él). En 1610, publicó un pequeño libro llamado El mensajero estelar en el que describía sus observaciones sorprendentes: Júpiter tiene cuatro lunas y el sol tiene manchas solares, decía. La luna no es una esfera perfecta: tiene una superficie imperfecta. Igualmente, apoyó las ideas de Copérnico. La Santa Inquisición lo llamó a juicio por cuestionar las enseñanzas de la Iglesia (teoría geocéntrica). Fue obligado a retractarse (revocar expresamente lo dicho) sobre la teoría heliocéntrica, pues de lo contrario la Inquisición lo hubiera sentenciado a la hoguera (1633). “Confesó” que la Tierra no se mueve, como lo afirmaba la Iglesia, pero al salir del juicio dijo: “Pero que se mueve, se mueve.” Sólo hasta el siglo XX (El 31 de octubre de 1992), la Iglesia reconoció que Galileo había tenido razón.

Isaac Newton: Pero fue un matemático y físico inglés, Isaac Newton, quien en el siglo XVII logró unificar las teorías de Copérnico, Kepler y Galileo para explicar el movimiento planetario en forma matemática. La llamó la ley de Gravitación Universal. Según ésta, todo en el espacio se atrae entre sí y la fuerza depende de la masa de los objetos y la distancia entre ellos. Newton dedujo la fórmula para calcular la fuerza de atracción: entre más masa tenga un objeto, más atrae a otro. Entre menor sea la distancia entre dos objetos, mayor la fuerza. Esta ley explicó finalmente por qué hay movimiento de todo en el espacio: nuestro planeta nos atrae y nosotros a él, pero el planeta es tan grande en comparación al ser humano, que su fuerza de atracción hacia nosotros es considerablemente más grande que la nuestra hacia la Tierra. En 1687, Newton publicó un libro titulado Los principios matemáticos de la filosofía natural. Según él, el universo se parece a un reloj gigante: todas sus partes funcionan conjuntamente y su funcionamiento se puede explicar matemáticamente.

Los inventos: Hubo muchos inventos que aceleraron los cambios de la época:
• La brújula: los chinos habían descubierto que una aguja imantada señalaba invariablemente el Norte. La utilizaron para sus viajes, colocándola sobre un corcho en un recipiente lleno de agua o aceite. Los árabes tomaron esta idea y la llevaron a Europa, y el italiano Flavio Gioa la perfeccionó, encerrándola en una caja de cristal. La brújula mejoró la seguridad en los viajes, (antes se había utilizado el sol y la estrella polar como guía en alta mar).
• El astrolabio: Permitió fijar la posición de la nave en alta mar.

• La pólvora: Los chinos la usaban en la fabricación de cohetes y fuegos artificiales. Los árabes aprovecharon su fuerza expansiva haciéndola explotar dentro de una especie de cañón (tubo de hierro o bronce). Este se fue perfeccionando y transformó las tácticas de guerra.
• El papel: Los chinos lo fabricaron con fibra de cáñamo y de algodón. Los árabes lo introdujeron en España y para su fabricación, utilizaron telas de hilo.
• El reloj: En el siglo XV, se comenzó a colocar relojes públicos en las ciudades. En el 1500, se inventó el reloj de bolsillo. El uso de éste obedeció a la concepción del tiempo y a una nueva actitud frente al momento y sus exigencias. La organización exacta del tiempo era efecto de la organización más racional de la sociedad y de las actividades humanas.
Otros inventos: pintura al óleo, torno de hilar, bombas para extraer agua de las minas, vidrio transparente, cristal pulido para hacer anteojos.

BIBLIOGRAFÍA
Guerrero V., Manuel; Hernández G., Nancy y Rivero S., José (2012). Nuevos horizontes sociales 6. Fondo Educativo Panamericana, Bogotá.
http://aprende.colombiaaprende.edu.co/sites/default/files/naspublic/SOCIALES_7_B2_S3_DOC.pdf
Pérez, J.; Marabolí, O., Riveros, M., Giraldo, J., Pinzón, K. y Hernández, C. (2016). Proyecto Saberes, ser hacer sociales 7. Bogotá, Editorial Santillana.
Ferri, Claudia (2 de noviembre de 2014). Después de 359 años de su descubrimiento. Hace veintidós años la Iglesia le reconoció a Galileo que la Tierra se mueve alrededor del sol. Recuperado de: http://www.laizquierdadiario.com
Martínez, D., Sarmiento, B., Ibáñez, J. y Hernández, L. (2000). Camino a la universidad. Historia y geografía universal. Bogotá, Prolibros Ltda.
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